viernes, 9 de septiembre de 2011

Thèramon. El origen (III). Skadûr, la Oscuridad que mora en los cielos

Hoy os dejo la tercera parte del génesis de Thèramon, que me ha sorprendido mucho, por cierto, ya que tenía pensado continuar con Wad Ras y presentaros a Eshor y a Halodan, los dos pilares de nuestro mundo. Pero las Musas, amigos, siempre las Musas haciendo lo que se les antoja!! Y yo satisfecha con el resultado, y agradecida por su inspiración.

Este capítulo ha sido especialmente difícil, y creo que os va a saber a poco; sólo espero que no critiquéis la longitud del texto, si acaso el contenido. He intentado conservar el tono de los dos relatos anteriores, no sé si lo he conseguido, os toca a vosotros juzgarlo.

Os deseo un muy feliz fin de semana. Y para mí, que vuelvan la alegría y el entusiasmo de julio, que me ayudan a conservar la inspiración. Porque, como siempre digo, el amor es la fuente de toda creación, y yo deseo seguir creando. Recordad que en cada fragmento de esta historia va un pedazo de mi corazón. Cuidadlo bien, y amadlo, si consideráis que es merecedor de vuestro amor.



© Bea Magaña (Reservados todos los derechos)


SKADÛR, LA OSCURIDAD QUE MORA EN LOS CIELOS



"Cuentan las antiguas laudanas que la Primera Guerra de la Sombra tuvo lugar antes de que Thèramon hubiera recibido su primer nombre, cuando los heryshi que se habían establecido en Wad Ras decidieron que el mundo en el que moraban se les había quedado pequeño ante sus enormes deseos de seguir creando.
      Esta primera guerra tuvo lugar en las inmensidades del universo que Tiere había originado, retazos del anterior Vacío que nadie había llenado de Luz todavía. Y en ella perecieron muchos de los Sagrados vástagos de Tiere, abatidos por el odio de una criatura contra la cual no habían sido prevenidos, porque ningún heryshi la había visto antes, ni siquiera en sus recuerdos, donde existían todos los pensamientos de la Diosa que les había dado la vida.
      En aquel entonces, Viorel era una negrura infinita salpicada de pequeñas esferas apenas iluminadas, incontables mundos vivos a la espera de ser descubiertos y transformados por la Luz de la creación. Algunos eran más brillantes que otros, porque en ellos los heryshi habían comenzado su labor. Pero había muchos que todavía permanecían a oscuras, ignorados e innominados, y en ellos la vida se abría camino por sus propios medios, sin un guía, sin una mano que le diera forma.
      Y se dice que fue en uno de estos mundos donde Nepritel abrió los ojos por primera vez, solo y rodeado de oscuridad. Aunque no había nadie allí que pudiera presenciar su nacimiento, y muchos dudan, incluso a día de hoy, de sus orígenes. Si se trataba de una criatura única surgida del corazón de un mundo estéril, o si fue abandonado a su suerte como un huérfano cuya llegada no había sido deseada, nadie puede decirlo con seguridad. Pero se cuenta que cuando miró a su alrededor por vez primera y vio su mundo vacío y reseco, lloró; y fue tan grande su rabia y tan profunda su desesperación que no pudo contenerlas, y se desprendió de su cuerpo, y su espíritu se elevó por los aires como una sombra que crecía a la par que su odio, y esta sombra envolvió el mundo del que había surgido, y el mundo murió por asfixia, y después se desintegró. Entonces la sombra vagó sin rumbo por el universo durante mucho tiempo, despojada de un cuerpo, carente de nombre.
      Pero un día encontró un mundo parecido al suyo, una pequeña esfera oscura y despoblada, y sintiendo nostalgia se acercó para verlo de cerca. Volvió a su cuerpo con esfuerzo, pues apenas se acordaba del aspecto que había tenido antes de convertirse en sombra, y caminó por la superficie de aquel nuevo mundo, perdido en sus escasos recuerdos, contemplando un paisaje árido e interminable en el que nada vivía. Y luego de mucho tiempo descubrió un indicio de vida, y lo observó con ojos atónitos y maravillados, y de nuevo lloró al comprender que la vida era posible incluso en el más inhóspito lugar, si se le daba tiempo para desarrollarse. Pero él no había sido paciente, y había destruido su propio mundo movido por su ignorancia. Entonces sintió celos de ese otro mundo, porque podría llegar a ser lo que ya nunca sería el suyo, y cegado por el odio lo destruyó, como había hecho antes, porque no le pertenecía.
      De este modo volvió a vagar por el espacio, convertido en Skadûr, la Sombra Sin Nombre, el Devorador de Mundos, decidido a destruir todo aquello que tuviera vida, pues nadie había insuflado el aliento de la creación en su corazón, y solamente sabía odiar.
      Los primeros heryshi que se toparon con esta criatura pensaron que era un espíritu surgido de las profundidades de Berindei al igual que ellos, a pesar de que su aspecto era diferente, en cierto modo aterrador. Pero no se escondieron de él, ni se apartaron de su camino, porque no conocían el miedo ni juzgaban el corazón de las cosas vivas por su aspecto externo. Antes bien, se acercaron a él y quisieron conocerle, y en ningún momento desconfiaron de sus intenciones, porque nunca habían tenido ocasión ni motivos para aprender lo que era la cautela.
      Y Skadûr vio en sus ojos el reflejo de una luz tan brillante y hermosa que al principio le cegó, pero se obligó a mirarla, movido por la curiosidad; y en esa luz que procedía de los recuerdos de aquéllos que habían conocido las maravillas de la vida en todo su esplendor pudo ver el paisaje lleno de colorido que conformaba el precioso tapiz que Ergin y Enlil habían tejido en Wad Ras, y todo su ser se encendió de envidia, porque lo quiso para él. Entonces trató de robar esa luz de los ojos que le observaban sin saber lo que él estaba viendo, y al no conseguirlo les envolvió en su sombra, y uno a uno fue destruyéndolos. Y no encontró resistencia, pues los heryshi no habían sido creados para luchar en una batalla, sino para dar vida a lo que su Diosa había imaginado antes de que ellos existieran.
      Desaparecidos los heryshi, su curiosidad seguía insatisfecha. Y la envidia le quemaba las entrañas. Y así, movido por sus deseos de destruir todo aquello que no podía poseer, emprendió su propia búsqueda a lo largo y ancho de Viorel, decidido a encontrar el mundo que había vislumbrado en los recuerdos de los vástagos de Tiere, a la que él no había conocido. Y a su paso sólo dejaba destrucción y oscuridad, porque ésa era la esencia de la que estaba hecho.
      Y así fue como los Sagrados conocieron lo que era el temor, y muchos de los que lograron escapar del ataque de la Sombra se refugiaron en mundos lejanos y escondidos, y se llevaron el temor a esos mundos, y sus creaciones se vieron impregnadas de ese temor. Por eso ninguno de los infinitos mundos que existen en la inmensidad del universo es tan perfecto como el que crearon Ergin y Enlil en el principio de los tiempos, ni tan puro; aunque en esos mundos sí pueden existir las criaturas que Tiere había imaginado durante su período de gestación, porque la imperfección contiene la semilla que no puede producir la divinidad.
      Y la mayoría de esos mundos se salvó de la ira de Skadûr, porque su obsesión le mantuvo concentrado en alcanzar el más perfecto de todos ellos, la Morada de los Dioses, y así pasó por alto la existencia de los que no brillaban con luz propia, y sólo a veces se detenía un momento para dedicarles una mirada de curiosidad, cuando pasaba junto a ellos, y una parte de su esencia se quedaba allí, flotando en el cielo de esos mundos, oscureciéndolos, contribuyendo a que germinara en su superficie la semilla de la malicia, que es el origen de todos los conflictos y de todo el dolor.
      Pero el Nepritel no llegó a las puertas de Wad Ras enseguida, sino que tardó una infinidad de tiempo en encontrar el camino que le conduciría hasta ese mundo que había codiciado desde el primer momento en que lo vio, reflejado en los ojos de un espíritu que en nada se le parecía. Y de este modo la Morada de los Dioses fue un lugar seguro durante mucho tiempo, y los Sagrados tuvieron una existencia dichosa y tranquila, desconocedores de la amenaza que pesaba sobre su mundo perfecto y del destino que les aguardaba, a muchos de ellos, más allá de las primeras estrellas, en un lugar que mucho más tarde sería conocido con el nombre de Thèramon."

13 comentarios:

  1. Precioso Bea, realmente precioso. Aunque con un trasfondo muy triste a la vez que hermoso. Pese a que Nepritel es malo, describes tan bien su desesperanza y dolor, que en el fondo llegas a comprenderle.
    También tengo que decir que poco a poco me voy familiarizando con los nombres. Pero si he de ser sincera, llega un momento en que te da igual porque tu prosa es tan bella, y te atrapa de tal manera que parece que estás leyendo una poesia. De verdad xd. Un besazoooo, corazón!!!

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  2. De nuevo me has subyugado, Bea. Tu forma de narrar las cosas me encanta y me parece que los grandes poetas épicos estarían orgullosos de tí; consigues convertir algo tan horrible como esta historia en una pieza de auténtica poesía, de magistral uso de las palabras.
    Me encanta la historia de la sombra, su envidia y su afán por destruir todo lo que él/ella (no tiene sexo, verdad?) no ha sido capaz de hacer...es un sentimiento que muchos de los lectores podrán comprender y eso lo hace aún más interesante, más atrayente.
    Además está el hecho de que la Sombra no es mala desde un principio, sino que se envilece por las acciones o situaciones que ha sufrido...eso me parece sorprendente. Una maravillosa muestra de que comprendes el mundo que nos rodea, Bea, y eres capaz de plasmarlo sin ningún problema en estos pequeños retazos de tu mundo.
    Un beso y sigue sorprendiendo...me ha encantado leerte de nuevo, corazón.

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  3. ¡Hola vecina!

    Me sigue gustando la historia de la creación del mundo, o de los mundos, porque leyendo tu origen, bien parece una explicación musical y poética del Big Bang. ¡Enhorabuena! Porque siempre podrías tener cabida en ese vasto universo lleno de mundos para algunos de ellos hermanos de Thèramon en los que quieras crear vida.

    Si te soy sincero, aunque a los visitantes les parezca ésta una tarea ardua (la de hacer un mundo y su génesis) es la parte más bonita. ¡Te sientes como dios! ¡Te sientes afortunado y bendecido que de tus manos brote un mundo con tanta intensidad. Así nos sentiamos Susana y yo al crear Erthara.

    ¡Saludos y buenas vibraciones desde la tierra de Erthara!

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  4. ¡Por fin hemos llegado a Thèramon!
    Ese sería el grito de júbilo que sale de mi boca. Y no lo digo por lento o por impaciencia; si no más bien por la idea situar a ese maravilloso mundo en esa preciosa cosmogonía que tú has tenido la suerte de ver y nosotros de poder leer.

    Una cosmogoía super-inspiradora y que aclara muchas cosas.

    En primer lugar la profundidad del universo thèramónico impide encerrar esas historias en "cuatro paredes" (léase un solo libro); ahora eso queda muy claro y lógico. Perdónanos, Bea, a los que hemos llegado ni siquiera a poder pensar en poner en duda tu capacidad para concretar. Es un mundo vasto y grande, enorme; y también lo es la dificultad para explicar lo que ocurré allí.

    En segundo lugar la multitud de micro-historias paralelas son muy sugerentes desde un punto de vista creativo. ¿A quien no le gustaría comenzar a escribir o leer esos enfrentamientos entre dioses?
    Y en tercer lugar, lo ya dicho y repetido, la suerte tuya Bea de poder ver ese mundo y contarlo con tu precioso talento.

    Un epígrafe final; los demás estamos bendecidos por tu amistad y el conocimiento del conocimiento de este precioso blog. Pero eso no lo considero suerte; nuestra suerte es haberte conocido y disfrutar con de tu prosa y tus historias.

    Pero queremos más, mucho más. Pero este, hasta ahora, es mi trozo favorito "Skadûr, la oscuridad que mora en los cielos".

    Gracias otra vez, Bea; que las musas te inspiren más para beneficio de todos.

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  5. Les gusta este relato!! Aunque es más oscuro que los anteriores, no les ha decepcionado!!
    Las Musas agradecen vuestras palabras, queridos compañeros de viaje. Y yo... ¿qué puedo decir yo? Excepto que estoy trabajando en el próximo relato, pues no encuentro mejor forma de daros las gracias que seguir escribiendo, con la esperanza de que mis historias y mi prosa os sigan llegando al corazón.

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  6. Bueno, princesa, lo leí el sábado y me quedé pasmada ante esa prosa tan maravillosa, como siempre que leo algo tuyo. Qué fantástico es llegar, conectarse y ver que Bea ha publicado nueva entrada en su blog. Y sabes que hoy estoy optimista, que me brillan los ojos y la sonrisa baila en mis labios; que hoy lo miro todo con buenos ojos, incluso la desesperanza tiene color de rosa. Sigo haciéndome un lío con los nombres. Imagino que añadirás un glosario de nombres de personajes y lugares, y una especie de árbol genealógico al final del libro cuando lo publiques. Y fíjate bien: digo "cuando" porque sé que ese día va a llegar y nos va a colmar a todos de felicidad. Yo ya estoy feliz viendo cómo este blog ha superado ya 5.000 visitas, ¿quién nos lo iba a decir, eh? Pero aún quiero verlo llegar a 10.000. ¿Demasiado optimista? No creo. Creo en el poder de los sueños, como tú; en el poder de la buena literatura para cambiar una vida, en el tremendo poder de evasión de una buena historia. Y sabes que quiero más. Que no importa a donde vaya ni donde esté, siempre quiero más Thèramon. Ñam, ñam, ñam, recuerda que soy una devoradora XD Feliz lunes.

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  7. Gracias a ti, Jules, hoy creo que será "cuando" y no "si". Gracias por compartir conmigo las buenas noticias, y gracias por dejar tus palabras aquí, sabes que me hacen feliz.
    Si tuviera más tiempo libre ya tendrías en tu poder el glosario, al menos el de los lugares, con las tribus que los habitan. Pero tengo que ir poco a poco, y ahora estoy metida de lleno en el génesis, ¿no eras tú la que pedía una sinopsis? Pues mira lo que has originado!!!
    8)

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  8. Me ha encantado, Bea. El sábado lo leí, y hoy he vuelto a releerlo. Yo discrepo de Jordi; la capacidad de un escritor consiste precisamente en encerrar un universo en las "cuatro paredes" de un libro. Y espero que el tuyo tenga la cuidada edición que se merece.

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  9. Después de unas semanas peleándome con un nuevo ataque de tristeza y de salir vencedora, vuelvo a mi querido rinconcito y respondo a tu comentario, querido Magnus. "Lo leí y he vuelto a releerlo" es una de las mejores frases que se le pueden decir a un escritor, supongo que lo sabes. No deseo pasar por el mundo sin dejar huella, y de momento siento que Thèramon está llegando al corazón de muchas personas, y eso me alienta a seguir escribiendo. Cada día me creo más que estas Historias de Thèramon van a llegar a ver la luz. Sólo es cuestión de tiempo, ojalá pudiera dedicar más horas a escribir!
    Pero no sé si voy a ser capaz de encerrar un universo en las cuatro paredes de un solo libro. Ya sabes que lo mío no es resumir...
    Gracias, querido amigo.
    Gracias a todos por vuestros comentarios, y por vuestro apoyo.

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  10. ¡Qué cosas más bonitas nos cuentas, Bea! ¿Y cómo nos las ibas a contar si no fuera porque hay bondad en tu corazón? Olvida las tristezas y todos los pensamientos autodestructivos porque no te los mereces. Tú sólo te mereces ser feliz con lo que quien sea el que mande en esto te ha permitido gozar: tu creatividad excepcional. Menuda entrada. La sombría estela de destrucción de un Angel de la Muerte errante a través del Cosmos, yo no he visto imagen más poética desde hace muchos años!! :)

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  11. La sombría estela de destrucción de un Angel de la Muerte errante a través del Cosmos... me encanta, Luis, gracias por esa frase.
    Realmente no tengo motivos para sentirme triste, lo sé, tengo todo lo que no me habría atrevido a pedir, y más de lo que habría podido imaginar. Tengo unas Musas fantásticas, excelentes compañeros de viaje, amigos leales y maravillosos, y al hombre perfecto junto al cual me siento completa y amada. Soy muy afortunada. Y doy gracias a los dioses cada día por todo el amor que recibo, y por la inspiración que me permite seguir haciendo crecer a Thèramon.
    Quizás la tristeza es como la fiebre, o es algo genético, o forma parte de mi carácter, o está relacionada con las fases lunares... o quizás es que soy idiota. Estoy intentando averigüarlo.
    Gracias por tu visita, por tus comentarios, por dejar una parte de tu corazón aquí cada vez que vienes, por ser tan exagerado y poner en tu blog que mi blog-novela es sublime 8)
    Me alegra este último comentario que has dejado, porque no veo tristeza en él. Te deseo que encuentres todo lo que yo he encontrado a lo largo de este año, y que sepas apreciarlo y disfrutarlo mejor de lo que yo sé hacerlo.
    (Pero estoy aprendiendo, mis queridas niñas, mis queridos amigos, mis queridos compañeros de viaje, mi amado espíritu afín y dios de mi mundo, cuando la tristeza regresa, es en vosotros en quienes pienso, y gracias a vuestro amor y apoyo que siempre recupero la sonrisa y la alegría)

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  12. No, Bea, la razón será la que sea pero tú no eres idiota. El idiota soy yo que me pongo a jugar a mediquillos contigo. :)

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  13. ¿Qué si eres digna de amor? Yo soy la indigna. Me apena pasar a veces tanto tiempo alejada de Thèramon, pero hay días que llego tan cansada que lo único que me obligo es a publicar la entrada obligada en mi blog y poco más. Espero que las criaturas y la propia Tiere puedan perdonar mi abandono. Es precioso, Bea. ¿No has pensado en presentarlo a concurso? Yo creo que ganarías sí o sí.

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Viajeros de tierras lejanas, amigos de siempre, vuestra visita nos alegra y vuestra opinión nos ayuda, recordad que cada vez que dejáis huella de vuestro paso, Thèramon crece.

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