domingo, 1 de septiembre de 2013

El nuevo Mapa

De los Archivos de Räel Polita: el Mapa de Thèramon en la Era de Sanaa


© Bea Magaña. (Reservados todos los derechos)


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Este mapa, así como todos los textos que aparecen en este blog, están registrados en Safe Creative y en el Registro de la Propiedad Intelectual. Bea Magaña tiene reservados todos los derechos. Te ruego que los respetes.


Nota:

Éste es el aspecto de Thèramon en la Era de Sanaa, la última. Desde su creación hasta la actualidad, Thèramon ha sufrido numerosas transformaciones, muchas de ellas traumáticas. En sus orígenes, era poco más que una isla rodeada de un mar infinito. La historia de la retirada del Mar se cuenta en el Libro de los Dioses. Por tres veces Traytum ordenó retirarse a las aguas, y esto provocó que la isla original creciera, hasta llegar a ser lo que ves aquí. Desde la Era de Aodoir, no hay Mar que bañe las costas de Thèramon, pues el dios de las Aguas Profundas abrió un inmenso abismo entre la tierra y su reino acuático.

El mapa está incompleto. Thèramon está habitado por numerosas razas, y existen más ciudades y aldeas de las que he marcado aquí. A medida que visito cada región, conozco a sus habitantes y descubro sus ciudades. Si bien éste es el mapa definitivo, llegará el día en el que pueda completarlo.

De momento, creo que te servirá bastante bien para orientarte.


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Bien, aquí tienes el nuevo Mapa de Thèramon, obra de Carlos Gran. como ves, no tiene nada que envidiar a los mapas de  las novelas fantásticas que hayas podido leer. Me siento muy complacida, agradecida, emocionada. Y me encantaría conocer tu reacción. ¿Querrás dejar tu comentario? Agradeceré todas las opiniones.

miércoles, 21 de agosto de 2013

El Cartógrafo


Hace algo más de un mes te dije que pronto podría enseñarte el nuevo mapa de Thèramon. Bien, por fin puedo cumplir mi promesa. Aunque no sé si te interesa verlo. Como te dije en mi última entrada, ignoro si sigues haciendo el viaje conmigo. La ausencia de comentarios me hace pensar que no sientes curiosidad, que no tienes especial interés. Que te da igual si te enseño el mapa o si me lo guardo para mí, que soy la única que todavía cree en Thèramon y en su futuro. Pero como también te dije en mi última entrada, vuelvo a escribir para mí, para mi propio regocijo, sin importar si no hay nadie esperando una historia. Me ha costado demasiado superar el Bloqueo como para dejar de respirar de nuevo porque a nadie le interese lo que tengo que contar.

Y, por si acaso sigues aquí, quiero compartir esta novedad contigo.

Si has visto las últimas actualizaciones de la página de Historias de Thèramon en Facebook sabrás que hace veinte días que el mapa quedó terminado. ¿Por qué he esperado tanto tiempo para volver a este lugar? Mi responsabilidad y mi prudencia tienen la culpa. Tenía dos correcciones y dos lecturas para valoración, y quería registrar el mapa antes de hacerlo público. Ayer, por fin, recibí la notificación del registro. Con los derechos de autor de la imagen en mi poder, ya puedo enseñarla.

Pero antes tengo que hacer una cosita. Porque seré muchas cosas malas, pero no soy una aprovechada, y tampoco una desagradecida.

Hace unos años, en mi trabajo, había un compañero que tenía el feo vicio de atribuirse el mérito del trabajo que hacíamos las demás. Cuando montábamos las mesas para los banquetes, él siempre se pavoneaba delante de mi jefe presumiendo de lo precioso que le había quedado el comedor. Las camareras nos habíamos encargado de mover las mesas y de vestirlas, habíamos puesto la vajilla y la cubertería y doblado las servilletas en forma de lazos, pero ese compañero nunca nos mencionaba cuando le mostraba al jefe el resultado final. Y él recibía los halagos y la palmadita en la espalda, cuando no había hecho otra cosa que pasearse mientras nosotras trabajábamos. Un aprovechado, como ves.

Yo no funciono así.

Si te mostrara el mapa sin hablarte primero del cartógrafo, me sentiría un fraude. Porque todo el mérito sería para mí. Y lo más que yo he hecho ha sido poner en un papel lo que visualizaba en mi cabeza. Todo el trabajo de dibujo, retoque, colorido y demás ha sido de Carlos Gran.

Carlos Gran es el autor de la Saga de los Tres Reinos, cuyo primer libro he tenido el honor de corregir; Averyn saldrá publicado dentro de un mes, y llevará en la contraportada una breve sinopsis escrita por mí. Doble honor que me hace, pues con una mención en la página de agradecimientos me sentía suficientemente pagada. Pero a Carlos se le ocurrió que podía devolverme el favor por la corrección, y decidió hacerme un mapa chulo para mis Historias de Thèramon.

Así que, aunque los derechos de la imagen los tenga yo, porque Carlos me la ha regalado, el aplauso ha de ser para él, que ha hecho un magnífico trabajo, primero a mano y luego con el ordenador. Además de la paciencia que ha tenido, porque no es nada fácil trabajar en un dibujo con las vagas indicaciones que le di al principio y que le hice retocar un millón de veces: aquí falta un río; esta ciudad va más a la derecha; esta montaña ha de ser más grande; ¿puedes poner dragones en las zonas en las que hay dragones?... No es fácil trabajar en equipo cuando las dos partes viven a cientos de kilómetros de distancia y se comunican por mensajes de Facebook, foto va, foto retocada y escaneada viene.

Deja que te hable un poco del proceso de dibujo del mapa. La primera vez que Carlos lo vio, era tal y como tú ya lo conoces, porque tiene su propia página aquí, en este blog. Compáralo con el diseño que fui capaz de hacer utilizando un programa llamado Mapper (no te rías mucho de mí, por favor, sé que es muy cutre; ambos mapas lo son, los dibujé yo, je)





Mi intención era ponerle montañas y árboles que parecieran montañas y árboles, como en los mapas de verdad. No me salió nada bien. Pero Carlos captó la idea. Y se inspiró en estos dos mapas para dibujar el mío.


Mapa de la Tierra Media.                                                               Mapa de Eragon 



El resultado, es lo que ves en esta muestra.



Carlos Gran es un artista. Ha conseguido que Thèramon tenga un mapa digno de las mejores novelas de fantasía épica.

Te prometo el mapa entero en mi siguiente entrada, no quiero que la imagen le robe protagonismo al cartógrafo, esta entrada está dedicada a él.


abrazo épico entre Averyn y Thèramon, Feria del Libro de Madrid 2013


Escritor, artista, compañero y amigo. Carlos Gran merece mi agradecimiento y tu aplauso.

viernes, 19 de julio de 2013

De mapas y de tesoros


Si la casualidad no existe, entonces los dioses nos hablan.

Si leíste mi última entrada, sabrás que muchas cosas han cambiado. A mi alrededor, también dentro de mí. He necesitado mucho tiempo de silencio y desconexión para encontrar el camino que había perdido. Durante todo este tiempo, me he preguntado infinidad de veces si te encontraría aquí a mi vuelta. He descubierto que en ocasiones tomamos un camino que nos aleja de los lugares que amábamos, y que el olvido, la desidia o las nuevas ocupaciones e intereses nos impiden volver a esos lugares, a pesar de que en algún rincón de la memoria o del corazón sigamos viendo los paisajes que una vez nos conquistaron. Ignoro si sigues viniendo de vez en cuando. Si aún esperas una historia, más información sobre este mundo que he empezado a mostrarte, o una noticia, alguna novedad. Si te asomas aunque sólo sea para comprobar si he actualizado el blog. Mi silencio no es la mejor forma de atraerte, lo sé. Pero este silencio era necesario, pues mi tristeza, mis dudas y mi batalla contra la Oscuridad tampoco eran beneficiosas para Thèramon.

A pesar de mi silencio, a pesar de mi aparente inactividad, no me he rendido, sigo aquí, y todavía tengo muchas historias que contarte, aunque no vengas a leerlas.

Hoy es un día especial. Hace dos años, por sorpresa y sin proponérmelo, nació la página de Thèramon en Facebook. Una página que no tenía administrador, pero que enseguida recibió varios Me Gusta, ante mi desconcierto, pues no sabía cómo Criatura de Fuego, Criatura de Luz (Libro) había aparecido de pronto en la red social. Pero comprendí que, con sus Me Gusta, los compañeros de viaje mostraban su apoyo a mi trabajo, y me animaban a continuar haciéndolo. Así que, sin saber muy bien lo que tenía que hacer, conseguí que esa página que se había creado de forma automática desapareciera, y abrí la oficial, que no tardó en tener cien seguidores. ¡Caramba! Pues sí que hay amigos de Thèramon en Facebook, pensé. A día de hoy, somos algo más de doscientos.

Y últimamente no hay actividad en esa página.

Pero no porque no tenga nada que contar. Mi musa está activa, hace meses que está muy activa, aunque mi silencio te dé a entender lo contrario. Lo cierto es que me falta tiempo para todo lo que me traigo entre manos.

Ya te he contado que cuando no puedo escribir me dedico a corregir las novelas de otros. Que lo hago sin cobrar, porque no poseo un título que me acredite como correctora, así que no me dedico a ello profesionalmente, aunque mi trabajo sea muy profesional. Hay mucha gente que no entiende que haga esto. ¿Por qué pierdo mi tiempo corrigiendo a otros en lugar de dedicarme a escribir mis propias novelas? No es una pérdida de tiempo, en realidad. Intento explicárselo, pero siguen sin entenderlo. No me importa. Corregir me ha enseñado mucho. Y me ha aportado muchas cosas buenas. Me ha ayudado a superar la tristeza, la apatía, el bloqueo, a recuperar la voluntad y la constancia, a salir de mi estado vegetativo. He encontrado verdaderas joyas literarias, también he encontrado muy buenos amigos. Y a pesar de que no cobro por mi trabajo, he sido muy bien recompensada. Una mención en la página de agradecimientos de una novela que ha encontrado editorial es un regalo que me llega al corazón. Un libro dedicado, agradecimiento y afecto en unas pocas palabras, es un tesoro de valor incalculable. Los que piensan que soy una tonta por trabajar gratis no entienden que soy una persona muy afortunada. Hay cosas muchísimo más valiosas que el dinero. Pronto podré enseñarte una de esas cosas.

¿Recuerdas que te dije que había un nuevo Mapa de Thèramon en proceso? Me muero por enseñártelo. Ese mapa es la forma que uno de los escritores que dejó su novela en mis manos para que la corrigiera ha tenido de demostrarme su agradecimiento. Y es un artista dibujando mapas. Al ver el resultado, y eso que todavía no está terminado, mi musa se ha vuelto loca de entusiasmo y se ha puesto a trabajar de modo que la inspiración me desborda. Pronto volveré a escribir una historia de Thèramon. Y te mostraré el nuevo mapa. Si el anterior te gustó, el nuevo te va a encantar.

O no. No sé, como te he dicho antes, ignoro si sigues viniendo.

Pero empiezo a creer que sigo haciendo este viaje acompañada.

Hoy, por eso de que la página de Historias de Thèramon cumple dos años, tenía previsto actualizar el blog. Qué importaba si no ibas a venir a leer esta entrada. Tenía algo que decirte, y pensar que no iba a haber nadie interesado en lo que escribo ya no iba a servirme de excusa. Durante demasiado tiempo he sucumbido a esa duda, alimentando con mi inseguridad al maldito bloqueo del que estoy intentando deshacerme por todos los medios. Ahora puedo decirte que he superado ese temor. Que vuelvo a sentir la necesidad de escribir para mi propio disfrute, y que lo haré aunque no tenga lectores, porque escribir historias es lo que me hace sentir viva y completa. Si no hay nadie interesado en leer mis historias, no hay nadie a quien pueda decepcionar si no son lo suficientemente buenas. Sin olvidar mi sueño de publicar, vuelvo a escribir para mí, para mi propio disfrute. Publicar no es una prioridad. Escribir vuelve a ser una necesidad.

Pero ¡qué casualidad! (y recuerda que yo no creo en la casualidad), que entro en el blog decidida a hablar de tesoros y de mapas, y me encuentro con un par de comentarios nuevos (como un mensaje de los dioses), que me han hecho pensar que quizás estaba equivocada, y sí sigue habiendo personas interesadas en Thèramon. De algún modo, el contador de visitas ha superado las 25000, seiscientas visitas en el último mes son muchas visitas para un blog sin actividad, ¿no te parece? Bien, pues tendré que encontrar tiempo para actualizarlo con más frecuencia, porque seré muchas cosas, pero no soy una desagradecida y tampoco una desconsiderada. Si hay una sola persona que espera más Thèramon, habrá más Thèramon. Ya veré cómo me las apaño entre corrección y escritura de Z.

Y como no soy una desagradecida, desde aquí respondo al segundo comentario que he recibido hoy, en el que Juank, del blog El Cuentahistorias, me informaba del premio que me ha concedido. Citando el texto que aparece en su entrada: Este premio se otorga a blogs con el objetivo de promocionarlos dependiendo siempre de originalidad, valores, cultura y contenidos... Querido Juank, me siento muy honrada de que hayas visto todo eso en mi blog, e inmensamente agradecida por el premio. Otro tesoro que encuentro, y que ha hecho que hoy sea un día doblemente especial.


Mira, mi segundo premio bloggero!!!

domingo, 5 de mayo de 2013

Cambios

A estas alturas, ya sabes que hay tres cosas que soy incapaz de hacer: resumir, rendirme y aceptar los cambios.
Mi asignatura pendiente es aprender a decir lo que pienso o siento con pocas palabras. Mi objetivo en no rendirme jamás, levantarme siempre después de cada caída y seguir luchando por aquello en lo que creo. Y en cuanto a los cambios... ¿qué puedo decirte? Por fin he comprendido que cambiar no es malo, que la evolución es necesaria, y que es un error empeñarse en quedarse estancado en lo que conocemos, porque no llegaremos a ninguna parte si no nos movemos. Y se trata de avanzar en pos de nuestro destino, ¿no?

Hace dos años mi vida cambió. Como si los astros se hubieran alineado, una serie de circunstancias y de casualidades (recuerda que yo no creo en la casualidad) se sumaron para sacarme de mi estado vegetativo y para romper un bloqueo que durante seis largos años me había impedido hacer lo que siempre había sido para mí tan natural como respirar. Abrí este blog, conocí a personas estupendas que hoy forman parte de mi mundo tanto como los personajes de mis historias, y volví a sentirme viva después de casi una década de vagar por el mundo sin voluntad ni deseo ni ilusión. Ahora, mientras escribo la novela que me mantiene alejada temporalmente de Thèramon y de este lugar, comprendo que fui como un zombi durante todos esos años. Y que morí en sentido figurado porque me negaba obstinadamente a aceptar que las cosas habían cambiado.

He necesitado estos dos años de ilusión, de esperanzas, de felicidad, de desengaños, de despedidas no deseadas y encuentros no previstos, de lágrimas y de lucha interior, para comprender que la evolución no sólo es positiva, sino también necesaria. Y ahora miro atrás y no siento dolor ni ira por las cosas malas que me han pasado, pues todas ellas, junto con las buenas, que también las ha habido, me han traído hasta aquí, renovada y mejorada como persona y como escritora.

Echo de menos caminar por los parajes de Thèramon, pero no me duele haberlo dejado a un lado momentáneamente, porque lo que estoy escribiendo ahora también es Thèramon en parte, y me ha ayudado a terminar de aprender las lecciones que el Cosmos quería enseñarme y que yo me empeñaba en ignorar. Z me ha hecho más fuerte, un poco más sabia, y me ha ayudado a desprenderme de mis temores y de mis dudas. Y eso es bueno para Thèramon, porque por fin he descubierto de dónde nacen mis bloqueos, y cómo evitarlos; he comprendido que el amor es la fuente de toda creación, pero que del vacío sí se pueden crear mundos; que los únicos obstáculos que nos impiden avanzar en pos de nuestros sueños son los que nos ponemos nosotros mismos; que la timidez, la vergüenza y el miedo no son más que excusas que no necesitamos; que las decepciones no matan, que las heridas sanan con el tiempo, que todo gusano debe encerrarse en su crisálida un tiempo para poder regresar al mundo transformado en bella mariposa. Que si nos empeñamos en buscar al unicornio, nunca veremos que estamos rodeados de dragones. Que los dioses nos hablan, pero que no oiremos sus voces más que en nuestro interior.

Thèramon no ha muerto, al contrario, está más vivo que nunca, lo está en mi corazón y en mi cabeza, aunque estos últimos meses no haya tenido tiempo ni siquiera para seleccionar un nuevo capítulo que mostrarte. Las correcciones y Z se llevan todo el tiempo libre del que dispongo, que ya sabes que no es mucho. Pero cuando Z esté acabada, volveré a Thèramon y te mostraré cosas maravillosas.

Una de ellas ya está en marcha. No puedo enseñártela todavía, porque apenas he visto el primer paso, pero te puedo asgurar que me ha gustado muchísimo y que a ti también te va a encantar. El nuevo MAPA de Thèramon va tomando forma. Y ahora sí que parece un mapa, no ese dibujo medio cutre que yo hice y que recibió tantos elogios en su día. Dame tiempo, y te lo mostraré en todo su esplendor. Dame tiempo, y te demostraré que la perseverancia y la fe son el camino correcto hacia nuestro destino. Dame tiempo, y te demostraré que todos los sueños se cumplen cuando estamos preparados.

Y búscame en mi blog de autora, si quieres saber qué estoy haciendo y por qué no tengo tiempo de subir nuevos capítulos de Thèramon al blog. Estoy trabajando para darte más de una sorpresa, más de una alegría. Con la ayuda de los dioses, te daré muchas. Las cosas han cambiado, ya te lo he dicho, yo misma he cambiado, y ya no tengo miedo.

Últimamente no comentas, no dejas huella de tu paso más que en el contador de visitas, pero la cifra que marca ese contador me dice que sigues aquí, haciendo el viaje a mi lado. Permite que hoy te dé las gracias por dos años de apoyo, de creer en mí, de acompañarme y de mostrarme el camino cuando me he extraviado. Deseo que sigas haciéndolo. 

Vamos a por el tercer año!!!!

viernes, 15 de marzo de 2013

¿Me acompañas?

Estás aquí porque amas Thèramon. Vienes porque mi prosa te gusta, porque mis palabras te inspiran, porque ya formas parte de mi mundo, porque quieres saber más de él, o de mí. Cuando dejas huella de tu paso, sé que sigues haciendo el viaje a mi lado. Cuando no te manifiestas, sé que has estado aquí, porque el contador de visitas te ha visto, aunque yo no lo haya hecho. 
Thèramon existe en mi cabeza y en mi corazón, seguirá existiendo aunque no haya nadie que desee conocer sus historias. Pero sé que hay alguien que desea leerlas, muchos alguien, en realidad. Así que Thèramon existe físicamente porque tú estás aquí. Y por ello te doy las gracias.
Tu compañía, tu aliento y tu fe en mí han sido la mejor medicina contra la timidez, las dudas y el miedo a asomarme al mundo y decir con orgullo que soy escritora. Lo he dicho en voz baja, sí, pero creo que mi prosa ha hablado por mí mejor de lo que yo podría haberlo hecho. Y de eso se trataba. Porque soy muy mala echándome flores, y la mejor forma que tenía de decirle al mundo que soy una buena escritora era mostrándole al mundo lo que hago.

Dicen de mi prosa que es hermosa, musical, adictiva. Que emociona, que engancha. Dicen que tengo tanto talento como imaginación. Dicen que tengo un don especial para narrar. Y aunque sé que todavía tengo mucho que aprender y algunas cosillas que pulir, las únicas críticas negativas que he recibido hasta ahora han sido opiniones subjetivas, del tipo: "demasiadas Y en este párrafo" (cierto, pero era una repetición hecha a propósito), "demasiados nombres thèramónicos de golpe" (claro, pero ¿a que llevan una traducción o una explicación siempre que se puede?), y "demasiado corto, o eso me ha parecido, me ha sabido a poco, quiero más" (esta última crítica siempre me encanta 8), será que tengo un poco de ego aunque a veces me parezca que no el suficiente).

Adoro que te guste mi forma de narrar. 

Pero no sólo escribo Historias de Thèramon, ya lo sabes, te he dejado muestras de otras historias en este mismo blog. No soy una escritora de Fantasía Épica exclusivamente. Es difícil encontrar una etiqueta para definirme. Tengo una musa caprichosa que no se amolda a géneros o a tópicos. Le gusta hacer mezclas. Puedo decirte que Z está originando angustia, miedo y risas por igual, no sé si voy a poder catalogarla como Terror cuando llegue el momento de buscarle editorial.
Creo que la mejor forma de describir lo que hago es diciendo: "es diferente; sorprende, impacta, te llega muy adentro, te hace sentir".
Si lo digo yo, suena un tanto prepotente. Pero son ya muchos los que lo dicen. Así que he decidido empezar a creérmelo. Y he hecho algo que hasta ahora no me había atrevido a hacer.

He decidido compartir en Wattpad otra de mis historias. Una que no tiene nada que ver con Thèramon. Una cuya prosa podría echar a perder mi reputación (soy "la Tolkien española" (jajaja), ¿recuerdas?),  o ganarme el corazón y/o la atención de lectores que no son demasiado aficionados a la Fantasía épica. Diría que 800 lecturas no son una mala cifra, así para empezar. Parece que ECPNSBET está gustando. Si sientes curiosidad, te invito a pinchar en este ENLACE y a opinar.

Quiero hablarte de ECPNSBET. También quiero hablarte de Z. Y de otras cosas. Pero no aquí, este lugar es Thèramon, y así quiero que continúe. Que vengas aquí a leer más de este mundo que ya amas, a aprender más sobre su geografía, su idioma, su mitología y sus razas. Quiero seguir dejándote capítulos de una historia que ya conoces, mostrarte el nuevo mapa que está en proceso, contarte novedades cuando las haya, así como buenas noticias, que llegarán cuando la primera Historia de Thèramon esté lista para iniciar su aventura en busca de editorial.
Entonces, ¿cómo hablarte de mis otros trabajos?

Después de mucho pensarlo, he tomado una decisión. Y así ha nacido VOY A SER LEYENDA,  mi blog de autora. Por eso estoy hoy aquí, sin un capítulo de Thèramon para ti, pero con algo nuevo en las manos, algo que quiero mostrarte. Tendrás más capítulos, te lo prometo. Pero hay nuevos proyectos en marcha que quiero compartir contigo, y lo haré desde mi blog de autora, al que puedes acceder pinchando en el nombre. 

¿Me acompañas? 







domingo, 17 de febrero de 2013

¿Te imaginas?

¿Escritor es cualquier persona imaginativa capaz de juntar letras hasta expresar en frases coherentes lo que hay en su cabeza? ¿Escritor es una persona que publica y vende libros? ¿O es todo lo que hay entre lo primero (digamos, el aspirante o aprendiz) y lo último (la consecución de un sueño, la meta a la que todos aspiramos)?

Tengo un sueño. Sueño con ver mis historias publicadas. Empecé a escribir a los diez años, cuando no sabía del mundo más que lo que había ido leyendo en los libros que sustraía de las estaterías de mis yayos, primero, y de mis abuelos, después. No sabía mucho del mundo, pero sí algo de los sentimientos, y sobre ellos escribía. Con ingenuidad, con inocencia, con pasión; con errores, pero sin dudar, porque escribía de manera automática, por instinto, como si hubiera nacido para ello. Pronto comprendí que necesitaba escribir tanto como respirar. Y cuando terminé mi primera novela, al poco de cumplir los trece años, supe que deseaba que el mundo leyera lo que había escrito. Porque era hermoso.

Aún no he publicado, pero me llamo a mí misma escritora.

Poco o nada sé del mundo editorial, aunque en los dos últimos años he conocido a muchos escritores que, como yo, tienen un sueño, y mucho talento. Gracias a nuestras conversaciones he comprendido que en España los autores noveles no lo tenemos fácil. Las editoriales apuestan por nombres conocidos, y más en estos tiempos de crisis, en los que nadie quiere arriesgarse a invertir en un valor que no sea cien por cien seguro. Muchos se cansan de esperar y eligen el camino de la autopublicación, ahora más sencillo gracias a la aparición de Amazon en España. Yo todavía no he elegido ese camino, quiero ver Thèramon en papel, quiero probar primero el método tradicional. Pero no descarto subir una de mis novelas a Amazon. Si no encuentro editorial para Z, podría decantarme por la otra vía. Hay quien opina que Amazon es un escaparate desde el que llamar la atención de las editoriales. Y yo no soy partidaria de que las buenas historias acaben olvidadas en el fondo de un cajón.

Mi cruzada personal es leer y promocionar tantas de esas novelas como caigan en mis manos, siempre que cumplan los requisitos que, en mi opinión, las convierte en recomendables: buena prosa, buena historia, buena presentación; que enganche, que emocione, que sorprenda. Que me deje con ganas de más. Soy una voz pequeñita que suena en el desierto, pero es lo más que puedo hacer en este momento por mis compañeros de letras y por mí misma. No debemos permitir que el talento permanezca oculto. Si somos muchos los que gritamos, quizás un día las editoriales nos escuchen, y dejen de invertir en sagas extranjeras y en autores consagrados, y empiecen a apostar fuerte por nosotros, por nuestras sagas, por nuestro talento.

¿Te imaginas que yo no estuviera sola en esta cruzada?
¿Te imaginas que hubiera otros como yo, que lucharan por cambiar las cosas, que tuvieran el valor y los medios para dar un paso más?
¿Te imaginas que alguien decidiera crear una editorial que apostara por nosotros?

Ha nacido Palabras de Agua, la editorial que yo misma crearía si tuviera los medios, los conocimientos y los contactos necesarios para hacerlo. De la mano de tres valientes que comparten el mismo sueño y la misma cruzada que yo: Juan de Dios Garduño, Raúl Lepe y David Prieto. Ninguno de ellos es amigo mío, así que no vayas a pensar que les hago publicidad gratuita movida por el afecto, apoyo su iniciativa y su proyecto porque considero que lo merecen, y porque ya era hora de que alguien se atreviera a dar un paso más para cambiar las cosas. Yo también soy escritora. Yo también quiero mi oportunidad.

Palabras de Agua inicia su andadura con un proyecto que requiere de la ayuda de todos. Para publicar su primera novela, Calles de Chatarra, de Alejandro Guardiola, necesitan mecenas. Esto es lo que significa crowfunding: la financiación correrá a cargo de las pequeñas donaciones que vayan recibiendo. No pienses que se trata de donar tu dinero sin más, lo que haces con tu aportación es reservar el libro en un formato u otro (en papel o en digital), dependiendo de la cantidad que quieras o puedas permitirte aportar. Para saber más, pincha AQUÍ. Si difundes, si compartes, también les estarás ayudando a abrir nuevos caminos. Como escritor, como lector, tienes la oportunidad de poner tu granito de arena.

¿Te imaginas que Palabras de Agua se hubiera interesado por Thèramon, que quisieran publicar una de mis historias, pero no tuvieran los medios económicos necesarios para llevar a cabo la edición? Si estuviera en tu mano, ¿les ayudarías? Si fuera Thèramon, de Bea Magaña, una desconocida, y no Calles de Chatarra, de Alejandro Guardiola, finalista del Premio Minotauro, ¿no harías tu aportación?

Piensa en ello, ¿vale? Nos estarás ayudando a todos.


jueves, 31 de enero de 2013

Promesas


Ya sabes cuáles son los pilares básicos de Thèramon: el honor, el valor, la fe, la honestidad, la lealtad. Esos pilares rigen mi vida. Sé que soy demasiado inocente, o ingenua, porque tiendo a utilizar más el corazón que la cabeza, y aunque no me considero una persona valiente, sí soy honesta, leal y no dejo promesas sin cumplir. Aunque a veces tarde, porque mi tiempo libre es escaso y son muchas mis ocupaciones (ésas son las promesas que dependen de mí), o porque se requiera tiempo, trabajo y constancia, y voluntad (ésas son las promesas que dependen de ti). Sé que no todo el mundo comparte mis ideales; que hay demasiada hipocresía, egoísmo, mentira y traición a mi alrededor. Pero también sé que hay bondad, inocencia y amor suficientes para hacerme olvidar el dolor y la tristeza que me provocan los sentimientos negativos y las malas acciones de las personas, tanto de las que no me importan demasiado como de aquéllas en las que decido confiar y a las que aprecio.

Quiero pensar que la bondad siempre vence. Si creyera que la Oscuridad tiene alguna posibilidad, Thèramon no existiría. Mi fe se tambalea a veces, pero nunca la pierdo del todo, y cada vez se hace más fuerte. Sé que hay muchísimas cosas buenas esperándonos más adelante en el camino, lo sé porque las he visto. Todavía me gana la impaciencia algunos días, y entonces Cosmos me envía un mensaje que me abre los ojos y me hace comprender que todas mis dudas son estúpidas. Ocurrirá, dicen los Dragones Cisne; Ocurrirá, dice el amado de los dioses. Y yo creo, porque sé con certeza que así será. Porque ya lo he visto.

El año pasado afirmé una serie de cosas que a día de hoy ya se han cumplido. Ama y cree, porque esto sucederá; ¿creías que lo decía para quedar bien, porque trataba de animarte, pensabas que no creía realmente en tus sueños, en tu talento, en tus proyectos o en tu valía? ¿Que me limitaba a expresar en voz alta mis propios deseos? Ahora ya sabes que mi intuición no suele equivocarse; que cuando te digo que el destino siempre se cumple, no estoy simplemente repitiendo un mantra, que cuando te prometo que todos los sueños se cumplen cuando estamos preparados te estoy haciendo una promesa; y las promesas son sagradas; apuesto mi honor a que ocurrirá, porque mi honor es lo más valioso que poseo, y no tengo miedo de perderlo al apostarlo.

Por eso te insto a que no dejes de creer. Aunque a veces tengas dudas, aunque te encuentres con obstáculos que te parecen insuperables, aunque la oscuridad sea tan densa que no te permita ver una pequeña luz de esperanza, esa luz siempre está ahí, brilla en Thèramon, pero es el reflejo de tu propia alma. Ama y cree. Y sigue luchando para hacer realidad lo que imaginas, porque llegará el momento en el que estarás preparado para empezar a vivirlo.

Acabaré las correcciones (dame tiempo); acabaré la novela que tengo entre manos (dame tiempo); la publicaré, como tú has publicado la tuya después de que haya pasado por mis manos (cree); acabaré una de las Historias de Thèramon y también la verás en tu estantería, si quieres (cree); y te daré ese abrazo que tengo guardado especialmente para ti. Sucederá.

Hoy te dejo el final del capítulo que unió a Silenia y a Sena (Seine) junto a las orillas del Estanque de Plata. Me gusta especialmente ese capítulo porque habla de promesas. Y de destino.

¿Recuerdas cómo terminaba el capítulo anterior? «Al atardecer, vestida con sus ropas de princesa, se deslizó por los oscuros Pasadizos y llegó hasta la puerta secreta.»

Pues desde ahí parte el de hoy. Sé que es breve, discúlpame si después de tanto tiempo de silencio esperabas un texto más extenso. He aprovechado que no era muy largo para extenderme en mi mensaje, y sé que te interesa más leer sobre Thèramon que escuchar mis divagaciones. Pero yo también soy Thèramon. No debes olvidarlo.
Ama y cree.

***

© Bea Magaña (Reservados todos los derechos)

Dragones Cisne (IV)


"Encontró allí a Sena, esperándola como la noche anterior. Abrió la puerta y le llamó, y el muchacho se acercó a ella, En ningún momento salió la niña al exterior ni permitió que la puerta se cerrara.
Sena casi no la reconoció. Silenia llevaba un vestido verde claro y escarpines blancos manchados de barro, el cabello recogido con una diadema de plata y brillantes y un pañuelo de hilo bordado en una mano. Se enamoró de aquella visión y supo que no se marcharía de Räel Polita hasta que ella le abrazara de nuevo.
—Quiero que aceptes esto —dijo Silenia.
Sena la miró con extrañeza e inquietud. Había supuesto que volvería a acompañarle al Estanque. No se atrevió a coger lo que ella le entregaba. La miró a los ojos, confundido.
—Me ayudaste, y te estaré eternamente agradecida —dijo ella de nuevo—. Por favor, toma esto.
—No esperaba una recompensa —protestó Sena, y sintió que le escocían los ojos.
—Ni yo pensé que pudiera recompensarte, pues nada tengo de valor —dijo Silenia—. Pero tengo a mi hermano Eugene, quien será un buen Caballero cuando sea hombre, y por él he sabido que esto te ayudará a entrar en el ejército. Utilízalo para abrir la puerta. Espero que encuentres donde echar raíces y que veas tu sueño cumplido.
Hizo un gesto con la mano, y por fin Sena se atrevió a tomar lo que le entregaba. No podía saber lo que era, pues la niña lo había envuelto en un pañuelo.
—Dijiste que necesitabas una recomendación —sonrió Silenia—. Ésta que ahora te entrego es válida. Acéptala, con mi gratitud.
Sena cerró sus manos temblorosas en torno al pañuelo.
—La utilizaré —prometió—. Seré el soldado que siempre he deseado ser, no te defraudaré, princesa.
Ella hizo una inclinación de cabeza.
—Sé que serás un buen Caballero —le dijo. De pronto, le pareció a Sena que estaba hablando con una reina, no parecía una niña de once años. Se dijo que no lo había parecido en ningún momento—. Gracias por haber sido mi Protector. Si algún día vuelvo a verte, espero que lleves al enseña de los dragones en el cinturón, así podré reconocerte y agradecerte de nuevo lo que has hecho por esta niña.
Sena se llevó un puño cerrado al pecho.
—Si alguna vez voy a la batalla, lucharé en tu nombre, princesa.
—Cuídate, amigo mío. Gracias por todo. Y si vuelves a ver a los Dragones Cisne, salúdalos de mi parte —se despidió Silenia.
Después cerró la puerta y Sena no la vio más. El muchacho desenvolvió el regalo que la princesa le había dado, sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción y gratitud, se llevó el pañuelo a los labios y luego al pecho, e hizo una promesa de corazón."

lo que veo cuando leo lo que escribes

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Por Susana © Registrado por Bea Magaña

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