miércoles, 25 de mayo de 2011

Casi mil veces gracias

Me considero una persona sencilla. Rarita, algo incomprendida, insufriblemente tímida. Mi cerebro es complejo, cierto, no puedo negarlo; tengo insomnio, porque no he aprendido a relajar la mente, a dejarla en blanco. Lo confieso: me horroriza la idea de mirar hacia dentro y ver que no hay nada en mi cabeza. Prefiero que mi cerebro continúe funcionando las veinticuatro horas del día, aunque eso signifique que voy a seguir pasando las noches en vela. Prefiero la avalancha exagerada de ideas y de pensamientos a una total ausencia de ellos.
Pero no me refería a mi procesador de datos interno. Hablaba de mis reacciones. Sencilla, ya os digo. Miro el contador de visitas de este blog recién nacido y se me queda cara de boba, de pura incredulidad, y luego se me pone una sonrisa que me acompaña el día entero. ¡Les gusta Thèramon, les gusta mi prosa! Me siento tan agradecida, tan llena de afecto, tan querida, que pienso que en cualquier momento el corazón se me va a salir del pecho, tan grande lo siento y tan rebosante de emoción. Ignoro si 900 visitas en menos de un mes significa éxito, os juro que no me siento más grande que hace tres semanas, si acaso más pequeña, como un animalito en una jaula del zoo, observado por un montón de gente, tímido y deseoso de agradar a aquéllos que le miran.
No voy a negar que me complacen los comentarios que me van dejando tanto aquí como en mi muro de facebook, o en mensajes privados. Cada cumplido me produce un subidón. Cada muestra de apoyo y de cariño me alegra el alma. Mis musas están más activas que nunca, quieren agradaros, quieren que os enamoréis tanto de Thèramon que sigáis haciendo el viaje a mi lado, hasta el final. (¿Final? Qué cosas digo; hay escritas más de 500 páginas de historias de Thèramon, no le veo un final, la verdad). Pero entended mi satisfacción como un profundo agradecimiento y una enorme alegría, nunca como prepotencia, es imposible que cualquier cumplido se me suba a la cabeza, porque escribo por necesidad antes que por gusto, y por gusto antes que buscando reconocimiento.
Eso no quiere decir que no desee publicar esta novela, y muchas otras después de ésta. Mis compañeros de viaje me dijeron que expresarme a través de este espacio me ayudaría a perder mi timidez, y estoy poniendo todo mi empeño en ello. Si lo hago bien o no, es algo que ya no me inquieta. Gracias a este blog estoy conociendo a muchas personas estupendas, lectores y escritores que enriquecen mi mundo, que me enseñan, que me dan consejos, que me animan a seguir adelante.

Así que ¡adelante!, sin dudar, sin temor. Que Thèramon se exprese por medio de mí, que se dé a conocer, que enamore y que proporcione gozo y que crezca cuanto quiera, porque la felicidad que siento en estos momentos no puede compararse con nada. Escribir es lo mejor que existe. Escribir es un acto de creación, un acto de amor. Y deseo compartir mi amor con todos vosotros. Gracias por formar parte de todo esto.

Quiero responder a las preguntas que algunos me habéis hecho acerca de la mitología de Thèramon. Pero quisiera presentaros a Aeblir y a Fsaira primero. Ya habéis conocido a Plio, el Pastor de Sombras, el Primer Sol y el más pequeño. Una parte de mi cerebro hiperactivo está redactando ya el texto que se refiere al origen de Thèramon y a su panteón de dioses y diosas, cuando esté listo lo compartiré con vosotros. Mientras, os dejaré un pedazo más de este prólogo, en el que conoceréis a Aeblir el Castigador, el Gran Sol.
Pero no ahora, no quiero que esta entrada se alargue mucho más. Mantener al lector interesado, sí, agobiarle con exceso de texto, mejor no. Puede que algunos piensen: a ver, Bea, ¿y por qué no omitiste tu parrafada y nos pusiste el relato directamente? Mi respuesta es: tenía que deciros lo muy agradecida que me siento, y lo mucho que os quiero.
Podría haberlo dicho en una sola frase, pero debéis entenderlo: no soy buena haciéndo resúmenes.

Y de este modo respondía también a vuestros maravillosos comentarios de mi última entrada.

Que Enlil os bendiga a todos.
B.A

7 comentarios:

  1. Creo que hablo por todos, Bea, si te digo que nos tienes hechizados con tus escritos. Pero atrapados y fascinados con tu forma de ser.
    El alma de una narración es afín al de su escritor; de ahí que Thèramon tenga ese componente mágico y fascinante. Sólo es un reflejo de su autora.
    Ánimo y que las musas no detengan ese mundo que todos deseamos conocer y admirar.
    Un abrazo

    Jordi

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  2. Una vez más comulgo con el comentarista anterior (en este caso Jordi). Cuando hablamos por telf, noté una voz tan increiblemente dulce que no tuve duda alguna de que eras un trocito de cielo. Tan sensible, romántica... una idealista dispuesta a transmitir que no es poco. De momento querida Bea no puedes ir mejor encaminada. A veces explicas lo que sientes con respecto a escribir y me siento tan identificada contigo... Un besazo muy grande de tu Raicaal.

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  3. Jordi, anoche terminé de leer Tres Profecías.
    Me has hecho emocionar con tu novela, me haces emocionar con tus palabras. Como me hagas llorar de emoción, te busco y te doy una paliza, mi querido compañero de viaje.
    Y ahora, mientras espero a tener Éter en mis manos (¿ocho meses, estás de broma? No voy a poder aguantarlo...) voy a ver qué tienen planeado las musas, estamos a punto de abandonar Paso de Lo Fosc y no tengo ni idea de hacia dónde , norte, sur... Seguro que me sorprenden!!

    Sigue escribiendo para mí, tu inspiración es un regalo de los dioses.
    Océanos de amor, Iordanog (creo que sí, que se escribe así, ¿qué opinas?)

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  4. Mi Reicaal,
    entre Jordi y tú estáis consiguiendo que me cueste respirar; y no te creas que porque tú vives más lejos no iría a buscarte también para darte una paliza por hacerme llorar. Y un abrazo enorme, por ser la mejor de las karendin y la más hermosa y buena de las amigas. (Y de paso te convencería para que me dejaras echarle un vistazo a la continuación de El Arcángel de Luz, que esperando ambas novelas me va a dar un ataque...)

    Océanos de amor, compañera de viaje, mi niña linda, mi tercer espíritu afín. Que las musas te sean generosas y que yo pueda leer el resultado pronto!!

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  5. ¿Ves cómo era fácil? ¿Ves cómo era útil esto del blog? ¿Ves como tata Julia siempre sabe qué es lo mejor para ti? Jajaja... Me das mucha envidia con esas 980 y pico visitas, eh... Y pensar que yo creé el blog 2 meses antes y apenas he superado las 500. Lo que te dije: el género fantástico está de moda. Porque todo es cuestión de modas, así que aprovecha el filón porque este país nuestro como se pone a favor de algo, enseguida se pone en contra de eso mismo, depende cómo le dé o qué cable se le cruce. No te diré que no puedas dedicarte a otros géneros, pero te mentiría si dijera que te pueda ir mejor. En la fantasía has encontrado la horma de tu zapato; tu mejor vía de expresión, y eso se nota, se siente. Sabes que siempre estoy ahí, contigo. Para lo que sea menester. Un abrazo.

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  6. Bea... voy leyendo las entradas de una en una. De más antiguas a más nuevas, para no perder nada de Thèramon y la verdad es que cada vez que miro el archivo del blog, me da miedo, porque veo que hay meses en los que sólo hay un archivo. ¿Son cosas mías o cada vez escribes menos? Hace días que no das señales de vida y eso me preocupa. Me preocupa seguir enganchándome a Thèramon y que llegue un momento en que me dejes a mitad del relato.. Soy egoísta y ojalá estés bien, pero volveré a respirar cuando vuelvas a publicar algo en este mes o en el que viene... tienes algo maravilloso en tu cabeza, jamás deje que se pierda...

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    Respuestas
    1. Ahora ya lo sabes, que mi tiempo libre es muy escaso y apenas he tenido un minuto para venir a actualizar el blog, aunque sigo trabajando en Thèramon, ya has visto el nuevo mapa, ya sabes que no voy a dejar esta historia, ninguna de ellas, inacabada.
      Estás haciendo el viaje del modo correcto, desde el principio, estás conociendo Thèramon y conociéndome a mí. Si sigues leyendo descubrirás el motivo por el que dejé de actualizar cada semana, y lo mucho que me está costando volver a coger un buen ritmo. Espero que lo que verás más adelante no te decepcione. De todos modos, te diré que esa época ya ha quedado atrás. Y que he tomado mi decisión: acompañada o sola, voy a seguir haciendo el viaje hasta el final... y queda mucho por leer y por descubrir antes de que llegue el final.

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