jueves, 30 de junio de 2011

De vuelta al trabajo

Lo he dicho otras veces, pero no me canso de repetirlo:
El amor es la fuente de toda creación.
Y yo estoy recibiendo  tanto Amor que me siento capaz de crear un mundo.

Queridos compañeros de viaje:
Gracias por vuestros maravillosos comentarios debajo de la foto del mapa de Thèramon. He decidido haceros caso y creer que no soy una mala dibujante/cartógrafa. La próxima vez no dudaré ni de mi talento (ya no diré que es escaso, amigos) ni de vuestra reacción. Sois fantásticos, Los más hermosos dizseiim que me he encontrado jamás.

Esta semana decidí llevar al Registro el siguiente pedacito de Criatura de Fuego, Criatura de Luz que había terminado. La historia crece, aunque estos días he dedicado mi tiempo a otros aspectos de Thèramon que necesitaban formar parte de este blog. En esta nueva copia para el Registro he incluido el Mapa. Cada vez miro más hacia el futuro, y contemplo la idea de la publicación como una posibilidad realizable. Si los dioses acompañan, esta historia estará terminada antes de que acabe el año.Me gusta poder compartirla con vosotros, y que la vayáis disfrutando aunque sea a bocaditos pequeños, pero quiero que podáis leerla entera, a poder ser en papel, y voy a sacar tiempo de donde sea para cumplir mis expectativas. Antes de mi  cumpleaños. Eso es una eternidad, pero todos sabemos lo rápido que pasa el tiempo sin que nos demos cuenta. Tengo mucho trabajo por delante.
Y muchas ganas de hacerlo.

Ante tantas muestras de apoyo y de cariño, mis Musas se han puesto en marcha de nuevo. Por fin han visto el modo de salir de Paso de Lo Fosc, y me lo han mostrado en imágenes. Ya sé cómo comienza el siguiente capítulo, que lleva el título provisional de NOMADAS. Quiero volver a escribir, lo echo de menos, lo necesito.  Voy a ponerme a ello en cuanto tenga un momento.

Pero ahora estoy trabajando en la leyenda que debería haber acompañado al mapa, un anexo con la traducción de todos esos nombres que por fin tienen un lugar físico en el que ser localizados. No la incluí la semana pasada porque:
a) ni se me pasó por la cabeza; estaba demasiado entusiasmada con la idea de enseñaros el mapa que me centré sólo en la manera de colgar la foto.
b) todavía no he hallado el modo de poner texto al lado de una foto. No puede ser muy difícil, todos lo hacéis a menudo en vuestros blogs. Pero a lo más que he llegado ha sido a la fase de añadir texto DEBAJO de la foto, no AL LADO de ella.

Me temo que tendré que conformarme con ponerlo en una entrada aparte.

En cuanto al glosario, o guía de personajes, he tenido la oportunidad de echarle un vistazo a los que algunos de vosotros habéis hecho para vuestras historias, y más o menos me ha quedado claro cómo tengo que hacer la mía. A estas elturas ya debéis de saber que soy puntillosa, exigente conmigo misma y con tendencia al perfeccionismo. No quiero hacer un trabajo mediocre. Deseo hacerlo bien. Deseo  complaceros. Os pido paciencia.

Hoy es mi último día de vacaciones, y a partir de ahora voy a tener menos tiempo para hacer todas las cosas que quiero hacer. Pero voy a seguir trabajando cada día, y voy a seguir escribiendo. Por mí, porque deseo saber qué va a pasar a continuación, y deseo ver esta historia terminada. Y por vosotros, porque amáis Thèramon y no voy a dejaros tirados a estas alturas del viaje.
Bea siempre cumple sus promesas.

Hoy ha sido otro día perfecto. Doy gracias a los dioses por todo el amor que recibo, y les pido que os cuiden y que os colmen de felicidad en todo momento. A los que estáis de vacaciones: disfrutadlas al máximo. A los que estáis trabajando: que las Musas os guíen y que no os falte la inspiración. A los que amáis, que recibáis el triple de amor del que dais.
Y a los que seguís haciendo el viaje a mi lado: Gracias por no dejarme nunca sola.
Océanos de amor.

domingo, 26 de junio de 2011

De los Archivos de Räel Polita: El Mapa de Thèramon

POR FIN!!!!

Aquí lo tenéis, Thèramon tal y como mis Musas han decidido mostrármelo.



(Reservados todos los derechos)

                            
                              © Bea Magaña


El dibujo es mío, y esto es lo más parecido a un mapa que soy capaz de hacer por el momento. Pero no ha quedado mal, ¿no os parece? Quiero decir, que las montañas parecen montañas, y esos puntitos apelotonados pueden interpretarse como zona boscosa, si uno le pone imaginación y no se muestra demasiado puntilloso o exigente...  Para ser mi primer mapa, me siento muy satisfecha con el resultado, ésa es la verdad.
El acabado es de Jordi, nuestro querido compañero de viaje, hombre paciente donde los haya, amigo incondicional y mucho más experto que yo en el manejo de los ordenadores y sus infinitas posibilidades. Doblemente paciente, dado que se ofreció a ayudarme en este asunto y perdió muchas horas de su valioso tiempo intentando explicarme mediante mensajes de texto el funcionamiento del escáner de mi impresora, el modo de guardar lo escaneado, el modo de recuperarlo de las carpetas del sistema, cómo subir  fotos de mi ordenador a mi blog... además de cómo modificar una foto en el ordenador, darle color, ponerle etiquetas, girar las etiquetas, enmarcarlas...  Después de muchos correos de ida y vuelta, este hombre encantador  y paciente como nadie que haya conocido decidió involucrarse más en el proyecto, y con la gentileza que le es propia me pidió ¡me pidió! permiso para ayudarme directamente, si yo era tan amable (¡tan amable!) de enviarle el mapa por mail. ¡Como si fuera yo la que le estuviera haciendo un favor a él, y no al revés!
Jordi ha trabajado más duro que yo en la creación de este mapa, y por ese motivo me parece un mapa tan hermoso. No es fácil seguir mis indicaciones, dado que yo misma trabajaba a ciegas, y le hice cambiar el mapa un montón de veces: los bosques en verde, los ríos en azul, ese nombre más arriba, ese otro en mayúsculas... A mediados de semana, cuando ya lo tenía casi todo hecho, mis Musas se apoderaron de mi lápiz y redibujaron los contornos de Thèramon, ¡no les gustaba el aspecto, no era simétrico! ¿Y Jordi se enfadó conmigo, cuando le dije que todo su trabajo no había servido para nada? No, compañeros, me dijo que le enviara el mapa corregido y volvió a empezar. Como si no tuviera mejores cosas que hacer con su tiempo. Como si Théramon fuera ya una parte de él. ¿Cómo no sentirme agradecida por tener un Amigo como él? ¿Cómo no deciros, con infinito orgullo, que disponemos de este mapa gracias a su colaboración desinteresada?

Así que dadle las gracias a Jordi, por su paciencia, su ayuda y sus muchos y buenos consejos. Y si tenéis que criticar el dibujo, recordad que el dibujo lo hice yo, así que todos sus defectos y sus carencias son culpa mía.

Creo que al final he conseguido lo que tenía planeado: poner el mapa como una página aparte para que podáis consultarlo en cualquier momento sin necesidad de buscarlo en el archivo del blog, y hacer una entrada en la que dar las gracias, mostraros el mapa y en la que podáis dejar vuestras críticas, opción que no tiene la página.

Por cierto, y esto también me lo ha explicado Jordi esta mañana (¿cuándo escribes tu novela, amigo mío, si cada vez que tengo una duda dejas tu trabajo para enseñarme cosas nuevas y ayudarme a manejarme mejor dentro de mi blog? A veces me siento tan egoísta!!) se puede ver el mapa en grande con sólo pinchar en él con el ratón. Yo me estaba volviendo loca buscando la manera de hacer la foto más grande, soy una pardilla.

Lamento haberos tenido en ascuas toda la semana. Vale que al principio yo misma estaba esperando a que el mapa estuviera terminado, pero Jordi ha sido más rápido de lo que nadie habría podido imaginar, y la demora se ha debido enteramente a mi incompetencia en el manejo de las nuevas tecnologías.
Deseo que la espera haya merecido la pena.

Ahora, a escribir un glosario de personajes y de lugares. Así, para que os vayáis haciendo una idea: Boreade significa Cordillera o Montañas; Arborae significa Bosque; y los nombres que aparecen en un recuadro son las zonas más importantes de esta Historia de Thèramon que ya estáis conociendo.

Sé que tengo mucho trabajo por delante. Y lo voy a hacer con muchas ganas, mucha ilusión, y todo mi amor. Por vosotros, compañeros de viaje.
Gracias por estar aquí.

sábado, 25 de junio de 2011

El Mapa (II)

Nota aclaratoria:

No está siendo fácil.

Divertido sí, mucho. Y entretenido, llevo días entretenida con esto. Las Musas no me dan más párrafos del capítulo que me muero por ver terminado porque están inmersas en este proyecto, y no voy a pelearme con ellas: si les dejo hacer a su antojo se muestran más dispuestas a colaborar. 

Pero no es fácil, creedme.

Lo más sencillo ha sido dibujar algo que se pareciera remotamente a un mapa. El boceto original existe desde hace diez años, lo fui dibujando a medida que la primera Historia de Thèramon me iba llevando a determinados lugares. Este boceto no es un mapa en realidad, apenas una cuartilla llena de nombres aquí y allá, sin contornos ni dibujos que expliquen que esto es una cordillera o un río o una ciudad. Ni siquiera sabía qué aspecto tenía Thèramon visto desde el aire. Hace diez años, el aspecto de mi mundo no me parecía verdaderamente importante. Cada región estaba bien descrita y ubicada dentro de mi cabeza, no necesitaba darle forma, nadie iba a leer esa historia aparte de yo misma.

Las cosas han cambiado.

Al compartir esta nueva historia con vosotros, ha dejado de ser un mundo imaginario para convertirse en uno real. A lo largo del Prólogo os he llevado de una punta a otra de Thèramon en un viaje demasiado rápido, y sólo os he mostrado ( por favor, culpad a mis Musas, o agradecédselo e ellas)  imágenes fugaces de un mundo que para mí es tan familiar y para vosotros toda una incógnita. ¿Qué significan esos nombres que he escrito, son países, son regiones, son montañas, son dioses o soles? Es necesario un mapa, así como una guía de personajes, me ha quedado claro. ¿Cómo explicar las peculiaridades de Thèramon si no os explico sus orígenes, y cómo hacerlo si no os hablo de los dioses? Por ejemplo, Thèramon no tiene Mar. Es un continente rodeado por un extenso Abismo. Cuando comencé a escribir la primera historia, yo misma ignoraba este detalle. La Sirena Ariiama me contó lo que había sucedido, me habló de los dioses, de los motivos que llevaron a Traytum a llevarse el Mar y crear los Abismos del Silencio,  y fue entonces cuando comprendí la primera de esas peculiaridades.

Pero vayamos por partes.

La dificultad no radica en dibujar algo que se parezca a un mapa, eso ya lo hice la semana pasada. A mano, y a lápiz.  El reto es subir ese mapa al blog. Afortunadamente, mi impresora tiene escáner, y eso ha facilitado mucho las cosas. Y por fin he descubierto cómo insertar fotos de mi ordenador en una entrada del blog. Poco a poco, voy aprendiendo cosas útiles, pero muy poco a poco para mi gusto. Soy afortunada, estoy recibiendo ayuda y muy buenos consejos, y cuento con vuestra paciencia y vuestro apoyo incondicional.

 Pero...

No me conformo con añadir una nueva entrada: el mapa, aquí está la foto. Lo ideal sería que el mapa estuviera en un lugar de fácil acceso, para que pasado el tiempo cualquiera pudiera encontrarlo a la primera, sin necesidad de ir a buscarlo en el archivo del blog. Así que necesitaba crear una página, como ya hice el mes pasado con la ayuda de Ana (yo sola no habría sabido, lo tengo asumido). Llamamos a esa página El Templo de Alodial. Y la colocamos a la derecha, en un lugar visible, para que cualquier viajero pudiera, en cualquier momento, entrar a hablar con los dioses. Y así ha sido, especialmente a lo largo de la última semana, muchos habéis visitado el Templo y habéis dejado vuestras ofrendas y vuestras plegarias sobre el Altar. ¡Los dioses están tan complacidos! Acercáos al Altar siempre que queráis, es un lugar hermoso y tranquilo, cargado de Magia.

Bien, ya tenemos página donde insertar el Mapa. Pero como el mapa no está listo (le faltan unos pocos retoques; ya que voy a hacerlo, quiero hacerlo lo más perfecto que pueda) y me parecía muy feo dejar la página en blanco (qué chasco tan grande para aquéllos que estáis esperando el mapa en candeletas) puse ese mensaje que algunos ya habéis visto e incluso comentado. Gracias por tomároslo con buen humor, por cierto. En cuestión de días, muy pocos, el anuncio de "Estamos trabajando en ello" desaparecerá y podréis ver lo mala cartógrafo que soy.

Pero el mensaje es simpático, y no deseo perder los comentarios que habéis dejado, por eso he publicado la misma entrada, un día después, copiando los comentarios, y le he puesto una etiqueta: Thèramon. La función de las etiquetas es facilitaros el acceso a las diferentes secciones: mis reflexiones, la propia novela, la Historia, geografía y mitología de Thèramon y las aportaciones de los compañeros de viaje, para todos aquéllos que queráis hacerlo, como hizo Jordi con su pequeña y maravillosa reseña.

Camino un poco a ciegas, voy aprendiendo el funcionamiento de mi blog poco a poco, lo hago lo mejor que sé. No seáis muy duros conmigo, lo estoy haciendo con todo el cariño del mundo. Deseo que os sintáis cómodos en este lugar, deseo complaceros y que sigáis disfrutando del viaje y de la lectura.

Recordad que lo hago para vosotros, y que sigo esperando vuestras opiniones, consejos y críticas; cada vez que dejáis huella de vuestro paso, Thèramon crece, y mis Musas se mueren por darnos más. Tengo mucho trabajo por delante, y lo haré encantada. A todos nos queda un largo camino por recorrer, ¿juntos?, eso espero.

Gracias por vuestro apoyo, gracias por formar parte de todo esto.

viernes, 24 de junio de 2011

El Mapa (I)

MAPA DE THÈRAMON







MAPA EN PROCESO DE CREACIÓN

RUEGO PACIENCIA





NO SOY CARTÓGRAFO, ENTENDED QUE ME ESTÁ COSTANDO UN POCO. 
THÈRAMON SE CREA A MEDIDA QUE VOY ESCRIBIENDO. 
DIBUJÉ EL PRIMER BOCETO DEL MAPA HACE  DIEZ AÑOS. 
EN LOS ÚLTIMOS DOS MESES HE VISITADO LUGARES CUYA EXISTENCIA DESCONOCÍA. 
LÓGICAMENTE, HE TENIDO QUE MODIFICAR EL BOCETO ORIGINAL.

NO ESPERÉIS UN AUTÉNTICO MAPA,  MI TALENTO NO LLEGA A TANTO. 
PERO CREO QUE DOS CHINCHETAS Y TRES POST-IT OS AYUDARÁN A SITUAROS. 
GRACIAS POR VUESTRA COMPRENSIÓN. 




3 comentarios:


Raquel Cruz dijo...
El machango esta genial, muy currado el mensaje de... estamos trabajando en ello. Por esa razon te voy a perdonar y no voy a matarte por semejante chasco que me he llevado jajajajja. El muñeco está bien pero yo quiero el mapa para clavarle chinchetas y decir, mira por ahi anda la niña que se ha echo mujer y el hombre que es más que un hombre xdddd. Espero que no cumplas tu amenaza y tardes 10.000 años en hacer el mapa. No es por no esperarte (no creas) pero dudo que el cosmos me conceda semejante prorroga.
Jordi Nogués dijo...
¡Que risa cuando lo he abierto! Esperanzado en encontrar el mapa de Thèramon... y después lo de las chinchetas y los tres post-it; genial. Es un buen sustituto, de momento. Por cierto, tu mejora en la manipulación del blog va cada vez mejor. Eres ya toda una experta. Suscribo lo de Raquel; no tardes 10.000 en hacerlo, pues a algunos nos costará aguantar tanto. Ánimos al cartógrafo, que trabaje duro estos días. Un besazo.
B.A Magaña dijo...
Raquel y Jordi, ¿os ponéis de acuerdo para venir de visita? Siempre os veo juntos, encabezando la lista de comentarios, mis queridísimos compañeros de viaje, y los dos más leales. Os agradezco que os lo hayáis tomado con tan buen humor, lo cierto es que esperaba descontento y quizás alguna amenaza de tortura. Thèramon se creó en 10.000 años, sí, y supongo que a ninguno nos va de dos días ver el aspecto que tiene, no a estas alturas. Pero estoy tan impaciente como vosotros por ver el resultado. No esperéis una obra de cartografía avanzada, lo estoy haciendo prácticamente a ciegas, pero estoy poniendo todo mi empeño y mi amor en ello. Jordi, me alegra que te gusten los nuevos añadidos. No soy una experta, ni mucho menos, lo confieso: estoy teniendo mucha ayuda. Ya os lo he dicho: soy una persona muy muy afortunada. Os quiero a los dos.

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domingo, 19 de junio de 2011

Gracias por dar tu opinión

Soy una persona muy afortunada.
Por algún motivo que se me escapa, los dioses han decidido que este año me toca recibir cosas buenas, y me están dando muchas, no hay día que pase sin que tenga un motivo para acercarme a mi propio Templo de Alodial, no para pedir, sino para dar las gracias.
Las musas están contentas, mucho, con la buena acogida que ha tenido Thèramon, y se muestran generosas, y esta historia va creciendo. Adoro poder escribir. Por ello digo gracias.
Este humilde blog cuenta con un montón de compañeros de viaje, y muchos de ellos dejáis vuestros amables comentarios llenos de apoyo y de cariño, y eso me hace feliz. Por ello digo gracias.
A lo largo de los dos últimos meses he conocido a un montón de personas estupendas que se han convertido en compañeros, primero, y en amigos casi inmediatamente. Escritores maravillosos que me inspiran con su talento y valiosos amigos que llenan mi vida de amor, de risas, de ilusión, de sentimientos hermosos. Que llenan mi vida, vamos. Por ello digo gracias.
No sé si merezco todo el amor que recibo, pero lo acepto encantada, y sólo espero ser capaz de corresponderos como merecéis.
Jules, Raquel, Jordi, Lala, María, cinco musas donde hasta hace poco había tres, os nombro por el orden en el que habéis ido llegando a mi vida, y a muchos otros, gracias por vuestra lealtad, por vuestro apoyo, por ayudarme a sacar lo mejor de mí, por hacer del mundo un lugar mejor.
¿Me estoy poniendo demasiado ñoña?


Uno de mis compañeros de viaje me ha concedido el honor de opinar extensamente sobre el último párrafo de este prólogo que habéis podido leer a lo largo del último mes. Y es un honor, porque es un escritor maravilloso, y  sabe reseñar estupendamente; y porque a pesar de estar tan ocupado escribiendo su cuarta novela y preparando la publicación de la segunda, ha encontrado tiempo para dedicarlo a comentar mi trabajo, como si yo fuera alguien importante o especial. Tengo su permiso para compartir su opinión con vosotros, y hoy lo hago con afecto y con orgullo. Jordi, compañero e inspirador de mis musas, te digo gracias.

Breve reseña del último párrafo del prólogo de Criatura de Fuego, criatura de Luz, por Jordi Nogués:

"El comienzo liga perfectamente con lo escrito anteriormente; pero has añadido algo genial, a mi modo de ver, algo humano. La aldea, primero, y después, el mesón. Esto hace que la narración “descienda” hasta el mundo de los hombres; pero contemplado desde las divinidades tan protagonistas en las anteriores narraciones.
Y en el primer párrafo un breve apunte de la chica (desprotegida y vulnerable); ahí te sientes atrapado por ella pues desearías protegerla a toda costa.
Pero la narración vuelve a los cielos nuevamente (y te dan ganas de matar a la escritora, pues quieres saber más de la muchacha); pero claro hablas de dragones y ahí te quedas satisfecho. Se nombra la batalla de Nunak Dev y uno se siente con ganas de rememorar aquello sucedido doscientos años atrás.
Vuelves a bajar a la aldea y los dioses se mueren por ver de nuevo a la chica; ella está lavándose, como quitándose algo horrible que le ha ocurrido.
El relato continúa en un sube y baja cada vez más intenso y rabioso; memorias olvidadas, objetos míticos, dioses sorprendidos. Todo contribuye a darle fuerza al relato.
Finalmente nos dejas con la miel en los labios; un hombre (no sabemos si bueno o malo) sonríe al escuchar una mágica llamada lejana. Esa incertidumbre de la pureza de su corazón y la misión de esa llamada son dos misterios que te dejan rabioso y esperando un nuevo trozo.

Hasta aquí el resumen, algo rápido.
Aspectos que te hago saber.
Definiría tu “ritmo” como un caos ordenado; pues es una verdadera carrera de sube y baja, cada vez más violenta. Al principio parece desligada de una armonía, pero después te das cuenta que todo parte de un plan preconcebido; hacer que el lector sólo desee más y más. Incluso, como lector, uno se salta algún párrafo para buscar sobre aquello que te gusta más. Ello te desespera pues después en una segunda lectura ves que te has saltado cosas importantes.
En cuanto a tu prosa, es lo mismo de siempre: genial y fantástica, rozando la poesía en algún momento y dándole ese barroquismo tan característico en Thèramon. Eso da carácter a la narración y te configura como una escritora con muchísimo talento.

Me falta ver qué pasa con la acción. Los diálogos. Los misterios y su resolución.

Pero, niña, eres una delicia; ¿qué pasa que no dejas de sorprenderme? Continua, Bea, continua; me tienes hechizado."


Bueeeeeeno, con críticas así, una desea seguir escribiendo. Me encanta que me digan: tu historia me ha enganchado, Bea. Pero cuando alguien me dice que mi prosa le ha  hechizado, uf, me da un subidón. Mi prosa gusta. ¿Se puede ser más feliz?
Jordi, no tengo palabras suficientes para agradecerte tu apoyo constante, tu entusiasmo contagioso, tu amistad incondicional y la inspiración que me proporcionas. Gracias por haber escrito "Tres Profecías". Gracias por todo.


Y si alguien más se anima a opinar extensamente por escrito, y es lo suficientemente valiente como para aguantar mis empalagosas muestras de afecto sin ruborizarse, su comentario/reseña será bienvenido. Raquel, María, podéis daros por aludidas. Y cualquier compañero de viaje, por descontado. Todos tenéis vuestro papel en Thèramon.

Que los dioses os guíen y os guarden.

domingo, 12 de junio de 2011

Las musas están contentas

Queridos compañeros de viaje,
por una vez me voy a limitar a daros lo que me estáis pidiendo, sin soltaros el rollo primero. No porque no me sienta agradecida, no lo penséis nunca, mi agradecimiento no tiene límites; sucede que tengo tantas ganas como vosotros de leer la continuación de este prólogo que tantos elogios ha recibido hasta el momento, y mi impaciencia me vuelve un poco descortés. ¿Me perdonáis?
Pues vamos a lo que nos interesa.


             © Bea Magaña
             (Reservados todos los derechos)

       "La noche estaba avanzada y la aldea dormía, soñando con un nuevo día de rutina y ajena a la expectación de los dioses, que observaban aquel rincón del mundo desde Wad Ras, su cálida morada celestial. El mesón había cerrado sus puertas hacía ya rato, y la brisa se había llevado lejos las voces de los últimos borrachos; también los gritos de dolor de aquel necio que se había atrevido a acercarse demasiado a la muchacha que parecía desprotegida y vulnerable. En lo más profundo de Parome Arborae, el silencio sólo se veía interrumpido por el rumor constante del Gudaro, que se alimentaba del llanto de innumerables espíritus torturados y solitarios. Esa noche, incluso los Ente Arborea permanecían callados, a la espera.
         Thèramon aguardaba.
       En el centro del cielo, perfecta y radiante, Ungetsu iluminaba la tierra y atesoraba las voces de los Onii que cantaban para ella, como llevaban haciendo desde el principio de los tiempos. Observaba cada región de Thèramon, buscando a sus amados dragones, se regocijaba con el recuento, conocía a cada uno de ellos por su nombre, se alimentaba de la adoración que todos ellos le profesaban. Pero quedaban tan pocos en estos tiempos, eran tan pocos los Onii que habían sobrevivido a la batalla de Nunak Dev; y hacía doscientos años que no nacían nuevos Baskonios, si bien la sangre se transmitía de padres a hijos, de modo que había muchos repartidos a lo largo y ancho del mundo que aún no se habían manifestado, e incluso que ignoraban lo que eran.
       La Luna Oculta buscaba, contaba, y esperaba. Se estaba gestando un gran cambio. En Wad Ras se rumoreaba. Todos los dioses tenían los ojos puestos en una pequeña aldea fronteriza. Los rumores hablaban de la existencia de una criatura extraordinaria que no tardaría en manifestarse. Las noticias habían viajado en aras de los vientos, y habían llegado a oídos de algunos que, sin ser dioses, eran inmortales. Desde Oassian a Oasyna, pasando por el corazón de Minroq Dalnu, hasta llegar a Oassim, en los confines de la tierra, muchos oídos estaban a la espera, también.
       Ungetsu tenía su atención dividida entre la ciudad de Mersha y la espesura de Parome Arborae, donde una muchacha de cabellos dorados y piel alabastrina se bañaba en el río, a salvo de miradas indiscretas. La joven lloraba mientras se restregaba el pecho y los brazos con brusquedad, casi con violencia. Tanto le hervía la sangre que no sentía la frialdad del agua en la piel. Todo su cuerpo temblaba de rabia. Hacía rato que había dejado a un lado el miedo. En cuanto a los remordimientos, en ningún momento los había sentido.
       No había tenido miedo de aquel hombre, sino de su propia reacción. De dónde había sacado la fuerza necesaria para quitárselo de encima y causarle tanto daño, lo desconocía. Durante unos instantes había pensado que, si nadie la hubiera detenido, habría sido incluso capaz de matarle por su atrevimiento, y no se habría arrepentido de hacerlo. Sólo era un insignificante dizseiim, cuya muerte no habría significado nada para ella. Este pensamiento la había llenado de inquietud. No era la primera vez que sentía esa falta de empatía hacia las personas que la rodeaban, pero nunca la había sentido con tanta intensidad; como si estuviera por encima de todos ellos.
         Como si despreciar a los dizseiim fuera un rasgo propio de su naturaleza.
       En el salón de reuniones de Wad Ras, Ulcus y Neera se lanzaban miradas cómplices, y asentían mientras compartían un secreto sin palabras. Sentado en su trono, Enlil sonreía con la tranquilidad del que tiene todas las respuestas en la palma de su mano.
       Cuando estuvo segura de haber desterrado de su piel todo rastro del contacto indeseado de aquel hombre, la muchacha se acercó a la orilla del río y buscó entre las ropas que había recogido después de abandonar el mesón a la carrera. Las ropas, y lo que se ocultaba debajo de ellas, eran los únicos recuerdos materiales que conservaba de su abuelo. Tocó las prendas, dejó que la nostalgia la inundara durante varios minutos, y por fin se las puso. Se había jurado, después de lo ocurrido horas antes, que no volvería a parecer una muchacha atractiva. Si los hombres no la deseaban, no tendría la necesidad de defenderse de ellos. Pero incluso vestida con las viejas prendas de su tutor, el cabello la delataba. Algo que podía solucionar con la ayuda de una hoja medianamente afilada.
      Cogió el objeto que se hallaba envuelto en una viejísima capa de viaje y sintió sus manos temblar; había visto la espada de su abuelo en varias ocasiones, pero jamás la había tocado. Retiró la tela con cuidado, con respeto. La luz de la luna se reflejó en la hoja plateada y por un instante la hizo brillar con luz propia, como si fuera un ser vivo, más que un objeto extremadamente hermoso. La muchacha suspiró y alzó la cabeza hacia los cielos.
        Ungetsu contenía el aliento.
       Los ojos de la muchacha despedían llamaradas de puro fuego mientras miraban esa luna que sólo ella y su abuelo podían ver. Mirar a Ungetsu siempre le proporcionaba alivio y consuelo, y la hacía sentirse fuerte. Esa noche necesitaba consuelo; esa noche, más que nunca, echaba de menos al hombre que la había criado y amado durante toda su vida. Las lágrimas que caían de sus hermosos ojos le ardían en las mejillas. Ignoraba lo que sus ojos transmitían, porque no podía verse a sí misma. Daba por sentado que las lágrimas eran calientes, no se hacía preguntas. Pero desde los cielos muchos ojos la observaban, sabedores de que la criatura de fuego que era la mitad de su ser acababa de despertar.
       Tocó la espada. Acarició la brillante hoja con sus dedos temblorosos y le pareció sentir una vibración que le recorrió los músculos y le erizó la piel de los brazos. La empuñadura de oro y plata labrada llevaba engastado un rubí que se encendió al contacto de su mano. Sintió el calor, la sorpresa le hizo soltar el arma, se miró la palma, con los dedos de la otra mano se tocó la marca que le había aparecido. Como no le dolía, se atrevió a empuñar la espada. La sintió ligera, la sintió poderosa, la sintió viva.
        La sintió suya.
        Después se agarró un mechón de cabello.
      Lejos de allí, en la ciudad de Mersha, un hombre que era mucho más que un hombre miraba la luna con aire soñador y escuchaba los sonidos de la noche asomado al amplio balcón que comunicaba con sus aposentos privados. De pronto, cerró los ojos y pareció escuchar una llamada lejana. Cuando volvió a mirar a Ungetsu, sus iris refulgían con un fuego dorado, y en sus labios se había dibujado una sonrisa."



¡Uf, qué ganas tenía de compartirlo con vosotros!
Amigos míos, hemos llegado a las dos mil visitas. Guau, y no se me borra la sonrisa de boba. 
Espero no defraudaros. Espero que os guste este nuevo pedacito de Thèramon. Espero vuestros comentarios, las musas los esperan. Si os ha gustado lo que habéis leído, dadles las gracias a ellas. Porque dejáis vuestra opinión y vuestros comentarios,  las musas están contentas, se muestran colaboradoras, y de ese modo Thèramon crece.
Y yo soy feliz, porque escribo. Y soy feliz, porque amo. Y porque puedo compartir un poco de lo que hay en mi corazón.
...
Y a vosotros tres que inspiráis a mis musas, recibid todo mi amor.

domingo, 5 de junio de 2011

Cuando los sueños se cumplen.

5 de junio de 2011, un día para marcar en el calendario.
He imaginado muy a menudo la Felicidad, así, con mayúsculas. He escrito sobre ella en mis novelas, la he soñado, la he descrito, he creído sentirla muy a menudo en los últimos meses. Creía que la tenía al alcance de la mano, que podía tocarla con sólo estirar el brazo y cerrar los ojos.
No sabía que estaba equivocada.
La Felicidad es mucho más de lo que había imaginado.
La Felicidad real es tan inmensa que no se puede describir con palabras.
No me siento embargada por la emoción, ni a punto de llorar de puro gozo, no tengo ganas de ponerme a cantar ni siento que el suelo desaparece bajo mis pies y que me elevo hacia los cielos. Eso es lo que les sucede a los personajes de mis historias cuando son felices. Lo que yo siento es mucho más grande.
Siento tanto, tanto AMOR que necesito, más que deseo, compartirlo con el resto del mundo; no soporto pensar que exista alguien que nunca haya conocido la Felicidad como la conozco yo; ojalá pudiera transmitirla a cada uno de vosotros y hacer que os sintiérais igual que yo en estos momentos.
No hay nada mejor ni más grande que ver cómo se cumplen los sueños.

Hoy os dejo un nuevo fragmento de este prólogo que tantos buenos comentarios ha recibido hasta el momento. Es una parte de mi corazón, y mi corazón está henchido de Amor y de gozo, por eso quiero compartirlo con vosotros, queridos compañeros de viaje. Sin vosotros, este blog no tendría razón de ser. Sin vosotros, Thèramon seguiría siendo tan sólo un sueño.  Espero que lo disfrutéis tanto como los anteriores, y que os haga sentir la misma emoción y el mismo anhelo que me hace sentir a mí.
Os deseo océanos de amor y de Felicidad con mayúsculas.
Y de nuevo os doy las gracias.


                © Bea Magaña
               (Reservados todos los derechos)
 
            "Cuando Brelian parte al encuentro de Cauro, su esposo, privando a los cielos de su brillante resplandor azul, Fsaira se ciñe a la frente su diadema de zafiros y se eleva con gracia por el este vestida de oro y turquesa. Hermosa entre las inmortales, tan sólo Blava Brelian puede hacerle sombra, y por temor a pasar inadvertida no se atreve a asomar su bello y pálido rostro durante el día. La tarde le pertenece, y de ella es reina hasta que decide abandonar los cielos, llevando entre sus brazos amorosos a los que vienen del oeste fatigados después del largo viaje que les ha traído hasta ella: Plio, su propio hijo, la luz surgida del fuego creador de Ulcus, y Aeblir, la llama que arde en su corazón, el que no ha de reinar junto a ella sobre el horizonte oriental.
       Nacida de los amores de Adtaros y Narieda, Fsaira es hermana de Aeblir el Intrépido, al que ama con la profundidad de lo que es secreto y desea con la pasión de lo que es prohibido. Durante un instante, cuando se encuentran y se funden en un abrazo, el rojo de la pasión que Fsaira siente arde en los cielos como una llama imperecedera que no tarda en extinguirse. Pues Aeblir jamás será su esposo, y pronto él se queda dormido entre sus brazos, y Fsaira vuelve a irradiar su pálida luz, producto de su corazón apesadumbrado.
       Ella es la preferida de Ulcus, quien la desea sólo para sí, y por él tiene prohibido demostrarle afecto al primogénito del dios Forjador; y perseguida por éste, no se atreve a acercarse a su morada, y por eso no conoce el oeste, ni ha visto nunca el rostro de Cauro, que es también hijo de Adtaros el inconstante, el padre de los vientos.
       Deseada por muchos, esposa de nadie, ella es Fsaira la Indómita, decidida a que ningún inmortal rija su destino. Por eso va y viene, como una estrella inconstante, y al igual que su padre recorre los cielos a su antojo, iluminando con su pálida estela aquella parte del mundo que el ardor de Ulcus no ha tocado.
       Al este del país donde las nieves no desaparecen, ocultos más allá de Boreade Sibbah, viven los más hermosos entre los ilohiim, a juicio de Fsaira, los delicados Albos que cohabitan con los Onii que se deslizan en aras de los vientos, todos ellos amados por Adtaros, que vela por ellos desde su morada celestial. El Sol Azul los conoce bien, y al igual que su padre los ama de manera especial. Sus cabellos tienen el color de la más pura nieve jamás hollada, y sus ojos penetrantes ribeteados de violeta recuerdan sin dudar a los del amado de los dioses. Pero ninguno se parece tanto a May-tê-addi como la niña que ahora se aleja a través del Desierto de Hielo cogida de la mano de un hombre que, por su aspecto, bien podría ser su abuelo. Esa niña cuyos ojos irradian una luz tan pura y hermosa que podría competir en belleza con la de la propia Ungetsu, la amada por todos los dragones del mundo.
       La niña aparenta unos ocho años, aunque son más del doble los que ha vivido oculta de la vista de cualquier mortal, a uno y otro lado de las barreras mágicas que separan a los ilohiim de los dizseiim. A lo largo de su vida ha aprendido a soportar incomodidades y a defenderse por sí misma, a pasar desapercibida y a guardar secretos. Si su estancia en Oasyna le ha enseñado algo más, lo ha olvidado en el momento en el que ha abandonado el hogar de los Lil Xaii. Ése ha sido el regalo de despedida de Lil Duma, el único que ha sabido ver más allá de su Apariencia a la criatura que aguarda paciente el momento de manifestarse.
       -Este mundo no está preparado para conocer a una criatura como ella -le ha dicho Duma al hombre que hace las veces de padre de la niña, si bien ésta no le llama padre sino abuelo-. Es mejor que crezca en la ignorancia. Devuélvela al mundo al que pertenece y permite que crezca entre dizseiim como una dizseiim más, desconocedora del poder que guarda en su interior. Cuida de ella como hasta ahora, protégela y no bajes la guardia, pues aunque nadie conozca su existencia y nadie la busque podría ocurrir que por azar alguien descubriera el secreto que se oculta detrás de sus ojos. No te inquietes por el futuro que le aguarda. Si May-tê-addi decide reclamarla, se presentará ante ella llegado el momento. Si, por el contrario, su destino es el de una Baskonia, ella misma sabrá encontrar su lugar, como lo hiciste tú en su día.
     -Aladar me envió a tu ciudad porque sabía que sólo tú podrías ver más allá de su Apariencia -ha insistido el hombre, reacio a marcharse sin una respuesta-. Dímelo, Duma, por el amor de Enlil, dime qué clase de criatura es mi pequeña.
        Lil Duma ha esbozado una sonrisa enigmática.
     -Es una criatura de fuego, y también es una criatura de luz, pero no puedo decirte qué aspecto tendrá en su forma verdadera, pues no he llegado a verlo. Sólo hay uno en este mundo que podría decírtelo, un hombre al que conoces y amas y con el que no deseas encontrarte a pesar de lo mucho que has añorado su compañía y sus consejos. Por ese motivo has evitado acercarte al corazón de Minroq Dalnu durante todos estos años de vida errante.
        -El rey de Mersha, mi señor Cornell -ha susurrado el hombre sin dudar.
     -Ése es el nombre que utiliza ahora -ha asentido Lil Duma, con otra sonrisa enigmática-. Sólo Cornell tiene el poder necesario para ver lo que ningún mortal puede ver.
       De vuelta al oeste, quién sabe si hacia Minroq Dalnu, vestidos con túnicas blancas y envueltos en pieles, una niña y su abuelo viajan en busca de un lugar en el que echar raíces y de un destino que ninguno de ellos conoce. Fsaira observa su avance y se pregunta si Enlil es consciente de la existencia de esa criatura y si él ha permitido que lo imposible ocurriera.
Criatura de fuego, criatura de luz... ¿qué nombre recibirá una criatura como ésa?
        Ah, pero eso no es tan importante ahora.
      Olvidando por un instante a la muchacha, Fsaira se vuelve hacia los recién llegados y esboza una sonrisa de bienvenida. Aeblir sostiene a un Plio dormido entre sus brazos con el cuidado de un padre amoroso y la mira con intensidad antes de entregárselo. Los cielos arden durante un instante mientras que en la tierra una muchacha que es mucho más de lo que aparenta eleva el rostro hacia el firmamento y busca con la mirada a la luna que solamente los Onii son capaces de ver. Fsaira rodea a Aeblir con sus brazos y los mece a ambos; y cuando el Gran Sol se queda dormido, envuelto en el manto púrpura y turquesa que Fsaira traía en su carro, la indómita azul coge las riendas y da media vuelta, resuelta a no traspasar la barrera que separa el este del oeste, donde Ulcus la espera para hacerla suya para toda la eternidad."



Os animo a pasaros por el Templo de Alodial, y dejar allí vuestros comentarios, críticas, preguntas y sugerencias. Recordad que un blog se alimenta de los comentarios de sus seguidores. Aunque no os llamo seguidores, sino compañeros de viaje, porque os siento compañeros y amigos más que viajeros curiosos, aunque a muchos de vosotros no os conozca todavía.
Que el amor sea vuestra Luz y vuestra Guía, y que en cada cosa que hagáis pongáis siempre vuestro corazón, porque sólo desde el interior de muestros corazones salen las mejores creaciones. Ulcus y Neera lo saben bien, y por eso crearon a los dragones y a los unicornios que pueblan Thèramon, y desde la calidez de Wad Ras velan por todos ellos, y les ayudan a crecer, y les otorgan su poder, el poder de los dioses.

Hoy mi Destino se ha reunido conmigo, y me ha mostrado el futuro. Hoy no hay nadie más feliz que yo en todo el universo.
Doy gracias a los dioses.
Amo, y creo.
Amo, y confío.

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