tag:blogger.com,1999:blog-35924989582044560772024-02-19T11:16:45.011+01:00Historias de ThèramonHistorias de ThèramonBea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.comBlogger95125tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-27754266054909155762015-12-26T21:05:00.000+01:002015-12-26T21:06:25.900+01:00He regresado<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><i>Camino
tras la cara oculta de la luna, y en la penumbra de mi alma sopla la
primera ráfaga de aire gélido que precede al más cruel de los
inviernos. Así es como me siento. La desesperación no puede
describirse con palabras sencillas.</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><i> No sé
quién soy. No sé a dónde me conducen mis pasos. El pasado es una
isla perdida en medio de un mar desaparecido hace tiempo, más allá
de un nebuloso abismo de inconsciencia y olvido. El futuro es una
yerma extensión de tierra desierta y helada al final de un largo
camino plagado de obstáculos y de dudas.</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><i> Camino
por tierras desconocidas en las que me siento como un intruso, a lo
largo de un mundo que se me antoja demasiado extenso; un mundo
poblado por gentes que hablan una lengua que no es la mía, y con las
que no me siento identificado. Mi viaje tiene un único propósito:
voy buscando el modo de regresar al lugar al que pertenezco.</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Las
palabras de un hombre atormentado por un pasado que no recuerda y por
un presente hacia el que siente vergüenza y temor son perfectas para
describir mis propios sentimientos hasta hace unos pocos meses.
Desesperación, obstáculos, dudas; el deseo y la necesidad de
regresar al lugar al que pertenezco. Un lugar llamado Thèramon.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Mi nombre
es Bea, y mi obsesión son los dragones. Mi pasión, las letras. Mi
necesidad, escribir.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Así me
presenté ante ti hace ya algo más de cuatro años, con la timidez
que me caracteriza, mi inexperiencia en el mundo blogger y esa
ingenuidad que a veces es inocencia y a veces falta de confianza en
mí misma, y a veces simplemente efectos de un Asperger que no sabía
que existía y que responde a todas las dudas al tiempo que las
neutraliza, porque por fin he comprendido por qué no parezco encajar
en ningún sitio, por qué me resulta casi imposible socializar y por
qué me cuesta un mundo aceptar los cambios, entre otras muchas
cosas. En ese momento, emocionada como una niña y motivada por una
persona del pasado que había regresado para recordarme que nací con
un talento especial para la literatura, te hablé de mi Bloqueo, de
cómo por fin lo había superado, y te presenté este mundo que
durante años había seguido creciendo dentro de mi cabeza aunque no
me viera capaz de llevarlo al papel, si bien afirmé convencida que
el momento de volver a escribir había llegado, y durante un tiempo
te demostré que así era. Tenía un sueño, sentía deseo, estaba
llena de ilusión, amaba y creía. Y creaba. No podía dejar de
crear.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">No estaba
preparada. El sueño se hizo añicos, el deseo murió ahogado por la
traición, la ilusión desapareció, y sucumbí ante el poder de
Skadûr, la Oscuridad que mora en los cielos y también en los
corazones de los débiles. Me encerré en mí misma y dejé de
escribir, como años atrás, de nuevo perdida la fe en los dioses y
en el destino, en las personas, y en mí misma. Al principio dejé de
responder a los comentarios que los compañeros de viaje iban dejando
en cada entrada, pues no encontraba las fuerzas para comunicarme;
después dejé de actualizar el blog, pues de nuevo había perdido la
capacidad para hacerlo. Cuando quise retomarlo, hace ahora casi un
año, el silencio de los compañeros de viaje me desalentó, y
pensando que ya no quedaban compañeros ni lectores interesados en
seguir conociendo Thèramon y leyendo fragmentos de sus historias no
seguí subiendo capítulos de la historia nueva que tenía preparada.
Thèramon cayó en el olvido.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Pero no es
cierto, todavía quedan compañeros de viaje y lectores que esperan
una historia completa. Puede que ya no vengan de visita, pero no
dejan de recordarme que siguen ahí, que siguen esperando; durante
los dos últimos años he estado luchando con fiereza para romper
definitivamente el Bloqueo, hasta que lo he conseguido, me he
dedicado a corregir novelas de otros para recuperar una rutina de
trabajo y he estado escribiendo relatos que nada tenían que ver con
Thèramon ni con la fantasía épica, pero gracias a ellos he
conseguido encontrar el camino de regreso a mi mundo. Y durante todo
este tiempo, los lectores de Thèramon han ido siguiendo mis avances
y se han alegrado de mis progresos, que han ido muy despacio pero han
dado sus frutos. Estoy aquí, estoy de vuelta. Y ya no voy a
marcharme.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Este año
he terminado de escribir una novela de la que he hablado brevemente
en este blog, una novela a la que durante tres años he llamado Z,
aunque ése no es su título. Bien, llamemos a las cosas por su
nombre, aunque no pueda darte el título completo porque quiero que
lo conozcas cuando te anuncie que se publica, si es que consigo mi
propósito; de momento, ya he empezado a trabajar en una sinopsis y
en una carta de presentación para empezar a llamar a las puertas de
varias editoriales. <i><b>VASL</b></i> ha sido la historia que me ha
mantenido alejada de Thèramon durante los últimos tres años, y la
que necesitaba escribir para poder regresar a Thèramon. Ahora que la
he terminado, que he derrotado a la Oscuridad que me mantenía lejos
del teclado y de mis dragones, estoy preparada para volver a
enfrentarme a la hoja en blanco y contarte todas esas historias que
esperan en mi cabeza a que las deje salir.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">No está
siendo fácil. Ya no existe el bloqueo, eso es cierto, pero llevo
demasiado tiempo alejada de mi mundo, de su mitología, de su origen,
de su prosa épica y musical. Lo que he estado escribiendo hasta
ahora tiene otro tono, otro estilo, y debo recuperar el tono que
utilizo cuando entro en Thèramon antes de ponerme a escribir alguna
de sus historias. Las tengo todas en mi cabeza, esperando el momento
de manifestarse, todas ellas me atraen, quisiera contarlas todas a la
vez; pero te soy sincera: ahora mismo lo que hay dentro de mi cabeza
es un tanto caótico. Y luego está mi propia indecisión, que nace
de la falta de ese deseo y de esa ilusión que me daba alas hace
cuatro años. No sé qué personaje quiero ser, qué historia quiero
vivir, así que no me decido por ninguna todavía. No obstante, sé
que quiero quedarme aquí, y me da igual cuánto tarde en decidirme
por una de esas historias, cuando logre averiguar qué aventura
quiero vivir me sentaré a escribirla.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">De momento,
y para ir conectando con el ritmo y con el entorno, me he puesto a
trabajar en el Origen de Thèramon. Lo que de momento se titula <i><b>El
Libro de los Dioses</b></i> cuenta con cinco capítulos que en su
momento publiqué en este mismo blog, y que he reunido en una página
para que, si tienes interés o si ya los conoces y quieres refrescar
tu memoria, puedas localizarlos enseguida pinchando en el enlace que
te llevará a cada uno de ellos. Y te diré más: existe un sexto
capítulo que pronto publicaré, un capítulo que he escrito estos
días porque, como ya te he dicho, ha llegado el momento de volver a
ser la laudaner de Thèramon y de dejar salir al dragón que llevo
dentro.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Ignoro si
sigues ahí, pero ya no me preocupa. Si no vienes de visita, o si
vienes pero no dejas huella de tu paso, voy a seguir haciendo el
viaje. Porque necesito escribir tanto como respirar, y necesito
volver a volar junto a mis dragones y volver a amar y a creer, y a
crear.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Bea quedó
atrás, junto a las dudas y el miedo y la Oscuridad que me han
mantenido inmóvil y agazapada dentro de mi cueva durante todo un
ciclo. Dentro de cinco días cumplo años, empiezo mi sexto ciclo de
vida, y lo empiezo cerrando puertas que ya no conducen a ningún
sitio y abriendo otras que me llevan a mi destino.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Me llamo
Bea Magaña, y soy una narradora de historias. Y soy un dragón. Y ha
llegado el momento de salir de mi cueva, extender las alas y echar a
volar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-85557374664011966612014-03-14T20:26:00.000+01:002014-03-14T20:26:50.618+01:00Presentándote a los Olaf Ubbimen<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">EL
OSO Y EL DRAGÓN (II)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> (c)
Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Los
Hijos de los Búfalos, como se llamaban a sí mismos, vivían en las
llanuras de Adaven, en el sur de Xaina Dalnu, repartidos en dos
docenas de aldeas que Brend visitaba con frecuencia a lo largo del
año. Dos días enteros de viaje a pie separaban cada aldea de la
siguiente, y era corriente que primos y primas llegaran de visita y
se quedaran varias semanas, participando juntos en pequeñas cacerías
durante el día y celebrando fiestas durante la noche. Brend era muy
querido por sus familiares, y pasaba largas temporadas fuera del
hogar de sus padres, aunque siempre estaba de vuelta para la
temporada del Búfalo Gris.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Siempre
era invierno en el País de la Nieve, pero existían distintas
estaciones, que se diferenciaban entre sí por la intensidad del frío
y de las nevadas y de la luz diurna, y por la fauna. La caza del
Búfalo Gris era el acontecimiento más importante de la primavera,
estación en la que muchos animales llegaban del norte y del este y
se reunían en los límites del Desierto de Hielo, donde la nieve
parecía retirarse y se podían encontrar multitud de parajes
cubiertos de agua y de verde. También en la primavera despertaban de
su hibernación los grandes Osos Negros, aunque se decía que no
quedaban muchos y que era muy difícil encontrarse con alguno.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> A
los catorce años, el joven Brend se había visto las caras con un
viejo Oso Negro, y había vivido para contarlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Era
costumbre que los muchachos participaran en su primera cacería al
cumplir los catorce años, acompañando a sus mayores, y demostraran
su valor matando o ayudando a matar al gran búfalo, lo que les
convertiría en hombres y en auténticos cazadores. El día que Brend
se inició en la caza, todos se sintieron muy decepcionados de él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Los
cazadores regresaron a la aldea portando un magnífico ejemplar de
Búfalo Gris, los rostros cansados y alegres; tres hombres habían
resultado heridos y dos muchachos habían conseguido cubrirse de
gloria. Brend no estaba entre ellos. El hijo del valeroso Bärn había
desaparecido antes de que llegaran al claro donde se encontraban los
búfalos, y no había regresado a la aldea. La preocupación y la
vergüenza lucharon en el interior de Bärn, y al final ganó la
vergüenza. A los ojos de todos los cazadores, Brend había resultado
ser un cobarde, y esto había disgustado y apenado mucho al hombre.
No quiso mirarle a la cara cuando le vio llegar mucho después,
cargando sobre los hombros un animalejo no mayor que una oveja y con
aspecto fatigado. Brend sólo había logrado matar a un desmán
gigante, y esto le valió miradas de reproche y de burla que, no
obstante, duraron solamente unos minutos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —¿Tanto
esfuerzo le ha costado cazar una rata? —se mofó alguien a la
izquierda del muchacho.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Las
risas de los niños no acobardaron a Brend. Depositó su captura a
los pies de su padre y se arrodilló ante él, esperando su
reconocimiento. El gran cazador miró la pieza con ira y tristeza y
le dio la espalda a su hijo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Al
ver la reacción del Thain, los tíos y los primos de Brend le dieron
también la espalda.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> En
silencio, todos los cazadores le dieron la espalda.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Entre
murmullos de reprobación, los ancianos le dieron la espalda.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Sus
hermanos mayores, avergonzados, le dieron la espalda.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Su
madre, con lágrimas de pena y de vergüenza brillándole en los
ojos, apartó el rostro.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Su
hermano Barom, que tenía dieciséis años y había conseguido
grandes honores al clavar su lanza en el costado de un búfalo en su
primera cacería, le miró con ojos centelleantes y le susurró con
desprecio:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Eres
un cobarde, Brend. Has abandonado a los tuyos y te atreves a volver
trayendo una rata como disculpa, deshonrándonos a todos. Habrías
hecho mejor en no regresar a la aldea. Me avergüenzo de ser hermano
tuyo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Y
también le dio la espalda.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> A
la luz de la hoguera, los ojos de Brend brillaron de lágrimas y su
frente de sudor. A su alrededor todo eran espaldas y silencio. Brend
sabía bien qué significaba aquello: su aldea le rechazaba, le
expulsaba. No obstante, a pesar de que le subía la fiebre y empezaba
a perder el conocimiento, se mantuvo en su postura, espalda recta y
frente muy alta. No era ningún cobarde. Había vuelto porque estaba
en su derecho, y no iba a marcharse en silencio con la cabeza gacha y
el honor hecho pedazos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Cazar
animales pequeños no constituía una deshonra, y el desmán que
había traído era en realidad un ejemplar de gran tamaño, y su
carne era apreciada. Pero nadie le perdonaría que hubiera
desaparecido, demostrando tan descaradamente su miedo en su primera
cacería.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> La
figura vuelta de su padre se tornó borrosa, pues se le nublaba la
vista. Un segundo después se desplomó junto a su pieza y nadie se
acercó para asistirle. Había dejado de ser alguien en la aldea;
había dejado de existir para los suyos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Pero
la verdad era que Brend no había temido la caza, como todos
pensaron. Aunque había pasado mucho miedo ese día. Y no había
huido ni se había escondido, aunque más tarde no sería capaz de
explicar cómo había llegado a separarse del grupo. Los había
seguido todo el camino, emocionado y deseoso de demostrar su valía,
acompañando a sus primos en una canción de caza para propiciar la
buena suerte y el éxito, el carcaj lleno de flechas rebotando contra
su espalda y la lanza firmemente sujeta en su mano izquierda. Los
adultos marchaban en cabeza y los más jóvenes detrás. Las
canciones habían cesado. Tres oteadores se habían adelantado. El
viento que soplaba desde el desierto era gélido y dañaba los ojos
del muchacho. Habían reanudado la marcha, y él se había situado a
la izquierda, detrás del grupo que encabezaba su padre.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Había
resbalado. Sin que los demás se percataran, ya que estaban demasiado
ocupados avanzando y tomando posiciones, Brend se había hundido un
metro en la nieve y no se había atrevido a gritar para llamar la
atención del grupo, pues le habían enseñado que el silencio y el
sigilo eran las mejores armas de un buen cazador. Al forcejear para
tratar de salir a la superficie se había hundido más, y había
perdido de vista a los suyos. Por fin se había visto arrastrado
hacia abajo, se había deslizado en silencio con los ojos
desorbitados y la boca demasiado llena de nieve para gritar. La caza
había comenzado y nadie se había acordado del muchacho. Éste había
rodado por una pendiente poco pronunciada y la nieve se lo había
tragado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Claro
que nadie creería su historia, pues los cazadores del ala izquierda
del grupo habían pasado antes por allí y ninguno se había hundido;
y todos eran más grandes y pesados que él. Pero así había
sucedido, y así fue como lo relató cuando le dieron la oportunidad
de hablar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Belamí
tenía sólo cinco años y adoraba a su hermano Brend. Escondida
detrás de las piernas de su madre, observó la reacción de todo el
pueblo y no la comprendió: Brend había cazado algo, después de
todo, y a nadie parecía importarle eso. Cuando le vio desplomarse
con los ojos cerrados y una mueca de dolor en el rostro, corrió a su
lado y se arrodilló junto a él. Le llamó con su vocecita de niña,
pero su hermano no abrió los ojos. Bärn se giró y trató de
apartarla. La pequeña se aferró a las ropas de su hermano y
protestó a gritos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Vuelve
al lado de tu madre —ordenó Bärn, y miró con pena a su hijo,
aunque su voz sonó firme y autoritaria.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Belamí
vio la sangre antes que nadie.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Tu
hermano ha deshonrado a este pueblo —dijo Bärn con tristeza—, y
a todos los Olaf Ubbimen. No debes sentir compasión por él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Pero
Brend está herido —sollozó la niña, y apartó las pieles que
cubrían el torso de su hermano antes de que su madre consiguiera
levantarla en brazos para llevársela.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —¿Una
rata ha herido a Brend? —susurró alguien a su derecha con tono
despectivo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Hubo
algunas risas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Pero
Naolah ya había visto las heridas de su hijo, y se arrodilló a su
lado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> La
caída le había atontado. Había sacudido la cabeza para
despejársela y había mirado a su alrededor. Tenía la sensación de
que la tierra se había abierto bajo sus pies y se lo había tragado,
y pensó que había llegado al tenebroso inframundo antes de
comprender que se hallaba en el interior de una cueva de grandes
dimensiones. Desde una abertura en el techo, la misma por la que él
había caído, entraba una luz mortecina. Quedaba a demasiada altura,
no tenía modo de alcanzar el exterior desde el suelo. Había perdido
su lanza y la mayoría de sus flechas. Y había perdido a su grupo.
Mareado y dolorido, se había puesto en pie y había buscado una
salida. No tenía idea de dónde estaba.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Naolah
habló desde el suelo, la cabeza alzada hacia su esposo, quien se
negaba a mirarla. Su voz sonó a ruego, pero firme.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Eres
un bravo cazador y un líder justo, y siempre has sido un buen padre.
No le des la espalda a tu hijo ahora, Bärn, mira primero sus
heridas. Mi pueblo, los Grosso Mennaro, sin ser cazadores
reconocerían inmediatamente estas huellas que nuestro hijo tiene en
su pecho. Solamente un oso dejaría estas marcas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Todos
se acercaron para mirar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> —Un
oso muy grande —asintió Bärn, después de estudiar las heridas
del muchacho. Y había orgullo en su voz.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Al
oir la afirmación del Thain, todos los habitantes de la aldea, que
se hallaban congregados en aquel lugar, suspiraron y emitieron
exclamaciones de alivio y de satisfacción. Cuatro cazadores se
apresuraron a levantar al muchacho para llevarlo a un lugar caliente
y seco. Belamí no se separó del cuerpo inconsciente de su hermano
hasta que éste se recuperó.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Brend
fue curado y muy bien cuidado esa noche y las siguientes, y su padre
no le molestó con preguntas mientras le duró la fiebre. Tres días
después, aún acostado y arropado con pieles hasta la barbilla, fue
capaz de explicarles lo que recordaba de su aventura.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Se
había topado con el oso junto a la entrada de la cueva, si eso era
aquel lugar; no le dio vergüenza confesar que se había quedado
paralizado delante del animal. Era un Oso Negro enorme y viejo, y vio
a Brend enseguida. Muy pocos habían visto a uno tan de cerca, pero
todos sabían que los Osos Negros eran asesinos y comedores de
hombres. Incluso un adulto fornido y valeroso como su padre habría
temblado ante aquél. Brend no había sabido qué hacer, su cuchillo
no habría llegado a traspasar el espeso pelaje del oso, ni siquiera
habría podido acercarse tanto como para intentar clavárselo. No se
acordó del arco que llevaba a la espalda. El animal gruñó y
arremetió contra él. Brend había echado a correr, y tampoco trató
de ocultárselo a su padre. Pero el oso había sido más rápido y le
había lanzado un zarpazo. El dolor había sido instantáneo e
intenso. Brend se había encomendado a los dioses.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> El
oso había despertado hambriento y atacó al muchacho con furia.
Herido en el pecho y en los brazos, Brend había sacado su cuchillo
dispuesto a morir como un valiente. El cuchillo había cortado el
aire delante de la cara del oso. El animal había rugido. De algún
modo, el muchacho había conseguido herirle cerca del hocico.
Enfurecido, el oso se había puesto a dos patas y le había dado otro
zarpazo. Brend había caído al suelo sin sentido, y en su cabeza
habían sonado un centenar de campanas celestiales dándole la
bienvenida al Jardín Encantado de los Dioses.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Mucho
más tarde había abierto los ojos. El oso había desaparecido, y
también las campanas que había escuchado, si acaso habían existido
fuera de su cabeza. Enfebrecido y sintiéndose muy débil, había
abandonado la guarida del Oso Negro y había buscado a los suyos.
Había anochecido, pero aún pudo ver al desmán escarbando con su
hocico trompetudo entre la nieve. Recordando el rostro de su padre,
Brend le había disparado una única flecha certera. La luna había
salido, y le ayudó a orientarse. Arrastrar al desmán le había
costado un terrible esfuerzo, pero había llegado a la aldea y se lo
había cargado a los hombros para aparecer ante su padre como un
cazador, no como una vieja debilitada trasportando un pesado fardo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Desde
esa noche, nadie volvió a burlarse de él y de su primera captura.
Los más pequeños le llamaban a menudo Brendoso el Negro. Desde
entonces, la zarpa del oso se mantuvo visible en su pecho, una huella
cicatrizada que decía a cualquiera que la mirase que Brend era un
valeroso cazador, y por ello todos le respetaban y le querían tanto
como a su padre, el gran Thain.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Cuando
se recuperó de sus heridas y pudo por fin levantarse, Bärn le llevó
a la cabaña de Malúak y le dijo que se sentía muy orgulloso de él.
Naolah le besó en la frente y le susurró que no debía tener miedo.
Se había comportado como un verdadero hombre en la caza; Malúak le
enseñaría algo que todos los cazadores juntos no habrían podido
ayudarle a aprender. Entró en la cabaña de la mujer después de
recibir las bendiciones de sus padres. Malúak le sonrió.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Todos
los niños soñaban con la cabaña de Malúak y esperaban anhelantes
el momento de entrar y quedarse a solas con ella. Era una mujer
hermosa de treinta años a la que todos en la aldea conocían y
apreciaban. Ella era la Knupsmasse, la Desfloradora, la encargada de
enseñar a los muchachos a ser hombres en su primera vez. Brend había
fantaseado con aquella ocasión varias veces, pero cuando por fin
estuvo frente a ella le temblaron las rodillas. Malúak le habló, y
él olvidó su temor; ella le ofreció un bebedizo y el muchacho
perdió su nerviosismo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Así
fue como, tres semanas después de haber sobrevivido a su encuentro
con el Oso Negro, Brend se convirtió en un hombre, y pensó que no
podría olvidar a Malúak jamás.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Pero
la olvidó, porque la caza y la aventura ocuparon todo su tiempo y
sus pensamientos. Pasaron los años, y Brend no volvió a preocuparse
por las mujeres, hasta que un día conoció a Namoi y miró por
primera vez con sus ojos de hombre, y avanzó en pos de su destino.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> En
pos de su destino, sin correr, sin detenerse, avanzaba ahora, y
recordaba el pasado, y se preguntaba si en cualquier momento
escucharía la voz del viento susurrarle al oído al pasar junto a él
de viaje hacia el Mar del Último Día.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Rush
gruñó y Brend sacudió la cabeza. El sueño y el cansancio le
estaban venciendo. Se destapó la cara y el viento gélido le hirió,
pero también le despejó. No podía quedar mucho. Lo deseó con todo
su corazón.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-28416387652531160732014-01-25T17:15:00.001+01:002014-01-25T17:15:38.266+01:00Empieza el viaje<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">EL
OSO Y EL DRAGÓN (I)</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
©Bea Magaña. Reservados todos los derechos.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Llegaba
el crepúsculo y la tormenta arreciaba. El viento helado que soplaba
desde las montañas le dañaba los ojos, haciéndole lagrimear, pero
Brend no se acobardó ni se dejó vencer por el cansancio. Ignoraba
cuántos días más tendría que continuar caminando a través de
aquella vasta llanura congelada, y tampoco sabía si conseguiría
llegar a su destino. Había perdido la noción del tiempo, y no
estaba seguro de seguir la dirección correcta. Avanzaban despacio,
pues el peso del dragón era excesivo incluso para la fortaleza de
Rush. El enorme animal tiraba del trineo y Brend tenía que ayudarle
constantemente. El desierto se le antojaba eterno. Hacía horas que
el dragón no se movía.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Nadie
sabía a ciencia cierta cuáles eran las dimensiones del Desierto de
Hielo. Los Hijos de los Búfalos vivían al sur de éste, en las
agrestes Llanuras de Adaven, y nunca se internaban en él. Brend
ignoraba qué clase de gente moraba más allá. Xaina Dalnu era un
país muy extenso, frío y cubierto de nieve todo el año; en esas
condiciones no parecía improbable que estuviera deshabitado. No
obstante, era de todos sabido que los Albos tenían su hogar en algún
cercano a las Montañas Heladas. Eso se decía. Y Brend quería
creerlo. La única esperanza para el dragón era encontrar a los
Hijos de la Nieve. Eso pensaba Brend. El cazador no descansaría
hasta dar con ellos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> O
moriría en el intento.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Parecía
que ése era su inevitable destino, morir sin haber alcanzado el
final del desierto. Sin embargo, Brend había estado a punto de morir
una vez, y había sobrevivido al ataque del gran Oso Negro. No tenía
miedo ahora. Su decisión era más fuerte que el temor. Fatigado,
aterido y hambriento, continuó avanzando sin permitirse aciagos
pensamientos. La determinación de Rush era tan firme como la suya.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Al
inicio de su viaje, la sangre caliente y oscura del dragón había
empapado las huellas que iba dejando el trineo sobre la nieve y había
atraído a un numeroso grupo de yeinas, pero Brend las había
mantenido a distancia con sus flechas. No parecía haber carroñeros
en el interior del desierto. En realidad, no veía señales de que
nada viviera en él. El trineo se deslizaba con mayor facilidad sobre
el hielo y apenas dejaba huellas, y las que dejaba eran borradas
inmediatamente por el viento. Frente a ellos, el desierto parecía
interminable. La tormenta de nieve les azotaba y les impedía ver
hacia dónde se dirigían. El dragón había dejado de sangrar y el
cazador no dejaba de vigilarlo, preocupado. Ignoraba si aquello era
una buena señal, si era a consecuencia del frío que ya no sangrara
o una defensa que la propia criatura empleaba para sobrevivir. Le
parecía que aún respiraba. Apretó el paso, temeroso de no llegar a
tiempo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Brend
no sabía nada sobre dragones. El que llevaba en el trineo,
malherido, era el primero que veía en su vida. Era una criatura
hermosa y magnífica, de cuerpo largo y estrecho, grandes patas
terminadas en zarpas y ojos de rubí que ahora brillaban con una luz
mortecina. Su enorme cabeza era redonda y su hocico achatado, pero
poblado de dientes afilados como los de los lobos. No parecía tener
orejas, su cuerpo estaba cubierto de escamas nacaradas, era suave al
tacto. El joven cazador desconocía su poder y se preguntaba si
resistiría ese viaje o si moriría durante el trayecto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Hacía
días que caminaba a grandes zancadas, cubierto de pieles hasta la
nariz, sin decir una sola palabra. A veces se detenía un momento,
acariciaba la cabeza de Rush y miraba su preciosa carga. El dragón
era joven, pero lo suficientemente grande para que parte de su cuerpo
se arrastrara fuera del trineo. Le miraba con sus enormes ojos de
rubí, pero no se movía ni emitía sonido alguno. Brend volvía
entonces la vista al frente y caminaba más deprisa. No se había
atrevido a detenerse para comer ni para dormir, pero no se permitía
flaquear. Cuando sentía que le abandonaban las fuerzas, sacaba de su
morral un pedazo de cecina de venado y lo masticaba penosamente. De
vez en cuando se agachaba, cogía un puñado de nieve y se lo llevaba
a la boca. Desde que habían entrado en el desierto, conseguir un
puñado de nieve había resultado algo más difícil. La sed y el
frío habían cuarteado sus labios.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Brend
pensaba en su familia mientras daba un paso tras otro, recordaba los
rostros de sus padres y hermanos para darse ánimos, pensaba en sus
primos y primas, en sus aventuras y en las fiestas que celebraban
juntos, y el deseo de reunirse con ellos mantenía su corazón
caliente y le daba fuerzas. Su vida pasaba ante sus ojos, y sonreía
bajo la capucha de piel porque había tenido una existencia grata y
satisfactoria. Se preguntaba si volvería a ver a Namoi. Echaba de
menos el verde de los campos y el marrón de las tierras yermas, el
rojo del fuego, y la cerveza de miel de Askiven.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Volvió
a mirar los ojos del dragón. Éste le devolvió la mirada. En la
creciente oscuridad, su cuerpo escamoso se destacaba con una especie
de iridiscencia. Brend esbozó una sonrisa porque aún estaba vivo.
La lengua de Rush colgaba larga hacia el suelo, pero el animal no
daba muestras de cansancio. Brend se preguntó si los dragones podían
comunicarse con los lobos, aunque no pudieran hablar con los hombres.
Rush parecía comprender la importancia de alcanzar rápidamente las
Montañas Heladas, y concentraba toda su energía en arrastrar el
trineo. A veces aceptaba un buen pedazo de carne ahumada de manos de
Brend, y la masticaba sin dejar de trotar. El cazador se sentía muy
orgulloso de él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Había
encontrado a Rush hacía cuatro años, durante una de sus salidas en
solitario en busca de nuevas presas y aventuras. Un animal muy grande
había atacado a la manada, y sólo había sobrevivido el cachorro,
al que Rush había cuidado y alimentado durante la noche. Después lo
había llevado a la aldea y se había enfrentado a los cazadores,
quienes se opusieron a tener un lobo blanco entre ellos. Los lobos
blancos eran asesinos, y crecían de forma monstruosa, mucho más que
los lobos grises que vivían en los cerros de Odnaven, pues eran
descendientes de Naoned, la loba cavernaria de la leyenda. Al final,
el anciano Shamán decidió que Brend y el cachorro eran hermanos de
espíritu, y nadie dudó de que las señales eran claras: el gran Oso
Negro había atacado a los dos, y ambos habían sobrevivido. Rush era
su mejor amigo. Brend habría dado la vida por defender a su lobo.
Asimismo, creía sinceramente que Rush le protegería hasta la
muerte.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> No
se podía dudar de la nobleza del enorme animal. Era fuerte y
valeroso además de bello. Había sido él quien encontrara al
dragón, en realidad. Él, que había forcejeado hasta que Brend
consintió en quitarle el arnés, y había aullado hasta desgañitarse
para llamar su atención. Rush, el noble lobo blanco de mirada fiera
y amenazadoras fauces, de algún modo había convencido a Brend de
que debían desviarse de su camino. Había lamido las heridas del
dragón y había tirado del trineo con tesón, encaminándose hacia
Sibh-Eryal como si supiera lo que hacía. Brend había confiado en
Rush. Ocho días después, exhausto, hambriento y enfebrecido, y tal
vez perdido en mitad del desierto, seguía confiando en él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Brend
era hijo de cazadores, y había sido educado desde niño para seguir
los pasos de sus padres y abuelos. Amaba la nieve, la caza, el riesgo
y la aventura, y siempre estaba dispuesto a salir, acompañado o
solo, en busca de nuevas presas. A los catorce años se había unido
por primera vez a su padre y a sus tíos y, aunque no había
conseguido dar muerte al gran Búfalo Gris, se había ganado el
reconocimiento de los suyos y el respeto de los más ancianos, así
como la admiración de sus padres y la adoración de los más
jóvenes, quienes le habían convertido casi en una leyenda. A los
diecisiete años había salido de caza solo por primera vez. A los
diecinueve había encontrado a Rush. A los veinte se había
enamorado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Y
ahora corría sin saberlo a encontrarse con su destino, con su lobo
adulto a un lado y un dragón moribundo a sus espaldas, y sólo
pensaba en Askiven y en su adorada prima Namoi.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-62409317348033307672014-01-20T18:57:00.001+01:002014-01-20T18:57:48.815+01:00Un nuevo ciclo<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">¿Recuerdas lo que
siempre te digo, que no hay peor batalla que la que uno libra contra
sí mismo?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Llevo mucho tiempo sin
pisar Thèramon. Demasiado tiempo sin acercarme al Templo de Alodial
a rezar a Enlil, a Neera y a Ulcus, sin caminar a lo largo del
Corredor junto a dos jóvenes príncipes Raelitaro, sin acercarme a
Mitrali Güae para escuchar cantar a los plateados Swan, sin
adentrarme en el temido Desierto de las Ilusiones, sin recorrer las
oscuras calles de Maindûr; demasiado tiempo sin venir a pedir
consejo a los sabios Ilohiim, sin cabalgar junto a los Caballeros de
Mersha, sin enfrentarme a los desquiciados Philias Buster, sin
guerrear junto a las valerosas Drin Mazome; demasiado tiempo sin
sentarme en mi mesa favorita de la Taberna de Óster a tomar una
cerveza y a hablar de dragones y unicornios.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Demasiado tiempo luchando
contra Skadûr, contra la Oscuridad y la tristeza, contra las dudas,
el miedo y el bloqueo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">No voy a mentirte. No voy
a decirte que por fin he resultado vencedora. Creo que mi batalla
interior no ha terminado todavía. He dejado atrás muchos temores,
la mayoría de mis dudas, gran parte de la tristeza y casi toda la
Oscuridad. He soltado mucho lastre emocional y he conseguido romper
el bloqueo que me impedía respirar con naturalidad. He dado palos de
ciego durante meses, buscando el camino de regreso a Thèramon, me he
detenido, he tomado caminos equivocados, he encontrado Luz donde
menos lo esperaba y he empezado a dar pasitos tímidos que con el
paso de los días se han ido convirtiendo en pasos cada vez más
decididos. Ahora sé a dónde quiero llegar, y de nuevo el camino se
muestra ante mis ojos sin más obstáculos que algunos absurdos
espejismos provocados por las pocas dudas que aún me quedan. No sé
a cuántas derrotas voy a tener que enfrentarme todavía, pero estoy
dispuesta a seguir levantándome tras cada caída. Hasta conseguirlo.
Hasta alcanzar mi destino.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">He aprendido que ninguna
derrota es un fracaso. Que sólo si nos rendimos estamos fracasando.
De cada derrota aprendemos y nos llevamos una valiosa lección que
nos ayuda a vencer más adelante. Ya no hay miedo al fracaso; tampoco
hay miedo al éxito. Lo único que me frena soy yo misma, y estoy muy
cerca de congraciarme con esa parte de mí que me impide avanzar.
Necesitaba alejarme de Thèramon para volver a Thèramon. Necesitaba
escribir <b>Z</b>, sacar toda la rabia y cerrar un ciclo para volver a ser
la laudaner, la dragona, la diosa creadora de mundos, la que ama y
cree, la que sabe que todos los sueños se cumplen, también el
destino.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Ya estoy preparada para
volver. Y traigo nuevas historias para ti. Historias de dragones y
unicornios, de princesas y de ladrones y de mujeres guerreras y de
hombres oscuros; historias de cazadores de búfalos, de sabios
albinos, de hombres-pájaro, de ejércitos infernales. Sin olvidar a
los personajes a los que ya conoces, voy a dejarlos momentáneamente
a un lado y te voy a presentar a otros que comparten la misma
historia, aunque en un país diferente. Este año voy a llevarte a
Xaina Dalnu, el País de las Nieves. Quiero contarte una historia de
pérdida, de sanación, de encuentros, de decisión, de aceptación.
Porque he cerrado un ciclo, y el nuevo ciclo empieza de esta forma:
dejando atrás algo que amaba, algo que me impedía aceptar quién
soy y lo que soy, enfrentándome a la pérdida y al vacío, caminando a pesar de la desolación y de la soledad,
aceptando la misión que me fue encomendada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Ignoro si sigues ahí,
dispuesto a continuar el viaje a mi lado. Creo que sí, pero no puedo
estar segura. Hace tiempo dejé de responder a tus comentarios, no
podía comunicarme, y después tú dejaste de comentar. Pero el
contador de visitas ha seguido subiendo a pesar de mi silencio y de
esta larga pausa. Supongo que no te has marchado del todo. Yo tampoco me he ido nunca del todo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Sea como sea, voy a
seguir contándote historias, por si sigues interesado en leerlas.
Pero sobre todo voy a seguir contando Historias de Thèramon porque
lo necesito. Ya sabes: tanto como respirar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">La próxima vez que nos veamos, no hablaré yo; hablará la laudaner. Ya tengo el texto preparado. Hoy te dejo una imagen de la parte de Thèramon que vamos a recorrer durante los próximos meses. Y el título del capítulo que colgaré en mi próxima entrada:<b> El Oso y el Dragón</b>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuEwP3CixLR8MwtVusjEB9QNbcqR3gqnpx93-J4gNPoVNULICacr-aucO-BXijlQi-nc130x-iGvYZ80OtQeF_6RRlJTGEyvncfmLGg77SmFP8OUQ-MKf9yLMNAFAQ1wCGlDKxSdq2Xds/s1600/Xaina+Dalnu.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuEwP3CixLR8MwtVusjEB9QNbcqR3gqnpx93-J4gNPoVNULICacr-aucO-BXijlQi-nc130x-iGvYZ80OtQeF_6RRlJTGEyvncfmLGg77SmFP8OUQ-MKf9yLMNAFAQ1wCGlDKxSdq2Xds/s1600/Xaina+Dalnu.png" height="336" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Que Enlil te bendiga.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-18558851438909504942013-09-01T12:44:00.000+02:002013-09-02T19:46:52.964+02:00El nuevo Mapa<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><b>De los Archivos de Räel Polita: el Mapa de Thèramon en la Era de Sanaa</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd8JJW8qNDT1DpbruDgEXvl0hK5hGjqeSsBUcJX6wXnbax9UfIkCtzZKgvAVkubyTrrzNjDmOj3VRvE4QQ_htGARIuqGyPcBNesvP_vcNSNYcE_6WbaMivmHFkyKSQjn7j3Y4YM9UO4P0/s1600/Mapa+de+Th%C3%A8ramon.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="604" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd8JJW8qNDT1DpbruDgEXvl0hK5hGjqeSsBUcJX6wXnbax9UfIkCtzZKgvAVkubyTrrzNjDmOj3VRvE4QQ_htGARIuqGyPcBNesvP_vcNSNYcE_6WbaMivmHFkyKSQjn7j3Y4YM9UO4P0/s640/Mapa+de+Th%C3%A8ramon.JPG" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">© Bea Magaña. (Reservados todos los derechos)</span></span><br />
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"> **********</span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;">Este mapa, así como todos los textos que aparecen en este blog, están registrados en Safe Creative y en el Registro de la Propiedad Intelectual. Bea Magaña tiene reservados todos los derechos. Te ruego que los respetes.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;">Nota:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;">Éste es el aspecto de Thèramon en la Era de Sanaa, la última. Desde su creación hasta la actualidad, Thèramon ha sufrido numerosas transformaciones, muchas de ellas traumáticas. En sus orígenes, era poco más que una isla rodeada de un mar infinito. La historia de la retirada del Mar se cuenta en el Libro de los Dioses. Por tres veces Traytum ordenó retirarse a las aguas, y esto provocó que la isla original creciera, hasta llegar a ser lo que ves aquí. Desde la Era de Aodoir, no hay Mar que bañe las costas de Thèramon, pues el dios de las Aguas Profundas abrió un inmenso abismo entre la tierra y su reino acuático.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;">El mapa está incompleto. Thèramon está habitado por numerosas razas, y existen más ciudades y aldeas de las que he marcado aquí. A medida que visito cada región, conozco a sus habitantes y descubro sus ciudades. Si bien éste es el mapa definitivo, llegará el día en el que pueda completarlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;">De momento, creo que te servirá bastante bien para orientarte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large; line-height: 18px;"><br /></span></div>
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"> **********</span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Bien, aquí tienes el nuevo Mapa de Thèramon, obra de Carlos Gran. como ves, no tiene nada que envidiar a los mapas de las novelas fantásticas que hayas podido leer. Me siento muy complacida, agradecida, emocionada. Y me encantaría conocer tu reacción. ¿Querrás dejar tu comentario? Agradeceré todas las opiniones.</span></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-90240058397269275612013-08-21T18:38:00.000+02:002013-08-21T18:38:14.462+02:00El Cartógrafo<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hace
algo más de un mes te dije que pronto podría enseñarte el nuevo
mapa de Thèramon. Bien, por fin puedo cumplir mi promesa. Aunque no
sé si te interesa verlo. Como te dije en mi última entrada, ignoro
si sigues haciendo el viaje conmigo. La ausencia de comentarios me
hace pensar que no sientes curiosidad, que no tienes especial
interés. Que te da igual si te enseño el mapa o si me lo guardo
para mí, que soy la única que todavía cree en Thèramon y en su
futuro. Pero como también te dije en mi última entrada, vuelvo a
escribir para mí, para mi propio regocijo, sin importar si no hay
nadie esperando una historia. Me ha costado demasiado superar el
Bloqueo como para dejar de respirar de nuevo porque a nadie le
interese lo que tengo que contar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Y,
por si acaso sigues aquí, quiero compartir esta novedad contigo.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Si
has visto las últimas actualizaciones de la página de Historias de
Thèramon en Facebook sabrás que hace veinte días que el mapa quedó
terminado. ¿Por qué he esperado tanto tiempo para volver a este
lugar? Mi responsabilidad y mi prudencia tienen la culpa. Tenía dos
correcciones y dos lecturas para valoración, y quería registrar el
mapa antes de hacerlo público. Ayer, por fin, recibí la
<b>notificación del registro</b>. Con los derechos de autor de la imagen en
mi poder, ya puedo enseñarla.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pero
antes tengo que hacer una cosita. Porque seré muchas cosas malas,
pero no soy una aprovechada, y tampoco una desagradecida.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hace
unos años, en mi trabajo, había un compañero que tenía el feo
vicio de atribuirse el mérito del trabajo que hacíamos las demás.
Cuando montábamos las mesas para los banquetes, él siempre se
pavoneaba delante de mi jefe presumiendo de lo precioso que le había
quedado el comedor. Las camareras nos habíamos encargado de mover
las mesas y de vestirlas, habíamos puesto la vajilla y la cubertería
y doblado las servilletas en forma de lazos, pero ese compañero
nunca nos mencionaba cuando le mostraba al jefe el resultado final. Y
él recibía los halagos y la palmadita en la espalda, cuando no
había hecho otra cosa que pasearse mientras nosotras trabajábamos.
Un aprovechado, como ves.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Yo
no funciono así.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Si
te mostrara el mapa sin hablarte primero del cartógrafo, me sentiría
un fraude. Porque todo el mérito sería para mí. Y lo más que yo
he hecho ha sido poner en un papel lo que visualizaba en mi cabeza.
Todo el trabajo de dibujo, retoque, colorido y demás ha sido de
<b>Carlos Gran</b>.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Carlos
Gran es el autor de la <a href="http://lostresreinos-carlosgran.blogspot.com.es/">Saga de los Tres Reinos</a>, cuyo primer libro he
tenido el honor de corregir; <b>Averyn</b> saldrá publicado dentro de un
mes, y llevará en la contraportada una breve sinopsis escrita por
mí. Doble honor que me hace, pues con una mención en la página de
agradecimientos me sentía suficientemente pagada. Pero a Carlos se
le ocurrió que podía devolverme el favor por la corrección, y
decidió hacerme un mapa chulo para mis Historias de Thèramon.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Así
que, aunque los derechos de la imagen los tenga yo, porque Carlos me
la ha regalado, el aplauso ha de ser para él, que ha hecho un
magnífico trabajo, primero a mano y luego con el ordenador. Además
de la paciencia que ha tenido, porque no es nada fácil trabajar en
un dibujo con las vagas indicaciones que le di al principio y que le
hice retocar un millón de veces:<i> aquí falta un río; esta ciudad va
más a la derecha; esta montaña ha de ser más grande; ¿puedes
poner dragones en las zonas en las que hay dragones?...</i> No es fácil
trabajar en equipo cuando las dos partes viven a cientos de
kilómetros de distancia y se comunican por mensajes de Facebook,
foto va, foto retocada y escaneada viene.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Deja
que te hable un poco del proceso de dibujo del mapa. La primera vez
que Carlos lo vio, era tal y como tú ya lo conoces, porque tiene su
propia página aquí, en este blog. Compáralo con el diseño que fui
capaz de hacer utilizando un programa llamado Mapper (no te rías
mucho de mí, por favor, sé que es muy cutre; ambos mapas lo son,
los dibujé yo, je)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhL_r-vd0H5kJzjKWvQu26lIx2Z0n_qlt441vS6gmmIM2GqvjDDVJkidHvNagcszGxm-4jZIAYNyETbh2vOCcS1qEqEc4ikfV7S2YMwfI7fnj_bYOS17hb4MI-0yNL4o75Mhl086IfUj4/s1600/mapaexp.bmp" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhL_r-vd0H5kJzjKWvQu26lIx2Z0n_qlt441vS6gmmIM2GqvjDDVJkidHvNagcszGxm-4jZIAYNyETbh2vOCcS1qEqEc4ikfV7S2YMwfI7fnj_bYOS17hb4MI-0yNL4o75Mhl086IfUj4/s200/mapaexp.bmp" width="200" /></span></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPtBqqgvWsnicoR_6HepiqSIXJtGgJ592g-lvwX_M_aM7vrfarAuQFY4IDsWnUQVb9v7pa4Vq9sFa4hh-qXzs_z00fv3r5BsMFUAWnqcqyXRPAXD52hRGHPzZJTKZuiDzWE-FJebhP-tI/s1600/Mapa+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPtBqqgvWsnicoR_6HepiqSIXJtGgJ592g-lvwX_M_aM7vrfarAuQFY4IDsWnUQVb9v7pa4Vq9sFa4hh-qXzs_z00fv3r5BsMFUAWnqcqyXRPAXD52hRGHPzZJTKZuiDzWE-FJebhP-tI/s200/Mapa+1.jpg" width="141" /></span></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaB0ymtmEauKgjNwHHKRKKQ0lydfBiwhwWuCXyT6ke_k0Hw072qRqGs4XCrtJW3Gaw9xpvtFnIn1yOY5wUKJl6amas3J5MDU1nXcCwbHG9ZOnGU7LLuCSwQlvtBWVyDUeCKEZF4xsohZ4/s1600/El+mapa+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaB0ymtmEauKgjNwHHKRKKQ0lydfBiwhwWuCXyT6ke_k0Hw072qRqGs4XCrtJW3Gaw9xpvtFnIn1yOY5wUKJl6amas3J5MDU1nXcCwbHG9ZOnGU7LLuCSwQlvtBWVyDUeCKEZF4xsohZ4/s200/El+mapa+1.jpg" width="150" /></span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Mi
intención era ponerle montañas y árboles que parecieran montañas
y árboles, como en los mapas de verdad. No me salió nada bien. Pero
Carlos captó la idea. Y se inspiró en estos dos mapas para dibujar
el mío.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaRkFiHerIHwEhW1jV7Oh33ONwRVXmZ0qIMJS1Z36gy84y_xfS45L_D1XnNt-y-t5BlA2QCoaIjmvGimoj7GT4SPCZy8zLysQVul0r8_rgc3Q7M_r-ttbRAcby8z154DxzIwEIwVbM3t4/s1600/dsfsdf001-796190.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="153" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaRkFiHerIHwEhW1jV7Oh33ONwRVXmZ0qIMJS1Z36gy84y_xfS45L_D1XnNt-y-t5BlA2QCoaIjmvGimoj7GT4SPCZy8zLysQVul0r8_rgc3Q7M_r-ttbRAcby8z154DxzIwEIwVbM3t4/s200/dsfsdf001-796190.gif" width="200" /></span></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixrO_sjtjsO0NIa28c7o0hhlD5c1kijDeDikOLB2dxObxqLzY0tnW3BHYNDotvlEI0JkK40CtNQFdm8bxz9eEEvNSW6msEBX0x46JqZnqbJWUqLRH8TQgZiDqp4sAMqUD7lHJRkO_jyd8/s1600/eragon04_large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixrO_sjtjsO0NIa28c7o0hhlD5c1kijDeDikOLB2dxObxqLzY0tnW3BHYNDotvlEI0JkK40CtNQFdm8bxz9eEEvNSW6msEBX0x46JqZnqbJWUqLRH8TQgZiDqp4sAMqUD7lHJRkO_jyd8/s200/eragon04_large.jpg" width="200" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: x-small;">Mapa de la Tierra Media. Mapa de Eragon </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">El
resultado, es lo que ves en esta muestra.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91AP84nZZFXNIbpJ8YnqHRw72QJpAV0TLoi7Zefp5sMqf8ZYtWe3A8_-QWlgiEKZxAgsRLAwDq-halyu_nSJgBRe07PAdhf3g2nHfd-1K7FQppWreZeL6R5kBR0wOgOWmOPNqVCeJ5II/s1600/Efenag+Dalnu.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91AP84nZZFXNIbpJ8YnqHRw72QJpAV0TLoi7Zefp5sMqf8ZYtWe3A8_-QWlgiEKZxAgsRLAwDq-halyu_nSJgBRe07PAdhf3g2nHfd-1K7FQppWreZeL6R5kBR0wOgOWmOPNqVCeJ5II/s200/Efenag+Dalnu.png" width="200" /></span></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Carlos
Gran es un artista. Ha conseguido que Thèramon tenga un mapa digno
de las mejores novelas de fantasía épica.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Te
prometo el mapa entero en mi siguiente entrada, no quiero que la
imagen le robe protagonismo al cartógrafo, esta entrada está
dedicada a él.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_OfVpFPdODS5T_rvoHl1V7ldZjarCQv-hHvCbeKreHB4D3ovQBWfJtZ4hg8_61Q0ik9LdTLJvzjbRlmrFE5o7jLn7zXBlc11pLXMSa_kXNCkQ9JBYGb7KbKvgbQ8rZHR4iELSCVccZHE/s1600/025.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_OfVpFPdODS5T_rvoHl1V7ldZjarCQv-hHvCbeKreHB4D3ovQBWfJtZ4hg8_61Q0ik9LdTLJvzjbRlmrFE5o7jLn7zXBlc11pLXMSa_kXNCkQ9JBYGb7KbKvgbQ8rZHR4iELSCVccZHE/s320/025.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: x-small;">abrazo épico entre Averyn y Thèramon, Feria del Libro de Madrid 2013</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;">Escritor,
artista, compañero y amigo. Carlos Gran merece mi agradecimiento y
tu aplauso.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-28812361657394654722013-07-19T22:40:00.001+02:002013-07-19T22:43:07.261+02:00De mapas y de tesoros<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Si la casualidad no
existe, entonces los dioses nos hablan.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Si leíste mi última
entrada, sabrás que muchas cosas han cambiado. A mi alrededor,
también dentro de mí. He necesitado mucho tiempo de silencio y
desconexión para encontrar el camino que había perdido. Durante
todo este tiempo, me he preguntado infinidad de veces si te
encontraría aquí a mi vuelta. He descubierto que en ocasiones
tomamos un camino que nos aleja de los lugares que amábamos, y que
el olvido, la desidia o las nuevas ocupaciones e intereses nos
impiden volver a esos lugares, a pesar de que en algún rincón de la
memoria o del corazón sigamos viendo los paisajes que una vez nos
conquistaron. Ignoro si sigues viniendo de vez en cuando. Si aún
esperas una historia, más información sobre este mundo que he
empezado a mostrarte, o una noticia, alguna novedad. Si te asomas
aunque sólo sea para comprobar si he actualizado el blog. Mi
silencio no es la mejor forma de atraerte, lo sé. Pero este silencio
era necesario, pues mi tristeza, mis dudas y mi batalla contra la
Oscuridad tampoco eran beneficiosas para Thèramon.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A pesar de mi silencio, a
pesar de mi aparente inactividad, no me he rendido, sigo aquí, y
todavía tengo muchas historias que contarte, aunque no vengas a
leerlas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy es un día especial.
Hace dos años, por sorpresa y sin proponérmelo, nació la página
de Thèramon en Facebook. Una página que no tenía administrador,
pero que enseguida recibió varios Me Gusta, ante mi desconcierto,
pues no sabía cómo <i>Criatura de Fuego, Criatura de Luz (Libro) </i>
había aparecido de pronto en la red social. Pero comprendí que, con
sus Me Gusta, los compañeros de viaje mostraban su apoyo a mi
trabajo, y me animaban a continuar haciéndolo. Así que, sin saber
muy bien lo que tenía que hacer, conseguí que esa página que se
había creado de forma automática desapareciera, y abrí la oficial,
que no tardó en tener cien seguidores. ¡Caramba! Pues sí que hay
amigos de Thèramon en Facebook, pensé. A día de hoy, somos algo
más de doscientos.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y últimamente no hay
actividad en esa página.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero no porque no tenga
nada que contar. Mi musa está activa, hace meses que está muy
activa, aunque mi silencio te dé a entender lo contrario. Lo cierto
es que me falta tiempo para todo lo que me traigo entre manos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Ya te he contado que
cuando no puedo escribir me dedico a corregir las novelas de otros.
Que lo hago sin cobrar, porque no poseo un título que me acredite
como correctora, así que no me dedico a ello profesionalmente,
aunque mi trabajo sea muy profesional. Hay mucha gente que no
entiende que haga esto. ¿Por qué pierdo mi tiempo corrigiendo a
otros en lugar de dedicarme a escribir mis propias novelas? No es una
pérdida de tiempo, en realidad. Intento explicárselo, pero siguen
sin entenderlo. No me importa. Corregir me ha enseñado mucho. Y me
ha aportado muchas cosas buenas. Me ha ayudado a superar la tristeza,
la apatía, el bloqueo, a recuperar la voluntad y la constancia, a
salir de mi estado vegetativo. He encontrado verdaderas joyas
literarias, también he encontrado muy buenos amigos. Y a pesar de
que no cobro por mi trabajo, he sido muy bien recompensada. Una
mención en la página de agradecimientos de una novela que ha
encontrado editorial es un regalo que me llega al corazón. Un libro
dedicado, agradecimiento y afecto en unas pocas palabras, es un
tesoro de valor incalculable. Los que piensan que soy una tonta por
trabajar gratis no entienden que soy una persona muy afortunada. Hay
cosas muchísimo más valiosas que el dinero. Pronto podré enseñarte
una de esas cosas.</div>
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<br /></div>
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¿Recuerdas que te dije
que había un nuevo Mapa de Thèramon en proceso? Me muero por
enseñártelo. Ese mapa es la forma que uno de los escritores que
dejó su novela en mis manos para que la corrigiera ha tenido de
demostrarme su agradecimiento. Y es un artista dibujando mapas. Al
ver el resultado, y eso que todavía no está terminado, mi musa se
ha vuelto loca de entusiasmo y se ha puesto a trabajar de modo que la
inspiración me desborda. Pronto volveré a escribir una historia de
Thèramon. Y te mostraré el nuevo mapa. Si el anterior te gustó, el
nuevo te va a encantar.</div>
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<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
O no. No sé, como te he
dicho antes, ignoro si sigues viniendo.</div>
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<br /></div>
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Pero empiezo a creer que
sigo haciendo este viaje acompañada.</div>
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<br /></div>
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Hoy, por eso de que la
página de Historias de Thèramon cumple dos años, tenía previsto
actualizar el blog. Qué importaba si no ibas a venir a leer esta
entrada. Tenía algo que decirte, y pensar que no iba a haber nadie
interesado en lo que escribo ya no iba a servirme de excusa. Durante
demasiado tiempo he sucumbido a esa duda, alimentando con mi
inseguridad al maldito bloqueo del que estoy intentando deshacerme
por todos los medios. Ahora puedo decirte que he superado ese temor.
Que vuelvo a sentir la necesidad de escribir para mi propio disfrute,
y que lo haré aunque no tenga lectores, porque escribir historias es
lo que me hace sentir viva y completa. Si no hay nadie interesado en
leer mis historias, no hay nadie a quien pueda decepcionar si no son
lo suficientemente buenas. Sin olvidar mi sueño de publicar, vuelvo
a escribir para mí, para mi propio disfrute. Publicar no es una
prioridad. Escribir vuelve a ser una necesidad.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero ¡qué casualidad!
(y recuerda que yo no creo en la casualidad), que entro en el blog
decidida a hablar de tesoros y de mapas, y me encuentro con un par de
comentarios nuevos (como un mensaje de los dioses), que me han hecho
pensar que quizás estaba equivocada, y sí sigue habiendo personas
interesadas en Thèramon. De algún modo, el contador de visitas ha
superado las 25000, seiscientas visitas en el último mes son muchas
visitas para un blog sin actividad, ¿no te parece? Bien, pues tendré
que encontrar tiempo para actualizarlo con más frecuencia, porque
seré muchas cosas, pero no soy una desagradecida y tampoco una
desconsiderada. Si hay una sola persona que espera más Thèramon,
habrá más Thèramon. Ya veré cómo me las apaño entre corrección
y escritura de Z.
</div>
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<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y como no soy una
desagradecida, desde aquí respondo al segundo comentario que he
recibido hoy, en el que Juank, del blog <a href="http://juank-elcuentahistorias.blogspot.com.es/2013/07/premio-dardos.html"><span class="Apple-style-span" style="color: magenta;">El Cuentahistorias</span></a>, me
informaba del premio que me ha concedido. Citando el texto que
aparece en su entrada: <i>Este premio se otorga a blogs con el
objetivo de promocionarlos dependiendo siempre de originalidad,
valores, cultura y contenidos</i>... Querido Juank, me siento muy
honrada de que hayas visto todo eso en mi blog, e inmensamente
agradecida por el premio. Otro tesoro que encuentro, y que ha hecho
que hoy sea un día doblemente especial.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnidy_pueNeSpsDk_si86uRzNUInQreojXpM2Jj-xrpVLdXTgWuB5QbuCW8MNdSgAdDKdROCTQge-pa5afB56IJNeLEmuXpVxBkFr_4kempab9XmKgdeJwzmONCurnb37e6g0PGBOvJMs/s1600/Premio+Dardo+por+Vaneryenne.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnidy_pueNeSpsDk_si86uRzNUInQreojXpM2Jj-xrpVLdXTgWuB5QbuCW8MNdSgAdDKdROCTQge-pa5afB56IJNeLEmuXpVxBkFr_4kempab9XmKgdeJwzmONCurnb37e6g0PGBOvJMs/s200/Premio+Dardo+por+Vaneryenne.jpg" width="155" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Mira, mi segundo premio bloggero!!!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-86147707874838555902013-05-05T10:46:00.000+02:002013-05-05T10:46:02.357+02:00Cambios<div style="text-align: justify;">
A estas alturas, ya sabes que hay tres cosas que soy incapaz de hacer: resumir, rendirme y aceptar los cambios.</div>
<div style="text-align: justify;">
Mi asignatura pendiente es aprender a decir lo que pienso o siento con pocas palabras. Mi objetivo en no rendirme jamás, levantarme siempre después de cada caída y seguir luchando por aquello en lo que creo. Y en cuanto a los cambios... ¿qué puedo decirte? Por fin he comprendido que cambiar no es malo, que la evolución es necesaria, y que es un error empeñarse en quedarse estancado en lo que conocemos, porque no llegaremos a ninguna parte si no nos movemos. Y se trata de avanzar en pos de nuestro destino, ¿no?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace dos años mi vida cambió. Como si los astros se hubieran alineado, una serie de circunstancias y de casualidades (recuerda que yo no creo en la casualidad) se sumaron para sacarme de mi estado vegetativo y para romper un bloqueo que durante seis largos años me había impedido hacer lo que siempre había sido para mí tan natural como respirar. Abrí este blog, conocí a personas estupendas que hoy forman parte de mi mundo tanto como los personajes de mis historias, y volví a sentirme viva después de casi una década de vagar por el mundo sin voluntad ni deseo ni ilusión. Ahora, mientras escribo la novela que me mantiene alejada temporalmente de Thèramon y de este lugar, comprendo que fui como un zombi durante todos esos años. Y que morí en sentido figurado porque me negaba obstinadamente a aceptar que las cosas habían cambiado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
He necesitado estos dos años de ilusión, de esperanzas, de felicidad, de desengaños, de despedidas no deseadas y encuentros no previstos, de lágrimas y de lucha interior, para comprender que la evolución no sólo es positiva, sino también necesaria. Y ahora miro atrás y no siento dolor ni ira por las cosas malas que me han pasado, pues todas ellas, junto con las buenas, que también las ha habido, me han traído hasta aquí, renovada y mejorada como persona y como escritora.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Echo de menos caminar por los parajes de Thèramon, pero no me duele haberlo dejado a un lado momentáneamente, porque lo que estoy escribiendo ahora también es Thèramon en parte, y me ha ayudado a terminar de aprender las lecciones que el Cosmos quería enseñarme y que yo me empeñaba en ignorar. Z me ha hecho más fuerte, un poco más sabia, y me ha ayudado a desprenderme de mis temores y de mis dudas. Y eso es bueno para Thèramon, porque por fin he descubierto de dónde nacen mis bloqueos, y cómo evitarlos; he comprendido que el amor es la fuente de toda creación, pero que del vacío sí se pueden crear mundos; que los únicos obstáculos que nos impiden avanzar en pos de nuestros sueños son los que nos ponemos nosotros mismos; que la timidez, la vergüenza y el miedo no son más que excusas que no necesitamos; que las decepciones no matan, que las heridas sanan con el tiempo, que todo gusano debe encerrarse en su crisálida un tiempo para poder regresar al mundo transformado en bella mariposa. Que si nos empeñamos en buscar al unicornio, nunca veremos que estamos rodeados de dragones. Que los dioses nos hablan, pero que no oiremos sus voces más que en nuestro interior.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Thèramon no ha muerto, al contrario, está más vivo que nunca, lo está en mi corazón y en mi cabeza, aunque estos últimos meses no haya tenido tiempo ni siquiera para seleccionar un nuevo capítulo que mostrarte. Las correcciones y Z se llevan todo el tiempo libre del que dispongo, que ya sabes que no es mucho. Pero cuando Z esté acabada, volveré a Thèramon y te mostraré cosas maravillosas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una de ellas ya está en marcha. No puedo enseñártela todavía, porque apenas he visto el primer paso, pero te puedo asgurar que me ha gustado muchísimo y que a ti también te va a encantar. El nuevo MAPA de Thèramon va tomando forma. Y ahora sí que parece un mapa, no ese dibujo medio cutre que yo hice y que recibió tantos elogios en su día. Dame tiempo, y te lo mostraré en todo su esplendor. Dame tiempo, y te demostraré que la perseverancia y la fe son el camino correcto hacia nuestro destino. Dame tiempo, y te demostraré que todos los sueños se cumplen cuando estamos preparados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y búscame en mi blog de autora, si quieres saber qué estoy haciendo y por qué no tengo tiempo de subir nuevos capítulos de Thèramon al blog. Estoy trabajando para darte más de una sorpresa, más de una alegría. Con la ayuda de los dioses, te daré muchas. Las cosas han cambiado, ya te lo he dicho, yo misma he cambiado, y ya no tengo miedo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Últimamente no comentas, no dejas huella de tu paso más que en el contador de visitas, pero la cifra que marca ese contador me dice que sigues aquí, haciendo el viaje a mi lado. Permite que hoy te dé las gracias por dos años de apoyo, de creer en mí, de acompañarme y de mostrarme el camino cuando me he extraviado. Deseo que sigas haciéndolo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Vamos a por el tercer año!!!!</div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-1739539107061723122013-03-15T19:50:00.001+01:002013-03-15T19:55:03.707+01:00¿Me acompañas?<div style="text-align: justify;">
Estás aquí porque amas Thèramon. Vienes porque mi prosa te gusta, porque mis palabras te inspiran, porque ya formas parte de mi mundo, porque quieres saber más de él, o de mí. Cuando dejas huella de tu paso, sé que sigues haciendo el viaje a mi lado. Cuando no te manifiestas, sé que has estado aquí, porque el contador de visitas te ha visto, aunque yo no lo haya hecho. </div>
<div style="text-align: justify;">
Thèramon existe en mi cabeza y en mi corazón, seguirá existiendo aunque no haya nadie que desee conocer sus historias. Pero sé que hay alguien que desea leerlas, muchos alguien, en realidad. Así que Thèramon existe físicamente porque tú estás aquí. Y por ello te doy las gracias.</div>
<div style="text-align: justify;">
Tu compañía, tu aliento y tu fe en mí han sido la mejor medicina contra la timidez, las dudas y el miedo a asomarme al mundo y decir con orgullo que soy escritora. Lo he dicho en voz baja, sí, pero creo que mi prosa ha hablado por mí mejor de lo que yo podría haberlo hecho. Y de eso se trataba. Porque soy muy mala echándome flores, y la mejor forma que tenía de decirle al mundo que soy una buena escritora era mostrándole al mundo lo que hago.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dicen de mi prosa que es hermosa, musical, adictiva. Que emociona, que engancha. Dicen que tengo tanto talento como imaginación. Dicen que tengo un don especial para narrar. Y aunque sé que todavía tengo mucho que aprender y algunas cosillas que pulir, las únicas críticas negativas que he recibido hasta ahora han sido opiniones subjetivas, del tipo: "demasiadas Y en este párrafo" (cierto, pero era una repetición hecha a propósito), "demasiados nombres thèramónicos de golpe" (claro, pero ¿a que llevan una traducción o una explicación siempre que se puede?), y "demasiado corto, o eso me ha parecido, me ha sabido a poco, quiero más" (esta última crítica siempre me encanta 8), será que tengo un poco de ego aunque a veces me parezca que no el suficiente).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Adoro que te guste mi forma de narrar. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no sólo escribo Historias de Thèramon, ya lo sabes, te he dejado muestras de otras historias en este mismo blog. No soy una escritora de Fantasía Épica exclusivamente. Es difícil encontrar una etiqueta para definirme. Tengo una musa caprichosa que no se amolda a géneros o a tópicos. Le gusta hacer mezclas. Puedo decirte que Z está originando angustia, miedo y risas por igual, no sé si voy a poder catalogarla como Terror cuando llegue el momento de buscarle editorial.</div>
<div style="text-align: justify;">
Creo que la mejor forma de describir lo que hago es diciendo: "es diferente; sorprende, impacta, te llega muy adentro, te hace sentir".</div>
<div style="text-align: justify;">
Si lo digo yo, suena un tanto prepotente. Pero son ya muchos los que lo dicen. Así que he decidido empezar a creérmelo. Y he hecho algo que hasta ahora no me había atrevido a hacer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
He decidido compartir en Wattpad otra de mis historias. Una que no tiene nada que ver con Thèramon. Una cuya prosa podría echar a perder mi reputación (soy "la Tolkien española" (jajaja), ¿recuerdas?), o ganarme el corazón y/o la atención de lectores que no son demasiado aficionados a la Fantasía épica. Diría que 800 lecturas no son una mala cifra, así para empezar. Parece que ECPNSBET está gustando. Si sientes curiosidad, te invito a pinchar en este <a href="http://www.wattpad.com/user/Beamaga"><span class="Apple-style-span" style="color: orange;">ENLACE</span></a> y a opinar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Quiero hablarte de ECPNSBET. También quiero hablarte de Z. Y de otras cosas. Pero no aquí, este lugar es Thèramon, y así quiero que continúe. Que vengas aquí a leer más de este mundo que ya amas, a aprender más sobre su geografía, su idioma, su mitología y sus razas. Quiero seguir dejándote capítulos de una historia que ya conoces, mostrarte el nuevo mapa que está en proceso, contarte novedades cuando las haya, así como buenas noticias, que llegarán cuando la primera Historia de Thèramon esté lista para iniciar su aventura en busca de editorial.</div>
<div style="text-align: justify;">
Entonces, ¿cómo hablarte de mis otros trabajos?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después de mucho pensarlo, he tomado una decisión. Y así ha nacido <a href="http://dedragonesyzombis.blogspot.com.es/"><span class="Apple-style-span" style="color: orange;">VOY A SER LEYENDA</span></a>, mi blog de autora. Por eso estoy hoy aquí, sin un capítulo de Thèramon para ti, pero con algo nuevo en las manos, algo que quiero mostrarte. Tendrás más capítulos, te lo prometo. Pero hay nuevos proyectos en marcha que quiero compartir contigo, y lo haré desde mi blog de autora, al que puedes acceder pinchando en el nombre. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Me acompañas? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAiY3_a4tiV-m3f_6j6CfcoEdAAGOeieUwlz7sVymSOcBXMCOF3UzRrb837PxPGkm4UN9TGJ5rY8EoT3E6khxC55QnKKuBDXoGRgd2-6ShEQAtaaJtjuC9ogT3p1NFq95K2ULhafkS4Ig/s1600/dragonzombiblog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="137" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAiY3_a4tiV-m3f_6j6CfcoEdAAGOeieUwlz7sVymSOcBXMCOF3UzRrb837PxPGkm4UN9TGJ5rY8EoT3E6khxC55QnKKuBDXoGRgd2-6ShEQAtaaJtjuC9ogT3p1NFq95K2ULhafkS4Ig/s320/dragonzombiblog.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-84774837650144971822013-02-17T13:37:00.001+01:002013-02-17T13:50:29.263+01:00¿Te imaginas?<div style="text-align: justify;">
¿Escritor es cualquier persona imaginativa capaz de juntar letras hasta expresar en frases coherentes lo que hay en su cabeza? ¿Escritor es una persona que publica y vende libros? ¿O es todo lo que hay entre lo primero (digamos, el aspirante o aprendiz) y lo último (la consecución de un sueño, la meta a la que todos aspiramos)?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo un sueño. Sueño con ver mis historias publicadas. Empecé a escribir a los diez años, cuando no sabía del mundo más que lo que había ido leyendo en los libros que sustraía de las estaterías de mis yayos, primero, y de mis abuelos, después. No sabía mucho del mundo, pero sí algo de los sentimientos, y sobre ellos escribía. Con ingenuidad, con inocencia, con pasión; con errores, pero sin dudar, porque escribía de manera automática, por instinto, como si hubiera nacido para ello. Pronto comprendí que necesitaba escribir tanto como respirar. Y cuando terminé mi primera novela, al poco de cumplir los trece años, supe que deseaba que el mundo leyera lo que había escrito. Porque era hermoso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aún no he publicado, pero me llamo a mí misma escritora.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Poco o nada sé del mundo editorial, aunque en los dos últimos años he conocido a muchos escritores que, como yo, tienen un sueño, y mucho talento. Gracias a nuestras conversaciones he comprendido que en España los autores noveles no lo tenemos fácil. Las editoriales apuestan por nombres conocidos, y más en estos tiempos de crisis, en los que nadie quiere arriesgarse a invertir en un valor que no sea cien por cien seguro. Muchos se cansan de esperar y eligen el camino de la autopublicación, ahora más sencillo gracias a la aparición de Amazon en España. Yo todavía no he elegido ese camino, quiero ver Thèramon en papel, quiero probar primero el método tradicional. Pero no descarto subir una de mis novelas a Amazon. Si no encuentro editorial para <b>Z</b>, podría decantarme por la otra vía. Hay quien opina que Amazon es un escaparate desde el que llamar la atención de las editoriales. Y yo no soy partidaria de que las buenas historias acaben olvidadas en el fondo de un cajón.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mi cruzada personal es leer y promocionar tantas de esas novelas como caigan en mis manos, siempre que cumplan los requisitos que, en mi opinión, las convierte en recomendables: buena prosa, buena historia, buena presentación; que enganche, que emocione, que sorprenda. Que me deje con ganas de más. Soy una voz pequeñita que suena en el desierto, pero es lo más que puedo hacer en este momento por mis compañeros de letras y por mí misma. No debemos permitir que el talento permanezca oculto. Si somos muchos los que gritamos, quizás un día las editoriales nos escuchen, y dejen de invertir en sagas extranjeras y en autores consagrados, y empiecen a apostar fuerte por nosotros, por nuestras sagas, por nuestro talento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Te imaginas que yo no estuviera sola en esta cruzada?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Te imaginas que hubiera otros como yo, que lucharan por cambiar las cosas, que tuvieran el valor y los medios para dar un paso más?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Te imaginas que alguien decidiera crear una editorial que apostara por nosotros?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ha nacido<u><span class="Apple-style-span" style="color: lime;"> </span><a href="http://palabrasdeaguaeditor.wix.com/palabrasdeagua"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Palabras de Agua</span></a></u>, la editorial que yo misma crearía si tuviera los medios, los conocimientos y los contactos necesarios para hacerlo. De la mano de tres valientes que comparten el mismo sueño y la misma cruzada que yo: <b>Juan de Dios Garduño</b>, <b>Raúl Lepe</b> y <b>David Prieto</b>. Ninguno de ellos es amigo mío, así que no vayas a pensar que les hago publicidad gratuita movida por el afecto, apoyo su iniciativa y su proyecto porque considero que lo merecen, y porque ya era hora de que alguien se atreviera a dar un paso más para cambiar las cosas. Yo también soy escritora. Yo también quiero mi oportunidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Palabras de Agua inicia su andadura con un proyecto que requiere de la ayuda de todos. Para publicar su primera novela, <i>Calles de Chatarra</i>, de <b>Alejandro Guardiola</b>, necesitan mecenas. Esto es lo que significa crowfunding: la financiación correrá a cargo de las pequeñas donaciones que vayan recibiendo. No pienses que se trata de donar tu dinero sin más, lo que haces con tu aportación es reservar el libro en un formato u otro (en papel o en digital), dependiendo de la cantidad que quieras o puedas permitirte aportar. Para saber más, pincha<a href="http://www.verkami.com/projects/4528-edicion-de-calles-de-chatarra"> <span class="Apple-style-span" style="color: blue;">AQUÍ</span></a>. Si difundes, si compartes, también les estarás ayudando a abrir nuevos caminos. Como escritor, como lector, tienes la oportunidad de poner tu granito de arena.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Te imaginas que Palabras de Agua se hubiera interesado por Thèramon, que quisieran publicar una de mis historias, pero no tuvieran los medios económicos necesarios para llevar a cabo la edición? Si estuviera en tu mano, ¿les ayudarías? Si fuera<i> Thèramon</i>, de<b> Bea Magaña</b>, una desconocida, y no <i>Calles de Chatarra</i>, de Alejandro Guardiola, finalista del Premio Minotauro, ¿no harías tu aportación?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Piensa en ello, ¿vale? Nos estarás ayudando a todos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"><br /></span></span></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-71702086817022099142013-01-31T18:28:00.001+01:002013-01-31T18:28:19.492+01:00Promesas<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ya
sabes cuáles son los pilares básicos de Thèramon: el honor, el
valor, la fe, la honestidad, la lealtad. Esos pilares rigen mi vida.
Sé que soy demasiado inocente, o ingenua, porque tiendo a utilizar
más el corazón que la cabeza, y aunque no me considero una persona
valiente, sí soy honesta, leal y no dejo promesas sin cumplir.
Aunque a veces tarde, porque mi tiempo libre es escaso y son muchas
mis ocupaciones (ésas son las promesas que dependen de mí), o
porque se requiera tiempo, trabajo y constancia, y voluntad (ésas
son las promesas que dependen de ti). Sé que no todo el mundo
comparte mis ideales; que hay demasiada hipocresía, egoísmo,
mentira y traición a mi alrededor. Pero también sé que hay bondad,
inocencia y amor suficientes para hacerme olvidar el dolor y la
tristeza que me provocan los sentimientos negativos y las malas
acciones de las personas, tanto de las que no me importan demasiado
como de aquéllas en las que decido confiar y a las que aprecio.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Quiero
pensar que la bondad siempre vence. Si creyera que la Oscuridad tiene
alguna posibilidad, Thèramon no existiría. Mi fe se tambalea a
veces, pero nunca la pierdo del todo, y cada vez se hace más fuerte.
Sé que hay muchísimas cosas buenas esperándonos más adelante en
el camino, lo sé porque las he visto. Todavía me gana la
impaciencia algunos días, y entonces Cosmos me envía un mensaje que
me abre los ojos y me hace comprender que todas mis dudas son
estúpidas. Ocurrirá, dicen los Dragones Cisne; Ocurrirá, dice el
amado de los dioses. Y yo creo, porque sé con certeza que así será.
Porque ya lo he visto.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> El
año pasado afirmé una serie de cosas que a día de hoy ya se han
cumplido. Ama y cree, porque esto sucederá; ¿creías que lo decía
para quedar bien, porque trataba de animarte, pensabas que no creía
realmente en tus sueños, en tu talento, en tus proyectos o en tu
valía? ¿Que me limitaba a expresar en voz alta mis propios deseos?
Ahora ya sabes que mi intuición no suele equivocarse; que cuando te
digo que el destino siempre se cumple, no estoy simplemente
repitiendo un mantra, que cuando te prometo que todos los sueños se
cumplen cuando estamos preparados te estoy haciendo una promesa; y
las promesas son sagradas; apuesto mi honor a que ocurrirá, porque
mi honor es lo más valioso que poseo, y no tengo miedo de perderlo
al apostarlo.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Por
eso te insto a que no dejes de creer. Aunque a veces tengas dudas,
aunque te encuentres con obstáculos que te parecen insuperables,
aunque la oscuridad sea tan densa que no te permita ver una pequeña
luz de esperanza, esa luz siempre está ahí, brilla en Thèramon,
pero es el reflejo de tu propia alma. Ama y cree. Y sigue luchando
para hacer realidad lo que imaginas, porque llegará el momento en el
que estarás preparado para empezar a vivirlo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Acabaré
las correcciones (dame tiempo); acabaré la novela que tengo entre
manos (dame tiempo); la publicaré, como tú has publicado la tuya
después de que haya pasado por mis manos (cree); acabaré una de las
Historias de Thèramon y también la verás en tu estantería, si
quieres (cree); y te daré ese abrazo que tengo guardado
especialmente para ti. Sucederá.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
te dejo el final del capítulo que unió a Silenia y a Sena (Seine)
junto a las orillas del Estanque de Plata. Me gusta especialmente ese
capítulo porque habla de promesas. Y de destino.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">¿Recuerdas
cómo terminaba el capítulo anterior? «Al atardecer, vestida con
sus ropas de princesa, se deslizó por los oscuros Pasadizos y llegó
hasta la puerta secreta.»</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Pues
desde ahí parte el de hoy. Sé que es breve, discúlpame si después
de tanto tiempo de silencio esperabas un texto más extenso. He
aprovechado que no era muy largo para extenderme en mi mensaje, y sé
que te interesa más leer sobre Thèramon que escuchar mis
divagaciones. Pero yo también soy Thèramon. No debes olvidarlo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ama
y cree.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">***</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">©
Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dragones
Cisne (IV)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">"Encontró
allí a Sena, esperándola como la noche anterior. Abrió la puerta y
le llamó, y el muchacho se acercó a ella, En ningún momento salió
la niña al exterior ni permitió que la puerta se cerrara.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
casi no la reconoció. Silenia llevaba un vestido verde claro y
escarpines blancos manchados de barro, el cabello recogido con una
diadema de plata y brillantes y un pañuelo de hilo bordado en una
mano. Se enamoró de aquella visión y supo que no se marcharía de
Räel Polita hasta que ella le abrazara de nuevo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Quiero
que aceptes esto —dijo Silenia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
la miró con extrañeza e inquietud. Había supuesto que volvería a
acompañarle al Estanque. No se atrevió a coger lo que ella le
entregaba. La miró a los ojos, confundido.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Me
ayudaste, y te estaré eternamente agradecida —dijo ella de nuevo—.
Por favor, toma esto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
esperaba una recompensa —protestó Sena, y sintió que le escocían
los ojos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ni
yo pensé que pudiera recompensarte, pues nada tengo de valor —dijo
Silenia—. Pero tengo a mi hermano Eugene, quien será un buen
Caballero cuando sea hombre, y por él he sabido que esto te ayudará
a entrar en el ejército. Utilízalo para abrir la puerta. Espero que
encuentres donde echar raíces y que veas tu sueño cumplido.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Hizo
un gesto con la mano, y por fin Sena se atrevió a tomar lo que le
entregaba. No podía saber lo que era, pues la niña lo había
envuelto en un pañuelo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Dijiste
que necesitabas una recomendación —sonrió Silenia—. Ésta que
ahora te entrego es válida. Acéptala, con mi gratitud.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
cerró sus manos temblorosas en torno al pañuelo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —La
utilizaré —prometió—. Seré el soldado que siempre he deseado
ser, no te defraudaré, princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Ella
hizo una inclinación de cabeza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Sé
que serás un buen Caballero —le dijo. De pronto, le pareció a
Sena que estaba hablando con una reina, no parecía una niña de once
años. Se dijo que no lo había parecido en ningún momento—.
Gracias por haber sido mi Protector. Si algún día vuelvo a verte,
espero que lleves al enseña de los dragones en el cinturón, así
podré reconocerte y agradecerte de nuevo lo que has hecho por esta
niña.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
se llevó un puño cerrado al pecho.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Si
alguna vez voy a la batalla, lucharé en tu nombre, princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Cuídate,
amigo mío. Gracias por todo. Y si vuelves a ver a los Dragones
Cisne, salúdalos de mi parte —se despidió Silenia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Después
cerró la puerta y Sena no la vio más. El muchacho desenvolvió el
regalo que la princesa le había dado, sus ojos se llenaron de
lágrimas de emoción y gratitud, se llevó el pañuelo a los labios
y luego al pecho, e hizo una promesa de corazón."</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-29309362355786323602012-12-31T08:00:00.000+01:002013-01-01T09:47:50.965+01:00Mi regalo de cumpleaños<br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Faltan
muy pocas horas para que comience un nuevo año, y ya me gana el
entusiasmo. ¡Si supieras la de cosas buenas que trae 2013! Nuevos
retos, nuevas alegrías, infinidad de sorpresas, sueños cumplidos,
libros maravillosos que por fin verán la luz, tanto en digital como
en papel; y amor, océanos de amor, la energía más poderosa del
universo, la única capaz de enfrentarse a la Oscuridad y vencerla. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No
tengas pena por dejar atrás este año y lo que has vivido, no te
lamentes por los errores que has cometido ni por las lágrimas
vertidas, ni recuerdes con tristeza todas esas cosas que desearías
haber hecho y que no llegaste a hacer; recuerda que no era el
momento, que no estabas preparado; recuerda también que Cosmos te
está guiando hasta el lugar que estás destinado a ocupar en el
mundo. Si has aprendido las lecciones que te ha enseñado, ya estás
más cerca. No tengas miedo. No dudes. El destino siempre se cumple.
También los sueños. Ama y cree. Ama y confía.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
no voy a hacer balance; si has ido viniendo con regularidad ya sabes
que ha sido un año complicado y confuso para mí, un año de
Oscuridad, de lucha interior, de dudas, de obstáculos, de cambios,
de aprendizaje. El Año del Dragón. He conocido muy de cerca a los
temibles Darok, durante un tiempo incluso me he unido a sus filas,
convirtiéndome sin poder evitarlo en servidora de Skadûr; he
encontrado dentro de mí al Dragón Blanco de la serenidad; he
sobrevivido junto a los Dragones Azules, que no conocen el desánimo;
y no me ha faltado la Música de los hermosos Sungë, que surcan los
cielos orientales como hermosas serpientes de escamas nacaradas. La
ira de los Dragones Rojos me ha mantenido en pie, también la
terquedad de los Gwold, esos raros Dragones Dorados casi extintos; y
la sabiduría de los Dragones Verdes me ha sostenido en todo momento,
transmitiéndome paz al tiempo que coraje para afrontar los malos
momentos. Pero ha sido la pureza de los Dragones Plateados la que me
ha ayudado a conservar mi fe, pues hace tiempo cantaron para mí y me
mostraron el futuro, y me hicieron dos promesas: que el destino
siempre se cumple, y que también se cumplen siempre los sueños.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Por
eso amo y creo. Amo y confío. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><span style="color: black;">Y
sigo adelante, ya sin miedo al fracaso. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
es mi cumpleaños. De nuevo lo pasaré sola, pero esta vez no estoy
triste. Sé que no estoy sola. Te tengo a ti. Estás lejos, no puedo
abrazarte, pero estás a mi lado; tus toques, tus mensajes, tus
muestras de afecto y de apoyo, tus sonrisas, tus comentarios, cada Me
Gusta en la página de Historias de Thèramon, cada foto que dejas en
mi muro de facebook, cada abrazo virtual, me dicen que sigues a mi
lado, que me quieres, que crees en mí. No tengo motivos para
sentirme triste. Ahora no puedo abrazarte, pero podré hacerlo dentro
de un tiempo. Amo y creo. No hay nada imposible.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hoy
quiero dejarte un regalo, tal como te prometí en mi última entrada.
Es un regalo especial, con el que pretendo darte las gracias por lo
muchísimo que haces por mí. En el capítulo de hoy, te presento a
los Dragones Cisne, y te regalo una promesa. Escucha la canción de
los dragones y abre tu corazón a la fe. Los Plateados hablan con las
voces de los mismísimos dioses. Cree. Ama. Confía.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Y
lucha por tus sueños. A los dioses no les importa lo mucho que
desees rendirte, o lo cobarde que creas ser; no dejarán de guiarte y
de demostrarte que el destino siempre se cumple, aunque no te atrevas
a ser valiente para convertirte en la persona que estás destinada a
ser. No tienes más opción que luchar. Si aceptas eso, la lucha no
será tal. El viaje puede ser emocionante y placentero, depende de
cómo quieras afrontarlo. Mi consejo es que lo disfrutes al máximo.
Recuerda que te acompañan las bendiciones de todos los dioses de
Thèramon. Y mi amor.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Hagamos
que 2013 sea un año mágico. Hagámoslo juntos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">***</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">©
Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dragones
Cisne (III)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">"Si
no hubiera visto jamás al unicornio, habría jurado que los Dragones
Plateados eran las criaturas más bellas de la creación. Sólo la
belleza de May-tê-addi podía superarlas. Seine no había exagerado
al describirlos. Eran cisnes gigantes.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> La
blancura de los Dragones Plateados resaltaba en la oscuridad con
brillos de plata y nácar que surcaban sus escamas parecidas a
plumas. Sus cuerpos eran enormes como colinas, sus cuellos largos y
majestuosos como los de los cisnes, y sus cabezas grandes terminaban
en hocicos puntiagudos como picos de ave. Poseían unas alitas casi
diminutas en el lomo que daban la impresión de ser meros adornos que
no les permitirían elevarse al cielo. En el hocico, a la altura de
los orificios nasales, les crecía un pequeño cuerno vuelto hacia
los ojos, y sobre éstos tenían dos más. Branquias junto al
pescuezo, disimuladas bajo escamas como plumas brillantes, y barbas
bajo la quijada, que se movían como la hierba al viento. Sus colas
se hallaban ocultas bajo el agua, así como sus patas de enormes
garras. Y sus ojos brillantes como monedas de plata estaban rodeados
por un círculos azul brillante como fuego frío. Tan de cerca podía
verles Silenia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Se
movían deslizándose sobre el agua, y se detuvieron frente a la
niña, a la que miraron con curiosidad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> La
princesa extendió la mano derecha y les mostró a Lálya.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Las
alitas de los dragones se movieron, y se agitaron sus cabezas.
Parecieron querer darle a entender que la habían reconocido.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
miró a su alrededor, no vio a nadie, tomó aire y cantó el nombre
de la Sirena. Lálya adoptó su verdadera forma y tamaño. La
princesa se dispuso a tocar la Canción del Mar. No había duda en su
expresión ni en sus gestos; ni por un segundo se le ocurrió pensar
que los dragones fueran a marcharse por donde habían venido o que la
Magia de la Música no fuera a funcionar. Tocó la canción que se
había grabado en su alma y los Dragones Cisne la escucharon, y
después cantaron con ella. El corazón de Silenia se llenó de
felicidad, las voces de los dragones eran hermosas como la de
Ariiama. Cuando terminó su canción, ellos continuaron emitiendo su
melodía, y la niña los escuchó sobrecogida. Comprendía sus
palabras.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Tienes
una pregunta para nosotros —decía uno de ellos en su canción.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Abre
tu mente y tu corazón y sabrás la respuesta —decía el otro.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
se dejó mecer por la Música y entró en las mentes de los dragones,
y lo supo, y lo comprendió: vio las Montañas, vio la nieve, la
saboreó. Presenció la guerra. Vio morir a los dragones, los vio
huir, los vio como habían sido y como eran ahora. Y conoció sus
nombres.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Vio
al unicornio parado junto a su fuente, se vio a sí misma junto a él,
ambos miraban el agua y Silenia no sabía qué veían, pero supo que
era importante, que era su destino y que no podría darle al espalda.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Vio
cuatro figuras borrosas que formaban un círculo a los pies de una
montaña, creyó que rezaban, tenían las manos alzadas hacia el
cielo. Vio tres figuras más dentro del círculo, un triángulo
formado por sus manos unidas, los ojos cerrados, esto no lo vio, pero
lo supo. Se vio a sí misma en el interior del triángulo que se
hallaba dentro del círculo, y supo que era su destino.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ahora
no lo comprendes —cantó uno de los dragones.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Lo
comprenderás en su momento —cantó el otro.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Vio
a Eugene, que se alejaba a lomos de su caballo. Vio a alguien más
con él, una figura blanca que no tenía rostro. Se vio a sí misma,
y sufría, y había alguien con ella, y se sentía reconfortada.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —El
futuro siempre se cumple —dijo un dragón en su canción.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Los
deseos también, princesa —dijo el otro.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ama
y cree.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ama
y confía.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Regresaron
las llamas, la guerra, las montañas eran otras pero siempre eran las
mismas, pues la guerra siempre era la misma cosa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Por
ultimo, vio a su padre, que estaba sonriendo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Por
fin, los Dragones Cisne enmudecieron, y movieron sus cabezas en señal
de despedida.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ona
Boren Swan —susurró Silenia, y vio cómo Lálya volvía a
convertirse en un pasador para el cabello.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Les
despidió con lágrimas en los ojos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Volveré
a veros, aunque no sepa cuándo —prometió.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Desaparecieron
en silencio, como habían llegado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
permaneció largo rato sentada mirando las aguas, escuchando los
sonidos de la noche, tratando de comprender el significado de la
Música. Al fin distinguió unas notas lejanas que reconoció.
Bosques y desierto, tristeza, soledad, esperanza. Se puso en pie y
llamó en voz alta al muchacho que la había llevado hasta allí. La
flauta enmudeció. Sena tardó varios minutos en reunirse con ella. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Los
has visto? —preguntó el muchacho. Vio lágrimas en los ojos de la
niña y la cogió por los hombros—. Princesa, ¿qué te ocurre?
¿Estás bien?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
asintió.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ha
sido maravilloso —susurró. Le dio un abrazo—. Gracias por tu
ayuda.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
enrojeció. De pronto, deseó que el tiempo se detuviera. Habría
dado cualquier cosa por poder tenerla entre sus brazos toda la noche.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> La
niña se apartó y se secó las lágrimas de la cara. Era una
princesa, debía comportarse con dignidad y majestuosidad. Se echó
la capucha sobre la cabeza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Ya
has cumplido tu promesa? —preguntó el muchacho, en un intento por
alargar el momento, aunque sabía que había llegado la hora de
despedirse de ella.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ya
he hecho lo que vine a hacer. Llévame de vuelta, Seine, por favor.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Hicieron
el camino cogidos de la mano, casi corriendo. Se detuvieron frente a
la torre semiderruida. El muchacho volvió a sacar su gancho y de
nuevo cruzó el foso de oscuras aguas con la niña en brazos.
Repitieron la escalada, Silenia abrazada sin miedo a su cuerpo, y
recorrieron las calles de Räel Polita sin soltarse de la mano; él
la ayudó a trepar al muro del jardín y al árbol que crecía cerca
de su ventana. Se despidieron allí, amparados por la oscuridad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Harás
una cosa más por mí? —pidió la niña. Sena esperó—. ¿Volverás
mañana a la puerta secreta, a la misma hora?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Quieres
volver a verlos? —preguntó el muchacho sin perder la sonrisa. Le
emocionaba la idea de encontrarse con ella una vez más.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Quién
no querría?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
esperó a que ella se colara por la ventana y después de deslizó
sigilosamente hasta el suelo. La pelliza conservaba el dulce olor de
la princesa, y el muchacho se alejó del muro del jardín con paso
lento y expresión embobada. Silenia le despidió con la mano, aunque
creyó que el no la había visto, y entró en sus aposentos. Durmió
hasta bien entrada la mañana y no recordó lo que había soñado
cuando despertó. Pasó el día entretenida con Eugene.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Al
atardecer, vestida con sus ropas de princesa, se deslizó por los
oscuros Pasadizos y llegó hasta la puerta secreta."</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSHoULKqBgimy0sbhRSyFkIS3uXC_ZJIK10slgfWVx-dyhdCQk9wrk9qgmUY-ZGOG_ZCeJDFyoh5JFjLdK3ELOjTh-ClZHEXpRMAMOklYLs59tOjxLZMsM_EwG8Rhzw78Ql3gpVJu4T9s/s1600/b_dragon_tropical.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSHoULKqBgimy0sbhRSyFkIS3uXC_ZJIK10slgfWVx-dyhdCQk9wrk9qgmUY-ZGOG_ZCeJDFyoh5JFjLdK3ELOjTh-ClZHEXpRMAMOklYLs59tOjxLZMsM_EwG8Rhzw78Ql3gpVJu4T9s/s320/b_dragon_tropical.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-80830519974953159212012-12-26T11:50:00.001+01:002012-12-30T20:31:02.468+01:00Regreso al Estanque de Plata<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">No
me he olvidado de ti, aunque no te diga gran cosa últimamente. Ya
sabes por qué no lo hago. No confundas mi silencio con desinterés,
y sobre todo no pienses ni por un momento que he dejado de quererte.
Sólo estoy poniendo en práctica las lecciones que he aprendido a lo
largo de este año, porque no quiero que vuelvas a verme perdida ni
vencida, sé que no es eso lo que te hará volver. Sabes que necesito
tu apoyo, que agradezco tus palabras de ánimo y que tu preocupación
por mí y tu afecto me hacen fuerte, pero ahora yo también sé que
necesitas mi fuerza y mi decisión, mi amor y mi fe, porque eso es lo
que vienes a buscar a Thèramon, y lo que te mantiene unido a mí. Y
eso es lo que vas a encontrar cada vez que quieras regresar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los
días de la tristeza y la Oscuridad se han terminado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
año que está a punto de empezar trae muchas cosas buenas, cosas
grandes, y no pienso perdérmelas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Yo
misma voy a hacer algunas de esas cosas. Ya está bien de conformarse
con soñar. Ha llegado el momento de hacer realidad los sueños. Los
míos, los tuyos. Los que compartimos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Yo
ya no tengo dudas. De ningún tipo. Sé lo que quiero. Y voy a por
ello, esta vez sin miedo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Como
Silenia. Decidida a encontrarse con los Dragones Plateados. Tenaz.
Valiente.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Porque
incluso una niña de once años sabe que el destino siempre se
cumple, y que ceder a la indecisión y escudarse en que hay
obstáculos para disfrazar la cobardía de uno no sirve más que para
retrasar ese inevitable destino que nos aguarda.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los
dioses saben. Cosmos sabe. Y yo he comprendido que no hay obstáculo
insalvable, y que la paciencia siempre se ve recompensada.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Amo
y creo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Y
sé que ahora me comprendes.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Ven,
regresa conmigo a las orillas de Mitrali Güae. Estamos a punto de
ver a los dragones. La semana que viene cumplo años, y vendré a
despedir el año contigo, y te dejaré un regalo. Sé paciente. Te
gustará lo que no puedo mostrarte hoy. Y te diré lo muchísimo que
agradezco que sigas a mi lado, acompañándome en este viaje.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">***</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">©
Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;">Dragones
Cisne (II)</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> “Al
atardecer, Silenia volvió a recorrer los pasadizos que la
conducirían hasta la puerta secreta. Abrió con decisión, asomó la
cabeza y buscó al muchacho con la mirada, poniendo mucho cuidado de
no traspasar el umbral. No quería que la puerta se cerrara antes de
comprobar que él hubiera cumplido su palabra. Sin su ayuda no podría
regresar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> En
el momento en el que, allá en los cielos, Fsaira y Aeblir se
reencontraban, bañando a Thèramon de oro y turquesa, el cabello de
la princesa pareció arder; sus grandes ojos miraron, nerviosos, y
sus labios se curvaron en una sonrisa cuando él se movió y fue a su
encuentro. Vestía ropas de muchacho, como la noche anterior, el pelo
recogido en dos trenzas y una capucha que antes no le había visto.
Era una niña, pero era hermosa, y no parecía una niña. Había oro
en sus ojos y plata en su pelo, arena del desierto en su piel y fuego
en sus labios. Sena nunca había visto una belleza semejante, a
excepción de una vez... en un sueño.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
se alegró al verle como se alegra uno cuando se reencuentra con un
viejo y querido amigo. Sintió el deseo de abrazarle, agradecida,
pero recordó que era una princesa y se contuvo. Las promesas eran
sagradas, y el muchacho había cumplido la suya. Nunca podría
agradecérselo lo suficiente.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Le
siguió a paso rápido en la oscuridad creciente. No tardaron ni una
hora en llegar al lugar en el que ambos se habían detenido la noche
anterior, allí donde se alzaba el árbol solitario de ramas altas y
nudosas. Se sentaron en el suelo a esperar. Las aguas del Estanque
brillaban como la superficie de un espejo bajo la luz de las lunas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Aún
tardarán un rato —anunció el muchacho—. Te haré compañía
hasta que aparezcan, después de dejaré a solas con ellos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
le miró. La brisa fresca de la noche agitaba sus cabellos
despeinados y se colaba por el cuello abierto de su jubón. Si sentía
frío, no lo aparentaba. Su sonrisa era cálida.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Olvidé
preguntarte tu nombre —dijo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Le
salió así, con toda naturalidad, sin tratamientos de cortesía que
marcaran la diferencia que existía entre ellos. Como si ella no
fuera una princesa y él fuera su amigo de toda la vida. Al fin y al
cabo, se había permitido la familiaridad de cogerla entre sus brazos
la noche anterior. Sintió sus mejillas arder al recordarlo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Él
se dio cuenta y esbozó una nueva sonrisa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Puedes
llamarme Sena. Es el nombre que me dieron los Nomade.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Seine
—repitió la niña, y al muchacho le encantó cómo lo había
pronunciado—. Me gusta cómo suena. Seine.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> El
muchacho le mostró las palmas abiertas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —A
tu servicio, princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Ella
le tomó las manos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Llámame
Silenia, amigo mío —pidió—. Has hecho mucho por mí. Estoy en
deuda contigo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
sacudió la cabeza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Hay
favores que deben pagarse y otros que deben hacerse —dijo—. No me
debes nada, Silenia, no te he ayudado esperando una recompensa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
le devolvió la sonrisa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Tardarán
aún? —él asintió—. ¿Querrás hablarme de ti mientras
esperamos?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
se encogió de hombros, sorprendido por el interés de la niña.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
hay gran cosa que decir. No tengo padres ni hogar, hace unos años
abandoné al pueblo que me crió y voy recorriendo el mundo en busca
de un lugar donde asentarme. Me quedé aquí por los dragones. No sé
cuándo volveré a partir. No es una historia muy interesante,
princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> A
Silenia le pareció que Sena tenía muchas cosas que contar. Le hizo
pensar en sus libros de aventuras y en sus propios sueños. Quería
saber más de él.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿De
dónde procedes?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> El
muchacho hizo una mueca y volvió a encogerse de hombros.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
lo sé, hace años que busco mi hogar. He vivido con una tribu de
nómadas todo este tiempo, creo que me encontraron cuando era muy
pequeño cerca de la orilla meridional del Mesagua, donde las
Montañas Dormidas se abren y dan paso al desierto. Creo que ellos
tampoco sabían quién era, ni dónde nací.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Ahora
no vives con ellos? ¿Por qué?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Les
abandoné al cumplir catorce años. El Oráculo dijo que había
llegado el momento de buscar mis raíces.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Qué
edad tienes?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Diecisiete.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Y
pierdes tu tiempo ayudando a una niña de once, cuando seguramente
tienes amigas más importantes con las que pasar la noche.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
la miró sorprendido. No creía que Silenia hubiera querido decir lo
que él había entendido. La niña le miraba con su carita inocente
llena de gratitud.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Cuando
ayudas a alguien no estás perdiendo tu tiempo —dijo; se había
sonrojado un poco—. Una niña de once años es tan importante como
cualquier otra persona, la edad no tiene importancia. La verdad es
que no tengo más amigos que los dragones y los caballos, y que paso
muchas noches aquí.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Duermes
junto al Estanque? —Sena asintió—. Hace mucho frío aquí.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Cuando
no tienes hogar te acabas acostumbrando al frío, princesa —dijo el
muchacho con humildad pero sin vergüenza—. En este lugar me siento
cómodo, y puedo ver a los Dragones Cisne a menudo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Una
ráfaga de aire sopló junto a ellos y la camisa del muchacho se
abolsó. Silenia vio que era vieja, que tenía la suciedad
característica de la ropa que se ha usado mucho y se ha lavado sin
jabón, y que estaba algo raída. ¿Y dormía al raso, con tan poco
abrigo?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Oh...
—exclamó, y enrojeció de pronto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Se
desprendió de la capucha, bajo la cuál llevaba la pelliza del
muchacho, que se quitó también. Había olvidado devolvérsela la
noche anterior, había dormido con ella para que nadie la encontrara
y se la había puesto esa tarde con la intención de dársela. Y
había vuelto a olvidarse.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
vestía un jubón viejo y ninguna prenda de abrigo. O había contado
con que ella se la devolviera, o era inmune al frío... o no tenía
más ropa que la que llevaba puesta.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Extendió
su brazo y, ante la sorpresa del muchacho, le tocó la cara con su
pequeña mano. Su piel estaba helada. Se sintió culpable. Le ofreció
la prenda.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Perdóname,
Seine, por pensar sólo en satisfacer mi curiosidad y no preocuparme
por ti —se disculpó, avergonzada—. Hace frío esta noche, y no
me había acordado de devolverte tu abrigo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
cogió la pelliza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Cuando
has dormido bajo las estrellas muchas noches y has conocido el frío
—dijo, mientras se la ponía—, acabas por olvidar que lo tienes.
Pero gracias, princesa, esta noche es especialmente fría. Se nota la
cercanía del invierno.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Se
miraron en silencio unos minutos. Silenia volvió a ponerse su
capucha y admiró al muchacho, que no se había quejado ni le había
reclamado su abrigo. Era humilde, y sin duda tenía un corazón
noble.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Te
molesta que te pregunte sobre ti?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Claro
que no, princesa —sonrió él—. Pregunta cuanto quieras. Aún
tenemos un rato para hablar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cómo
te ganas la vida? —quiso saber la niña.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
dejó de sonreír. La miró un momento, pensó en la respuesta que
quería darle. Por fin, buscó algo en su bolsa de cuero gastado. Era
un objeto brillante y delgado, parecido a un cuchillo. Brilló como
la plata a la luz de las estrellas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Soy
lo que podrías llamar un ladrón —dijo, y probó a sonreír.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
se puso tensa. Sena se dio cuenta y tomó su mano. El gesto no
tranquilizó a la princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
te asustes —pidió él con voz amistosa—. No soy una mala
persona.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
miraba el cuchillo con los ojos muy abiertos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Vas
a robarme?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
rió.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Por
supuesto que no —dijo. No había maldad en su voz, y tampoco notas
de peligro—. No soy esa clase de ladrón. Deja que me explique.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
había llegado a Räel Polita después de recorrer las tierras de
alrededor; no tenía dinero ni familia, sólo una cuerda flexible y
un garfio de hierro que utilizaba para pescar y escalar muros. No
había nacido campesino, ni ganadero, ni obrero de la plata, ni
leñador; no había nacido cantero, ni comerciante, ni pescador, ni
porteador. A veces entraba en los establos para ver a los caballos de
cerca, y si le descubrían le echaban a patadas como a un ladrón
cualquiera. Otras veces le dejaban ayudar. Quienes le conocían le
apreciaban. Le buscaban tareas y le pagaban con alimentos. Pero no
podía quedarse entre ellos, era la Ley.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —El
único gremio que te abre las puertas sin hacer preguntas es el de
los ladrones —explicó—. Vivo entre ellos en la Sección
Espectral, a veces duermo en el castillo abandonado y otras aquí,
bajo las estrellas, cerca de los dragones. Cuando me dejan, arreglo
cercas, o alimento a los caballos, o recojo verduras, o limpio de
piedras las tierras que hay que cultivar, y me gano el sustento. No
siempre puedo hacerlo así.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Por
ese motivo utilizaba su gancho para moverse por la ciudad, conocía
cada atajo, cada callejón, se movía como una sombra y a veces
cometía pequeños hurtos para poder comer.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Créeme
que prefiero trabajar —dijo con cierto pesar—. Pero los míos
tienen sus costumbres: sin hogar fijo, vagan de un lado a otro y
cogen lo que la Madre les ofrece: peces de los ríos, fruta de los
árboles; no es como robar a las personas, pero a veces no queda más
remedio. En invierno no se puede pescar en el Boreagü. Y al no
pertenecer a la ciudad no puedo tener una ocupación. Es una Ley.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Debes
saber que puedes pedir audiencia y explicar a los Reyes tu situación
—dijo Silenia sin apartar los ojos del cuchillo de Sena—. Es
cierto que existe esa Ley, pero en algunos casos los Reyes la ignoran
y conceden a un forastero un lugar en uno de los gremios. ¿Lo has
intentado?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿En
qué gremio crees que me aceptarían? —preguntó el muchacho con
tristeza—. Mírame, Silenia, soy un Nomade, no conozco ninguna
profesión. Los Reyes no desoirían la Ley por alguien como yo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
no supo qué decir. Pensaba que podía devolverle el favor hablando
con su padre, si Seine quería trabajar, Silenia podía interceder
por él y ayudarle a conseguir entrar en algún gremio. Luego se dijo
que no podía hacer eso, pues debía mantener en secreto su escapada.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Solamente
los soldados pertenecen a cualquier gremio —continuó hablando
Sena, mirando el objeto que tenía en sus manos—. No importa su
procedencia, forasteros, pueblo o nobles, a todos se les abren las
puertas del ejército. Si tienen una recomendación. Y yo lo no la
tengo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Te
gustaría ser soldado? —preguntó Silenia, sin dejar de vigilar la
mano en la que él sostenía su arma.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Me
gustaría ser Caballero —sonrió el muchacho de forma soñadora—.
Podría estar cerca de los caballos, y tener algo parecido a un
hogar. También podría continuar mi viaje, pero después de haber
visto a los dragones me resulta difícil pensar en marcharme de aquí.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> La
princesa miró las aguas, serenas, vacías. Parecía que no iban a
acudir esa noche.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cómo
te hiciste amigo de los dragones?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
alzó su mano derecha y su arma emitió un destello plateado. La niña
se apartó. El muchacho le enseñó lo que tanto la había alarmado.
Silenia lo cogió. Era una flauta. De plata de Räel Polita,
fabricada por los moradores de las Colonias, un trabajo magnífico.
Se preguntó si el muchacho la habría robado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —A
los animales les gusta la música —dijo Sena—. Y a mí también.
Esta flauta fue un regalo que me hizo uno de los criadores de
caballos, en recompensa por haberle ayudado a capturar a una yegua
que se había escapado. Ocurrió al poco de llegar a la ciudad. A
veces toco para los caballos, y otras para mí. Una noche me senté
aquí y toqué, y aparecieron. Dos —le enseñó dos dedos de la
mano derecha—. Eran las criaturas más bellas que había visto
nunca. Y toqué para ellas, y volví muchas noches. Supongo que puedo
decir que soy amigo suyo, pues han venido a mí muchas veces.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cómo
son? —quiso saber Silenia. Ahora que había comprendido que nada
tenía que temer de Seine, se dejó vencer por la emoción, que la
volvía impaciente.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
adoptó una expresión soñadora.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Hermosos
como cisnes —dijo—. Ya los verás. Enormes y hermosos. La primera
vez que los vi me llevé un gran susto, no tenía idea de que viviera
nada en el Estanque. Demasiado sorprendido y maravillado como para
levantarme y salir corriendo, seguí tocando mi flauta mientras ellos
se acercaban deslizándose sobre las aguas, como patos gigantescos.
Empezaron a cantar y supe que eran pacíficos, y ya no tuve miedo de
ellos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cantan?
—se sorprendió la princesa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
volvió a mirarla.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Desde
luego. Y es el canto más dulce que he escuchado nunca. Esa noche
cantaron al son de mi flauta. Desde entonces vengo a menudo y toco
para ellos, y ellos cantan para mí. Ignoro si son siempre los
mismos, aunque creo que sí. No sé cuántos hay. Siempre vienen dos.
Siempre a la misma hora.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Miró
al cielo, pareció contar estrellas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ya
no falta mucho —dijo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Silenia
volvió a mirar las aguas del Estanque de Plata. Su corazón latía
con fuerza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Hablan?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cómo?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ayer
dijiste que fueron ellos los que te avisaron. Cuando la bruja me
atacó.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
era ninguna bruja. Sólo una vieja de aspecto horrible. Una ladrona.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿No
crees que fuera una bruja?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
sacudió la cabeza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Las
brujas no son así.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Cómo
lo sabes? ¿Has visto alguna?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ya
no quedan brujas en Thèramon.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Ah
—dijo Silenia. Pensó que sólo una niña tonta e imaginativa era
capaz de creerse todo lo que decían los libros—. Pero no me has
contestado: ¿hablan?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Sena
se encogió de hombros.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
lo sé, yo sólo les he oído cantar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Esperaron
en silencio. Silenia le devolvió la flauta y se abrigó con la
capucha. Las lunas se desplazaban con lentitud sobre sus cabezas.
Sena tocó la flauta y la niña se perdió en cada nota. Su melodía
sonaba a bosques y a desierto. Al cabo de un rato se hizo el
silencio. La princesa abrió los ojos con pena. Sena la miraba como
hechizado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —¿Por
qué has dejado de tocar?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> El
muchacho parpadeó, desvió la mirada y señaló el agua con la
cabeza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Están
llegando —se puso de pie—. Me alejaré lo suficiente para
salvaguardar tu secreto, pero podré oir tu voz si me llamas. No creo
que desees regresar sola al castillo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —No
creo que pudiera regresar sin tu ayuda —dijo la niña.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> Se
puso de pie y le tomó de las manos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Gracias,
Seine, por tu discreción; esto es muy importante para mí, y no
puedo explicarte los motivos ni compartirlo contigo. Con nadie, en
realidad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Haz
lo que debas hacer, princesa. Te prometí no preguntar, ¿recuerdas?
Llámame cuando hayas hecho lo que has venido a hacer.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> —Te
llamaré.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit; font-size: large;"> El
muchacho se alejó corriendo, sus pasos apenas hicieron ruido sobre
la tierra húmeda, y la dejó a solas junto al agua. La superficie
del Estanque era negra como un secreto y lisa como un espejo. No
había rastro de la presencia de ninguna enorme criatura acuática.
Silenia desprendió de su cabello la lira mágica y esperó. Dos
sombras gigantescas se acercaron a ella. Se quedó paralizada.”</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-47470986243153487732012-12-06T20:17:00.000+01:002012-12-06T20:18:36.089+01:00Conociendo blogs<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Conociendo blogs es una iniciativa que parte de Cristina, administradora del blog <a href="http://cristinafanu.blogspot.com.es/2012/12/conociendo-blogs-me-ensenas-el-tuyo.html">En el mundo de la fantasía</a>. Hace una semana, se le ocurrió una encantadora manera de conocer otros blogs, y lanzó una llamada: en su entrada nos invitaba a dejar un comentario presentando nuestro blog, y fuimos muchos los que nos animamos a presentarnos. Su propuesta tuvo tan buena acogida, que se le ocurrió crear un grupo en facebook, un grupo en el que los bloggeros podamos interactuar y conocernos. Y eso es lo que te traigo esta tarde. Si quieres dar a conocer tu blog y conocer muchos otros blogs, Cristina te invita a hacerte miembro de este grupo, sólo tienes que solicitar ser admitido. Yo ya lo he hecho.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Intento poner el enlace en la foto, pero no me sale, así que si te interesa formar parte del grupo has de pinchar más abajo, o en el banner que he colocado a la derecha.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<img border="0" height="153" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTsPzO7-EVhnt9H5Mln97-RdW3zRNU7p1RhAovVqYXD0mLv9H7Wi8nI0vUVwXN0g2ZrC2baLDCeChznRbk4DjwEAygUSL1UqPheko8X4j7q_JhVz-9HiXrjdoyYKDDl3KYILnQ29Qu-zo/s200/45090_315391961906665_748871240_n.jpg" width="200" /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.facebook.com/groups/110274212473218/"><span class="Apple-style-span" style="color: blue;">Entra al grupo de facebook</span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Felicidades a Cristina por su iniciativa, desde Thèramon te damos las gracias por ayudarnos a conocer otros rinconcitos y hacer que se conozca el nuestro, y te deseamos mucha suerte, compañera.</div>
<div>
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="uiGrid mvm" style="-webkit-border-horizontal-spacing: 0px; -webkit-border-vertical-spacing: 0px; border-bottom-width: 0px; border-collapse: collapse; border-color: initial; border-left-width: 0px; border-right-width: 0px; border-style: initial; border-top-width: 0px; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 11px; line-height: 14px; margin-bottom: 10px; margin-top: 10px; word-wrap: normal;"><tbody>
<tr><td class="vTop" style="font-size: 11px; text-align: left; vertical-align: top;"><span itemprop="description"><span class="fsl" style="font-size: 13px;"></span></span><br />
<div class="text_exposed_root text_exposed" id="id_50c0d607bb5f60512306372" style="display: inline;">
</div>
<span itemprop="description"><span class="fsl" style="font-size: 13px;">
</span></span></td></tr>
</tbody></table>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-36796856929001015992012-11-29T18:54:00.002+01:002012-11-29T18:54:56.133+01:00Utopía e Inocencia<br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">He
dudado mucho a la hora de mostrarte este capítulo, que sigue a la
noche en la que Silenia y su nuevo amigo regresan al castillo de
Cornell. No sabría decirte qué le veo de malo, pero no acaba de
gustarme. Le he dado muchas vueltas, tantas, que hasta llegué a
perder las hojas manuscritas, pues mientras pensaba en la manera de
plantearlo me las llevaba conmigo de un escritorio a otro, de un
ordenador al otro; al final las dejé olvidadas debajo de una pila de
libros y otras cosillas que constituyen mi ocupación actual, y no
fue hasta ayer que las encontré, guiada por una intuición más que
por mi buena memoria. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Como sabes, hace algo más de un mes que tengo
parada la escritura de CDFCDL, pues la musa se ha empeñado en darme
palabras y más palabras de lo que en un principio iba a ser mi
Relato Z y ha acabado convirtiéndose en una novela que, si la musa
quiere y la suerte acompaña, podrás leer dentro de pocos meses.
Pero ya hablaremos de Z en otro momento, quizás en otro lugar. Me
estoy planteando abrir un segundo blog, pues éste está dedicado a
Thèramon, y no deseo mezclar mis diferentes trabajos, ya que no
tienen nada que ver la fantasía épica con el terror, ni la prosa
musical que llena las páginas de Thèramon con la prosa incisiva y
directa que utilizo en Z. Me pregunto si me seguirías hasta ese otro
lugar. En fin, ya veré qué hago...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Hablemos
de Thèramon. Hablemos de Räel Polita. Sabes que la Ciudad de los
Reyes está formada por cinco antiguas ciudades: Mersha, Habai,
Anatur, Ontaar y Angor. Sabes que está protegida por una muralla
hecha de plata. Sabes que cuenta con cinco castillos y que está
gobernada por cuatro reyes. Pero no sabes mucho más, porque me he
centrado en la historia que quería contarte más que en la Historia
de Thèramon y de sus países. Todo a su tiempo, las pocas horas
libres de que dispongo no me dan para hacer todo lo que desearía.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">En
el capítulo de hoy verás un poco más de Räel Polita. De cómo
funciona. Es una visión muy inocente, o eso me parece. Creo que
demasiado utópica. Eso es lo que me hacía dudar a la hora de
escribir este capítulo y traértelo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Pero
creo que la inocencia es una parte fundamental de este mundo que mi
musa ha creado para mí. Yo misma soy más corazón e inocencia que
otra cosa. Debo decir también que esta visión de la Ciudad de los
Reyes nació años después de haber leído <i>Utopía</i>, de Tomás
Moro, y que al imaginarla recreé lo que recordaba de mi lectura.
Thèramon ha bebido de muchas fuentes, no sólo de Tolkien, de
Lovecraft, de Sturgeon, de Ende y de King. <i>Utopía</i> fue un
libro muy interesante del que saqué buenas ideas. Supongo que puedo
decir que me gustó, porque en cierto modo veo algunas de esas ideas
reflejadas en Thèramon.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Sobre
mí, ¿qué puedo decirte? Ya me conoces. Amo y creo, siempre
inocencia y fe, no creo que vaya a cambiar a estas alturas. El
bloqueo ha desaparecido por completo y ahora escribo casi todos los
días, y a buen ritmo; cuando no estoy escribiendo, estoy corrigiendo
para otros. Es lo que me gusta, y lo que sé hacer. Las cosas han
mejorado muchísimo, la musa está despierta y activa, está
volviendo el entusiasmo y creo que también volverá la ilusión,
aunque ya no tengo prisa por nada y no espero que las cosas lleguen
solas, procuro escribir mi propio destino día a día. Con voluntad,
con fe, con amor, con una sonrisa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Inocente,
si quieres. Pero los sueños se cumplen. Lo estoy viendo. Y tú
también lo estás viendo, ¿me equivoco? Ya sabes que el viaje no es
en balde. Y hemos aprendido de nuestros errores. Ahora ya no hay
oscuridad ni dudas. Ahora es el momento.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Ahora
ya estoy preparada para hacer realidad mis sueños.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Y
los tuyos, si quieres.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">***********</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">
<span style="color: black;">©
Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></span></span></div>
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;">Dragones
Cisne (I)</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
</span></span><br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">
<span style="color: black;">"La
plata era un material muy apreciado por los Raelitaro, quienes la
utilizaban para fabricar muchas cosas necesarias y hermosas. Era
resistente y cómoda de trabajar, si se conocían los secretos de la
forja y la fundición, y los obreros de la plata los conocían. Así
podían darle forma para fabricar bonitos utensilios como menaje,
labrarla para crear joyas y adornos, convertirla en hilos para
bordado, cortarla en láminas gruesas que unían entre sí mediante
un complicado sistema de fundición para reforzar las construcciones,
y fabricar armas para los soldados, pues la plata de Mitrali Güae
era más ligera y resistente que el hierro y el acero. Todo el mundo
poseía algo hecho de plata, pues era patrimonio de todos los
ciudadanos. Pagar con plata no tenía sentido entre unas gentes que
nacían con el derecho a utilizarla para lo que necesitaran. Y, como
bien era sabido, la plata no se podía comer. Lo único que no se
fabricaba con plata en Räel Polita eran monedas, pues la ciudad no
las necesitaba. Los Raelitaro pagaban con mercancías, con un favor o
con su hospitalidad, Minroq Dalnu era un país próspero y pacífico
que funcionaba a la perfección sin dinero.</span></span></span></div>
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Los
obreros obtenían la plata de Mitrali Güae, la llevaban a las
Colonias y le daban forma, y más tarde la cambiaban en la ciudad por
alimentos y otros géneros de común necesidad. No existían salarios
en una ciudad donde todos trabajaban para todos. La gente vivía
feliz y no codiciaba las fortunas de sus semejantes. Pensar en la
existencia de ladrones era algo ridículo e incomprensible.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Los
extranjeros pagaban con sus propias monedas, que estaban fabricadas
con diversos materiales, dependiendo del lugar del que procedieran.
Los comerciantes consideraban estas monedas como una curiosidad. En
Räel Polita, las monedas extranjeras se empleaban para fabricarse
adornos para la ropa o para el cabello, e incluso los niños las
hacían servir para sus juegos. Existían Casas de Cambio, donde se
pagaban estas monedas con Vales que podían canjearse en el mercado
por cualquier género. Había quien se dedicaba a coleccionarlas, y
se las llevaba más tarde en sus viajes fuera de Minroq Dalnu. Raras
veces eran usadas para comprar algo dentro de la ciudad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Los
reyes eran depositarios de cuanto se extraía del Estanque, así como
de los campos de cultivo, de las granjas, de las canteras o de los
bosques y ríos que circundaban Räel Polita. Administraban justa y
generosamente alimentos, vestidos, madera, lo que los Raelitaro
necesitaran, y eran queridos y respetados por el pueblo. Los
campesinos, por ejemplo, trabajaban la tierra porque habían nacido
para ello, y no se lamentaban de su mala estrella, pues consideraban
una suerte tener tierras que trabajar. No pagaban impuestos por las
tierras que les pertenecían, y cogían de ellas lo que necesitaban
para subsistir; el resto de la cosecha era llevado a la ciudad, y en
la Plaza del Mercado los Contadores del reino procedían al
intercambio. Verduras a cambio de carne, pescado a cambio de frutas,
madera a cambio de herramientas, ropas a cambio de cacerolas...</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Silenia
había interrogado a su padre a este respecto. Con la paciencia y el
cariño que siempre le prodigaba a su hija, Cornell le había dado
una explicación, y Silenia había comprendido, a sus nueve años,
cómo podía funcionar un país entero sin una moneda de cambio.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Ningún
hombre mortal es dueño de la tierra que le da cobijo y le alimenta
—había dicho el monarca—, por ese motivo todas las tierras de
Minroq Dalnu pertenecen a todos los habitantes de nuestro bello país.
Cuidamos de la tierra, de los ríos, de los bosques y del Estanque,
así como de los Dragones Plateados, obtenemos de ellos lo que como
un regalo nos ofrecen y lo compartimos, pues todos tenemos derecho a
beneficiarnos de los regalos que nos otorgan los dioses, y el deber
de cuidar de que estos regalos no se agoten. Los campesinos cultivan
la tierra, viven de ella y traen sus cosechas a la ciudad, donde son
recogidas y administradas; ellos reciben lo que no pueden sacar de la
tierra, como la madera con la que construyen sus hogares y alimentan
sus fuegos, y así los leñadores, que no tienen tiempo de cultivar
un huerto, reciben lo que los campesinos han recogido para ellos. ¿Lo
comprendes, hija mía?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Silenia
había asentido.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Los
pescadores traen el pescado de los ríos al mercado y allí lo
cambian por otros alimentos, y por utensilios de pesca que se les han
roto, como anzuelos de plata y cañas de madera —había dicho.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Cornell
había acariciado su cabello, tan rubio que parecía casi blanco y
que desde hacía unos meses lucía un extraño y delicioso mechón de
color gris con destellos azules que no había tenido antes de su
cumpleaños.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Eso
es, querida Silenia, lo has comprendido.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Los
criadores de caballos —había dicho ella—, ¿qué ofrecen a los
demás hombres y mujeres?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Cornell
había sonreído.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Ellos
crían los caballos de tu viejo padre, mi preciosa niña, que sirven
a los Caballeros en la batalla y en su cometido durante los tiempos
de paz. Así que tu padre les entrega unos Vales que pueden canjear
en el mercado por aquello que necesitan. Es tu padre quien paga el
alimento de los caballos. Por eso, si el rey desea una montura nueva
en sus cuadras, los criadores de caballos se la entregan, y así su
pequeña y bella hija siempre tendrá el mejor de los ponis.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Los
posaderos —había insistido Silenia, curiosa—, y los taberneros.
Dan de comer a las personas y les ofrecen alojamiento. ¿Cómo les
pagan los ciudadanos?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Hay
muchas formas de pagar por una comida o por una cama, querida —había
explicado Cornell con agrado, pues veía que su pequeña hija poseía
una mente despierta y curiosa, lo que le sería de gran utilidad en
el futuro—. Con alimentos, con objetos y con Vales. Los soldados,
que beben con moderación y no utilizan sus enseñas para alzarse
sobre los demás, no pagan cuando piden comida y cerveza en las
tabernas; los taberneros llevan una cuenta de lo que nuestros
soldados consumen, y cada semana los reyes recibimos esa cuenta, que
pagamos en especies. Pues los soldados sirven a los reyes, y así los
reyes cuidamos de su bienestar, pagando por ellos cuanto necesiten
conseguir.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Los
reyes han de ser muy ricos —había dicho Silenia. Y, antes de que
Cornell pudiera contestar, había seguido hablando—. Los obreros de
la plata. Explícame, padre, pues el suyo es un trabajo extraño.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —¿Extraño?
—había reído Cornell—. Nada tiene de extraño, hija mía. Dan
forma a la plata que obtienen de Mitrali Güae, fabrican todo tipo de
objetos que todos los habitantes utilizan, y reciben el pago de los
demás, esto es, cuanto necesitan. ¿Que es exactamente lo que te
resulta extraño?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Que
no huyen llevándose la plata, que es tan valiosa —había
respondido Silenia sin necesidad de pensar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Imagina
que fueras un campesino —había dicho el rey; Silenia había
asentido—. Recoges tu cosecha, apartas lo que tu familia y tú vais
a consumir, cargas tu carreta para venir al mercado, y se te ocurre
que podrías quedarte con una cantidad mayor de género. Es más de
lo que puedes comer en un mes. Así pues, ¿qué haces con ello?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —¿Venderlo?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —¿Eso
crees?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Silenia
había pensado durante varios minutos. Sus ojos se habían agrandado
al comprender.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —No
podría venderlo en el mercado, pues los Contadores del reino lo
contarían como parte de la cosecha, ¿no es cierto?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Exacto
—había aplaudido Cornell—. Todos los intercambios se llevan a
cabo en la Plaza del Mercado. Así pues, no puedes venderlo, ¿y qué
ocurre?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Que
se estropea.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —De
nuevo has respondido correctamente. La parte que pretendes esconder a
los Contadores se estropea, ¿qué sentido tiene entonces tratar de
engañar a los reyes? Algo que se echa a perder no puede ser
sustituido por nada, estarías perdiendo más que el reino.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —La
plata no se estropea.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Cierto
es, pero tampoco se puede comer.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Se
puede cambiar por comida en otros países.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —De
acuerdo. Imagina que fueras un obrero de la plata, y que has robado
al reino, y por tanto debes huir del país.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Silenia
había asentido.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Llegas
a otra ciudad, en un país distinto, te instalas allí y comercias
con la plata. Ésta se te acaba, ¿y qué haces entonces? Todo lo que
sabes hacer es trabajar la plata de Mitrali Güae, y a Minroq Dalnu
no puedes volver. Suponiendo que los dioses son benévolos contigo y
nadie te roba durante tu viaje, claro. Y sabes que en ningún otro
lugar vas a estar tan bien protegido como en Räel Polita. Y eres
consciente de que hay soldados que vigilan las Colonias y otros que
custodian los caminos, y que el castigo para un ladrón es la muerte,
pues aquél que roba a los reyes está robando a todos los Raelitaro.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —No
imagino que nadie quiera robar la plata.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Y
nadie lo hace, querida hija. La plata va a parar a las arcas de los
reyes, que la administran justamente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Pero
hay soldados y guardias, si nadie pretende robar la plata, ¿por qué
vigilan las Colonias?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —Porque
siempre es mejor ser precavido, hija mía. La codicia es una semilla
que no germina con facilidad en Räel Polita, pero fue sembrada a lo
largo y ancho de Thèramon hace eones, y aprovechará cualquier
descuido por nuestra parte para crecer y propagarse, como la envidia,
la ira y la misma Oscuridad que se instala en aquellos corazones
demasiado débiles para resistirse a sus engañosas promesas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Después
de aquella conversación, Silenia tenía claro que no era necesaria
una moneda para que la vida cotidiana tuviera lugar, y no comprendía
que pudieran existir ladrones en la Sección Espectral, pues Räel
Polita era un lugar apacible en el que todo era de todos y en el que
lo más valioso, la plata, no servía para hacer rico a nadie.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Bien
mirado, la madera que se traía del Bosque Cantor debía de ser más
valiosa que la plata, pues los hombres que salían a buscarla corrían
muchas veces grandes peligros. Para obtener la plata sólo había que
cuidar de los dragones que moraban en Mitrali Güae, y alimentarlos
cada estío con la nieve de las Montañas próximas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> De
qué se alimentaban los Dragones Plateados el resto del año, nadie
lo sabía con certeza. Tal vez el propio Estanque contenía en sus
aguas peces o algas que constituían su dieta cotidiana, o tal vez
era cierto que el Boreagü vertía sus aguas en Mitrali Güae,
trayendo en ellas cierta cantidad de la preciada nieve. Pero era
importante y necesario para todos que los dragones tuvieran su buena
ración de nieve cada año. Sin ella, los Dragones Plateados no
sobrevivirían, y nadie podría volver a sacar plata del Estanque,
solamente los dragones sabían de dónde obtenerla o cómo
producirla.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Las
Montañas Próximas se encontraban al noreste de Minroq Dalnu, y el
viaje en busca de la nieve solía durar dos meses sin había
contratiempos. El hijo mayor de cada rey, o un capitán del ejército
en su ausencia, encabezaba un grupo de soldados y porteadores que
viajaban a caballo y llevaban carros cargados de plata y de armas. La
plata era necesaria para negociar con los Iberige Mithrau, y las
armas para mantener alejados a los ladrones que pudieran salirles al
encuentro.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Los
Iberige Mithrau eran un pueblo poco numeroso y por lo general
pacífico que se llamaban a sí mismos Hijos de la Plata y que vivían
a los pies de Boreade Nesst. A cambio de la plata que los Raelitaro
les entregaban, les permitían el paso por sus tierras y les guiaban
por los escarpados caminos de las Montañas Próximas, en cuya cima
podían recoger la nieve que no se derretía para llevarla a Mitrali
Güae y dársela a los Dragones Plateados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —¿Por
qué los Dragones Plateados no tienen su hogar en las Montañas
Próximas, por qué viven aquí, tan lejos de su alimento? —había
preguntado una vez Silenia a su padre. Era primavera, y el capitán
de los Caballeros se estaba preparando para el viaje anual.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> El
camino hasta Boreade Nesst era largo y difícil. Los Buscadores de la
Nieve tenían que viajar días y noches hasta llegar al río Boreagü,
cruzar los Páramos de la Sal y ascender por los riscos de Iberien
antes de alcanzar los límites de Iberige Dalnu. Se trataba sin duda
de un viaje emocionante y extraño. Y todo para llevar a cabo un
antiguo ritual que la princesa no acertaba a comprender.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Cornell
se había rascado la cabeza un momento. Los Onii Swann habían sido
expulsados de su hogar durante una de las muchas batallas que habían
terminado convirtiendo Nunak Dev en una tierra devastada, y moraban
en Mitrali Güae desde entonces, de eso hacía ya tres Eras.
Naturalmente, no podía decirle a su hija que él ya había estado
allí en aquellos tiempos, pues Silenia desconocía la verdadera
identidad de su padre. Tuvo que fingir ignorancia e inventar una
respuesta. Le dijo que cumplía con el ritual de la Nieve por amor a
los Dragones Plateados, pero que desconocía su origen y su
significado. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> —¿Quién
sabe por qué los dragones hacen las cosas? —había dicho, después
de pensar durante un largo rato.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> Cuando
Silenia tenía once años, una lira mágica, una canción milenaria,
una puerta secreta, una promesa que cumplir y un amigo que siempre
sonreía, se acercó a Mitrali Güae decidida a obtener una respuesta
mejor."</span></div>
</span></span><br />
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-17316756520480112392012-10-31T08:00:00.000+01:002012-10-31T08:00:14.845+01:00Canción para la Noche de Difuntos<div style="text-align: justify;">
Te prometí una entrada terrorífica para este Halloween. Y ya sabes que Bea siempre cumple sus promesas.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Como no he sido capaz de terminar mi relato Z, porque a pesar de mis intentos la Musa se ha empeñado en que sea una novela (ya sabes que lo mío no es resumir), te dejo un poema que escribí hace unos años (por lo menos quince, pero podrían ser veinte). Lo escribí en inglés, así que no rima mucho, no me lo tengas en cuenta (je)</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde Thèramon, te deseo una feliz kermesse de Hocassi Vihollinen. Hoy es noche de aparecidos, de monstruos y de cuentos oscuros. Y sobre todo, de creer. Así que cree. Y ama, por si acaso no hubiera un amanecer ;)</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
********</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
© Bea Magaña. (Reservados todos los
derechos)</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
CANCIÓN PARA LA NOCHE DE DIFUNTOS</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Cerca de la medianoche,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
cuando el sol es poco más que un
recuerdo</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
y las estrellas se cuentan por
millares,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
los grillos cesan en sus canciones</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
para escuchar cómo alguien</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
pronuncia en voz alta un conjuro</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
hace siglos olvidado.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Poneos vuestros disfraces, niños;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
cantad vuestras canciones, haced
vuestras bromas;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
alguien llenará vuestras bolsas de
dulces.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Fingid que sois peligrosos,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
fingid que estáis asustados;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
para que la magia empiece</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
todos tenéis que creer.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Escuchad: es la Noche de Difuntos;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
el espíritu de Halloween se extiende</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
por el pueblo; las calabazas son</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
las dueñas de la noche,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
con sus grotescas sonrisas</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
iluminadas desde dentro.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Creed que son las hadas,
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
o las luciérnagas, o el fuego</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
del Infierno, quien ilumina la noche;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
si pensáis que son sólo velas,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
la noche dejará de brillar</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
y la tierra acallará sus latidos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Gritad, reid, cantad,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
bailad, haced mucho ruido,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
es mejor, es mejor que no oigáis
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
los sonidos de la noche.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
La niebla se asienta</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
a ras del suelo, como flotando,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
y las estrellas se apagan,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
y todo queda en silencio unos segundos,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
los que tarda en desaparecer</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
la última campanada de las doce</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
que se va, flotando en el aire,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
hasta perderse en las sombras.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Entonces,el silencio se rompe:</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
la tierra se abre, y un par
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
de manos huesudas asoman,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
como tétricas margaritas nocturnas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El resto del cuerpo es</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
como un alarido de terror</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
en medio de un cuento de hadas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Después, sólo personajes de pesadilla</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
que van surgiendo desde las entrañas
de la tierra,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
como vomitados por ésta,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
seres que escapan de sus ataúdes</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
para sumarse a la fiesta.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Poneos vuestros disfraces, niños,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
cantad y bailad, reír,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
disfrutad de la fiesta, porque</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
pronto habréis muerto.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Fantasmas y monstruos,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
demonios convocados por un viejo
conjuro;</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
hay más muertos que vivos</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
en el pueblo, esta noche.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
La maldición se ha cumplido</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
otro año más. Es Halloween,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
¿no es emocionante?</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Los ojos de las calabazas son</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
malvados, miran las calles vacías</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
desde sus cuencas ardientes,</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
vomitan fuego infernal, y ríen</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
mientras esperan vuestros gritos</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
aterrorizados.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Poneos vuestros disfraces.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Es medianoche. La fiesta</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
está empezando, cantad</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
y bailad mientras podáis.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Es Halloween. ¿No es divertido?</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj97HU3F4PFaUQEn12B-KlSNNKIoWtwp9gGpYKC8otKLmsOfu73QNJBLOtzPUKZSnL1lrKFhchXA4BMkOp7JcPq8CKa8QnZJdJNPv7rJiCKaO698LwDwzgOPJmN0zImqJ4V1CDm3N0_inQ/s1600/310969_239485529438986_100001326226350_627731_255937778_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="199" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj97HU3F4PFaUQEn12B-KlSNNKIoWtwp9gGpYKC8otKLmsOfu73QNJBLOtzPUKZSnL1lrKFhchXA4BMkOp7JcPq8CKa8QnZJdJNPv7rJiCKaO698LwDwzgOPJmN0zImqJ4V1CDm3N0_inQ/s200/310969_239485529438986_100001326226350_627731_255937778_n.jpg" width="200" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-47982001979021464492012-10-24T18:36:00.000+02:002012-10-24T18:36:15.128+02:00Mi Relato Z<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Dentro de una semana se
celebra en Thèramon la kermesse de Hocassi Vihollinen, La Noche Más
oscura, conocida en muchos lugares con el nombre de Halloween. Es una
noche para contar historias a la luz de una hoguera; historias de
terror, de magia, de maravilla. Y esta laudaner quería contarte una
historia especial.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hace un año te dije que
yo no escribo terror, sino fantasía. <i>Me llamo Bea y mi obsesión
son los dragones</i>, ¿recuerdas que fue así como me presenté?
Desde que abrí este blog has ido conociendo a la Bea de Thèramon,
pero poco a nada sabes de la otra Bea, ni de lo que escribía antes
de que Thèramon se me mostrara por primera vez. No siempre he sido
“la Tolkien española” (yo no me he puesto este apodo, otros lo
han dicho de mí), y la prosa que utilizaba antes es muy distinta a
la que has visto en este blog. O eso me parece a mí. A esa otra
faceta mía la llamo la Bea de King, porque el maestro del terror ha
sido siempre mi mayor inspirador. Y aunque nunca he sido capaz de
escribir terror, mis novelas anteriores tienen un tono que queda más
cerca del de King que del de Tolkien. O eso me han dicho siempre. No
sé, hoy podrás juzgarlo por ti mismo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La última vez que nos
vimos te dije que tenía un relato de terror rondando por mi cabeza.
Quería escribir ese relato y traértelo la noche de Halloween. Pero
ha habido un pequeño problema. Ese relato no llegó a escribirse,
porque la Musa cambió de opinión y me mostró un relato nuevo, uno
tan terrorífico que no fui capaz de empezar a escribirlo porque me
daba muchísimo miedo. He tardado todo el mes en encontrar la manera
de narrarlo sin tener taquicardia. Llevo cuatro días escribiendo
como una posesa, como en los viejos tiempos, entusiasmada y
disfrutando muchísimo. El relato avanza, tanto, que creo que al
final no va a ser un relato, porque va a quedar demasiado largo. Ya
sabes que lo mío no es resumir. No soy escritora de relatos, soy
novelista. Todas mis historias acaban cobrando vida propia y
convirtiéndose en novelas, qué le voy a hacer.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero que no se diga que
no lo intenté.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La semana que viene te
dejaré un relato especial, una Canción Para la Noche de Difuntos.
Pero hoy quiero mostrarte el comienzo de mi relato Z, porque quiero
que veas mi otra faceta y que opines. Tu opinión es muy importante
para mí. Espero que disfrutes de este pedacito, y que de algún modo
te compense por estas semanas de ausencia sin más dosis de Thèramon.
Como te dije, he estado corrigiendo y escribiendo, aunque no lo que
pretendía, sino algo que no me creía capaz de escribir. Volveré a
traerte más Historias de Thèramon, si es que sigues aquí queriendo
leerlas. Permite que hoy comparta contigo un poquito de la historia
en la que estoy trabajando en estos momentos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Mi relato Z (fragmento)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
© Bea Magaña
(Reservados todos los derechos)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
“Esto no debería estar
ocurriendo.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
No apelo a la lógica,
no intento buscar una explicación racional o científica, no me
niego a creer ni cierro los ojos confiando en que no sea más que una
pesadilla de la que voy a despertar en cualquier momento, a salvo en
mi cama. Ya hace rato que he aceptado que lo que hay ahí afuera es
real, que el fin del mundo ha llegado y que yo no doy el tipo de
superviviente ni de heroína. Cobarde hasta la médula, medio coja de
un pie, miope y torpe con ganas, y físicamente nada del otro mundo.
El público no apuesta por las chicas del montón, quiere tías
buenas a lo Angelina Jolie o a lo Milla Jovovich. Y yo estoy muy
lejos de parecerme a ninguna de ellas. Me toca morir antes de los
créditos, lo tengo asumido.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
¡Pero es que es todo
tan surrealista! Yo no debería estar aquí, con una taquicardia del
quince y un hacha en las manos, rodeada de tías histéricas que no
me soportan y que piensan que mis largos años devorando literatura
fantástica y de terror van a ayudarlas a sobrevivir a este extraño
apocalipsis. Si lo pienso un poco, casi me resulta gracioso; pero si
lo pienso mucho, más bien me dan ganas de ponerme a llorar. Tengo
muchísimo miedo. Estoy muerta de miedo. </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Lo sé, la negación no
conduce a ninguna parte, y por mucho que me empeñe en cerrar los
ojos y mirar para otro lado la situación no va a mejorar. Mi peor
pesadilla se ha hecho realidad y todavía no entiendo cómo ha
ocurrido. No tiene sentido. Hace un par de horas el mundo era un
lugar más o menos cuerdo en el que la gente hablaba y reía sentada
a la mesa y nosotras mirábamos el reloj y pensábamos que ya quedaba
menos para fregar y marcharnos, que ya había ganas; todas estábamos
cansadas, algunas tenían hambre, otras tenían sueño, yo estaba
aburrida y lo único que deseaba era llegar a casa y quitarme los
zapatos, porque había sido un sábado muy largo y el talón me
estaba matando. Y de pronto, sin una explicación, sin un motivo, el
mundo se ha convertido en un escenario de muerte y de gritos y de
sangre, y todo ha desaparecido devorado por la niebla, así que ni
siquiera podemos saber qué hay al otro lado de las ventanas, aunque
podemos oírlo.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y también hemos podido
comprobar que, sea lo que sea lo que acecha en el exterior, tiene
uñas y dientes, y un hambre voraz. Y mata.”</div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-15298709482000070342012-09-30T12:41:00.001+02:002012-09-30T12:41:08.724+02:00Sin prisa<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Hace días que no me paso
por aquí. Hace días que no entro a ver si el número de visitas
sigue subiendo, si se ha unido a nuestro viaje algún compañero
nuevo, si alguien ha dejado un comentario, ni siquiera estoy
respondiendo a los comentarios que recibo. Podría dar la impresión
de que he dejado de interesarme por el funcionamiento de mi blog.
Nada más lejos de la realidad. Estoy inmersa en Thèramon, más que
nunca, ya tengo en la cabeza casi todo el argumento de CDFCDL, la
Musa me da imágenes y fragmentos de diálogos, me ha mostrado parte
del viaje de Leelai, he conseguido situar a cada personaje que he ido
descubriendo con el paso del tiempo, ahora cada uno tiene un rostro
además de un nombre, y un lugar en Thèramon. Incluso he visto el
final de esta historia, y es un final hermoso y sorprendente. Pero
sigo atascada en un capítulo complejo, escribo párrafos deliciosos
y paso horas moviéndolos arriba y abajo hasta que les encuentro su
posición en el texto, quiero hacer un buen trabajo, que cada
capítulo te haga sentir, en este caso la angustia de un personaje
que ha aparecido sin ser llamado y que va a tener un papel muy
importante en la historia. Como te dije, me está costando arrancar,
han sido demasiados meses inactiva, demasiado tiempo bloqueada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Me falta tiempo para
hacer todo lo que quiero hacer. A ratos escribo, a ratos corrijo,
tengo buenos amigos que además son muy buenos escritores, confían
tanto en mi facilidad para descubrir errores ortográficos y en mi
opinión crítica y sincera que me envían su trabajo, y disfruto
mucho corrigiendo y leyendo. ¡Me enorgullece tanto ver que algunas
de las novelas que yo he corregido están siendo publicadas en papel
o en digital! Lo dije, éste es EADLP (El Año De La Publicación).
Aunque parece que no va a ser mi año. Pero no me inquieto ni me
impaciento, si la novela que envié a la agencia no llega a ver la
luz, no me frustraré, ni pensaré que no es lo suficientemente
buena; lo cierto es que cuando miro al futuro no visualizo mis viejas
novelas en las estanterías de medio mundo, lo que veo es Thèramon
en papel, enamorando a medio planeta.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Pero todavía falta para
ver mi sueño hecho realidad. CDFCDL va creciendo, pero lentamente;
me he dado un año de plazo para terminarla. No tengo prisa por
publicar. Ha sido mi sueño desde niña, puedo esperar un año más.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Ojalá tuviera tanta
voluntad como paciencia. Muchos días todavía me cuesta
concentrarme, y pierdo demasiadas horas de las pocas de que dispongo
perdida en fantasías. Tengo decenas de historias en la cabeza, a
veces quisiera ponerme a escribir y no soy capaz de decidirme por
una. Mi musa ha vuelto, y muy activa, pero algo desorganizada. Le
daré tiempo. Las cosas buenas no hay que forzarlas, han de venir por
sí mismas. Hace tiempo descubrí que cuando intento obligarme a
escribir consigo el efecto contrario, me provoco frustración y me
bloqueo yo sola.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">El capítulo que estoy
escribiendo ahora es una muestra de lo que digo siempre. No hay que
tener prisa por nada. Hay que dejar que Cosmos nos muestre el camino.
Hasta hace un año ni siquiera existía un relato acerca del origen
de Thèramon. Fue casi por casualidad que empecé a escribirlo, y
descubrí la existencia de Oreal, la Gema del Destino. Bien, pues en
el capítulo que tengo entre manos acaba de aparecer una mención a
Oreal. Y al releer las páginas que llevo escritas, comprendo que la
Luz de Toda Vida es la clave, que todo el argumento de CDFCDL gira en
torno a Oreal. Tenía que pasar todo este tiempo en blanco para que
la Gema del Destino ocupara su lugar en mi historia. Todos estos
meses en blanco no han sido en vano.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Como te digo siempre:
todo ocurre cuando le llega su momento. Cuando estamos preparados.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y, normalmente, ocurre
cuando menos lo esperamos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Así que hagamos las cosas sin prisa. Lo que deseamos siempre acaba llegando. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y yo amo y creo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Estoy preparando el
siguiente capítulo de la aventura de Silenia. Espero que seas
paciente, no puedo alargar las horas, y es mucho lo que intento hacer
al mismo tiempo. Tengo dos correcciones a medias, un capítulo a
medias, mucha lectura acumulada en mi mesita de noche, un relato de
terror que lleva toda la semana dándome vueltas en la cabeza,
trabajo diez horas diarias, y ahora además hago un poco de vida
social. Pero si yo he aprendido a no tener prisa, ¿no lo harás tú,
que sabes que siempre cumplo mis promesas, aunque tarde?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Que pases un feliz
domingo. Y que octubre te traiga océanos de amor, muy buenas
noticias y ganas, inspiración, energía, valor, voluntad, te deseo
lo mismo que espero para mí misma.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Gracias por seguir
acompañándome.</span></div>
Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-43239288058121638172012-09-18T17:53:00.000+02:002012-09-18T17:53:30.690+02:00La dosis de Sara<br />
<div style="text-align: justify;">No me he olvidado de ti.</div><div style="text-align: justify;">Muchas cosas han cambiado, mi forma de mirar el mundo, por ejemplo, ahora no hay día que no encuentre un motivo o más para sentirme agradecida por estar viva y feliz de tener un corazón que siente con tanta intensidad. He dejado de esperar, pero no de creer. Ya no espero a que salga el sol para sentirme animada, ahora es mi sonrisa y mi actitud ante la vida lo que hace que el sol se anime a brillar. Ya no busco al unicornio, ni lo persigo, ni lo espero; he comprendido que el unicornio es la criatura más libre del universo, y que no podré verle si él no desea ser visto. Ahora me dedico a repoblar Thèramon de dragones, en eso estoy teniendo mucha ayuda, debo decirlo; y si el unicornio se siente atraído por la vida que bulle a mi alrededor, quizás decida aparecer. Pero si no acude, si decide no escuchar la llamada de Thèramon, no dejaré morir a los dragones que me han devuelto la ilusión y las ganas de seguir creando mundos. Soy una laudaner, nací para contar historias. Escribir es lo que más amo en el mundo. Y aunque amo al unicornio, mi amor por los dragones no es menor. Seguiré contando mi historia, y Cosmos dirá quién acaba siendo protagonista. ¿El unicornio, los dragones? Yo voto por Thèramon.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Muchas cosas han cambiado. Cuando Thèramon nació, lo más importante era proteger al unicornio. A medida que voy escribiendo, el unicornio se va convirtiendo en un símbolo, más que una criatura de carne y hueso es un ideal, como la bondad, el valor o la lealtad. Lo que nos inspira a seguir luchando, a seguir superando obstáculos. Ahora lo veo como el Aslan de las Crónicas de Narnia, el ser divino del que todos hablan pero al que nadie ve hasta el final de la historia. Ya no es el consejero, el guía, la criatura de la que te enamoras nada más verla y a la que deseas proteger con tu propia vida si fuera preciso. Pero aunque ausente, sigue siendo el alma de Thèramon; y a pesar de que los dragones van ganando protagonismo, todos ellos luchan en su nombre. No sé qué pasará en el futuro, no sé qué hará la musa, o debería decir qué hará la propia historia, pues es ella misma la que se va contando a través de mí. Ya no me preocupa el final, he aprendido a aceptar los cambios y a disfrutar del viaje, de la aventura. Cuando la primera historia de Thèramon esté terminada, ya te contaré en qué lugar ha quedado el unicornio. De momento puedo decirte que todavía no lo he visto. Y que no he dejado de amarle.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Estoy escribiendo. De momento voy despacio, arrancar después de tantos meses de bloqueo y de vacío interior no está siendo fácil. Pero lo poco que me ha dado la musa hasta ahora es increíble. No me canso de releerlo y no dejo de maravillarme. Y cuando copio el trozo de capítulo que continúa la historia que te voy contando aquí me pregunto si crees realmente lo que te digo, porque la historia de Silenia, Dayna, Vosloora y el N'Ögard no es más que el relato de un niño en comparación con lo que no puedo enseñarte todavía. ¡Tengo tantas ganas de terminar Criatura de Fuego, Criatura de Luz, para mostrarte algunos fragmentos!</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Novedades... hay muchas, pero no tengo buenas noticias que darte todavía. Sé que la novela que envié a la agencia está siendo valorada, pero aún no tengo una respuesta. Se me ha comentado la posibilidad de trabajar como correctora freelance, pero no hay nada seguro; aunque debo decir que el simple hecho de que alguien haya considerado la idea me hace muy feliz y me produce un subidón de autoestima increíble. He reunido el valor suficiente para enviar uno de mis relatos a un concurso. He aprendido lo básico sobre el funcionamiento de Twitter y ahora lo utilizo para escribir las "actualizaciones del dragón"; en las últimas dos semanas mi número de seguidores en Twitter se ha duplicado, creo que el dragón gusta. Durante las vacaciones he escrito menos de lo que me habría gustado, pero he aprovechado el tiempo para leer y he corregido dos novelas. He recibido muy buenas críticas por parte de varias personas sobre lo que llevo escrito hasta el momento. Ah, ¿y te he dicho que soy feliz?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">No me he olvidado de ti. Han pasado diez días desde que vine a dejarte un trocito más de Thèramon. Tampoco es que haya estado desaparecida un mes. Han sido diez días muy intensos. He estado muy ocupada viviendo y disfrutando, después de tantos meses de solo vegetar. Pero te he tenido presente en todo momento. Porque sin ti este blog y todo lo que voy haciendo no tendría sentido. Así que no te olvides tú tampoco de Thèramon, ni te olvides de mí.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Hoy mi hermanita me ha esrito un mensaje. "Llevo ya tres días entrando cada dos por tres a ver si ya habías colgado algo y estoy de los nervios. Necesito mi dosis". Como en los viejos tiempos. Así que aquí está, la dosis de Sara, con mis disculpas por tenerte de los nervios y todo mi amor, mi niña. Espero que disfrutes del pedacito de hoy. Y recuerda que nunca me olvido de ti.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">**********</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;">© Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;">Sombras y Notas (VI)</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><br />
</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;">"El interior del castillo era lóbrego y ruinoso, pero el muchacho parecía conocerlo bien y no permanecieron en él mucho tiempo. Salieron a la ciudadela por una ventana después de comprobar que no había nadie a la vista y echaron a correr, alejándose del castillo. Ya podían ver a lo lejos las siluetas de las torres del castillo de Cornell recortadas contra un cielo sin estrellas. Silenia se detuvo bruscamente. El muchacho tiró de ella, pero la niña no se movió.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —¿Qué sucede? —le preguntó, volviéndose a mirarla.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Vamos en dirección este —dijo Silenia. El muchacho asintió con la cabeza—. Vamos mal. El arco se encuentra al noroeste. El único arco abierto en la muralla. No hay salida por aquí.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Confía en mí, princesa. Te aseguro que vamos en la dirección correcta. El castillo de tu padre se encuentra al noreste de aquí, y es al castillo de tu padre adonde queremos llegar, ¿no es cierto?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Silenia movió la cabeza.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Escuchad, yo no conozco la ciudad. Nunca he salido de la Sección Mersha. De hecho, lo único que conozco bien es el Laberinto, y el edificio de los Archivos. Pero conozco la muralla, y sé que ésta sólo tiene una puerta.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El muchacho la miró sonriendo. Las sombras de la noche se retiraban con pereza, anunciando la inminente aparición de Plio, y empezaba a poder ver con claridad su rostro de niña hermosa.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Es cierto —asintió—. Sólo hay una puerta. Un arco, en realidad. Abierto todo el tiempo, y no vigilado por Guardias. De cada arco parte una Calle Real, y cada Calle Real va a morir en la Plaza del Encuentro. ¿Eso es lo que te han enseñado tus preceptores?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Conozco la historia de la ciudad, así como su geografía —asintió Silenia—. Y conozco sus murallas —insistió con terquedad.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Bien, pero yo conozco sus calles, y sus atajos. No necesitamos bajar hasta la Plaza del Encuentro y volver a subir, nos llevaría demasiado tiempo. Hay formas de saltar la muralla, hay caminos abiertos en ella. No te ofendas, princesa, pero has aprendido con libros de historia anticuados. Te he prometido que te llevaría en menos de una hora, y eso es lo que haré. Tienes que confiar en mí.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Ahora que las sombras se retiraban, Silenia podía ver mejor el rostro del muchacho. Su sonrisa le hacía parecer más joven de lo que sin duda era. Se le veía seguro de sí mismo, y honesto. No era ningún chiquillo jugando a los exploradores.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Confío en vos, señor —le aseguró.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Räel Polita era distinta vista desde el Corredor. Cuando uno corría por sus calles, descubría detalles de su geografía que no podían distinguirse desde lo alto de la muralla. Habían transcurrido cientos de años desde que las cinco pequeñas ciudades se unieran para formar una sola. Las antiguas murallas, despojadas de su función defensiva, se habían convertido en un obstáculo incómodo para los Raelitaro, los cuales se habían dedicado a modificar su estructura para su propia comodidad. Existían más arcos, puertas e incluso caminos despejados entre los restos de las viejas murallas derruidas de los que se podían adivinar mirando desde arriba. Pronto se encontraron en la Sección Mersha, y los primeros rayos de Plio aún no asomaban por el horizonte.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El muchacho se detuvo a tomar aliento.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —¿Y bien? —preguntó. Como Silenia le mirase con expresión de desconcierto, él señaló hacia delante con una mano—. Ahí está el Fuerte de los Caballeros, y tras él la puerta de entrada a tu castillo. ¿Se te ocurre cómo podríamos atravesar el patio lleno de soldados sin ser vistos?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Esta vez le tocó a Silenia el turno de sonreír.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —El Fuerte no es el único modo de acceder al castillo —dijo, con aire de entendida—. Hay otra puerta, señor. De hecho, cada vez que he salido a la ciudadela he utilizado esa otra puerta. Pero está vigilada día y noche. Me temo que no podré entrar por allí, si no deseo ser descubierta.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Por primera vez, el rostro del muchacho mostró desconcierto y desánimo.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Entonces, no ha servido de nada —dijo en voz baja—. ¿Me has seguido hasta aquí sabiendo que no podrías entrar en el castillo?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> La sonrisa de Silenia se acentuó.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Sabía que podría entrar —le aseguró—. Y necesitaré vuestra ayuda para hacerlo. Me habéis enseñado mucho esta noche. Ahora sé que no hay ningún obstáculo insalvable. Sé exactamente por dónde debemos entrar. Y no es por ahí.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Movió la cabeza en dirección a la puerta doble del Fuerte.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Veréis, ahora estamos en mi terreno —le explicó con una expresión algo traviesa—. Como os he dicho, conozco bien la muralla, porque la recorro a diario, mirando hacia abajo. Hay cosas que no se pueden ver desde las alturas, y otras que sólo se pueden descubrir de ese modo. Puedo llegar a mis habitaciones desde los jardines. No se me habría ocurrido pensarlo, ya que el muro es alto, pero los muros no son un obstáculo para vos, ¿no es cierto?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Le guiñó un ojo, y el muchacho la miró con la boca abierta a causa de la sorpresa.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Adelante, caballero, llevadme hasta mi castillo —le pidió ella con dulzura.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El muchacho se sonrojó.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Las primeras luces del día les encontraron en los jardines, subidos a un árbol frente a un gran ventanal. Silenia sólo tendría que saltar desde una rama y se encontraría dentro del castillo, a pocos metros de sus habitaciones.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Ha sido una aventura estupenda —dijo Silenia, mirándole con gratitud y simpatía—. Me habéis ayudado mucho. No lo habría conseguido sin vos. ¿Por qué lo habéis hecho?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El muchacho la miró. Por primera vez desde que se habían encontrado podía verla perfectamente. De noche era bella. A la luz del primer amanecer, era hermosa como una criatura inmortal. Sonrió.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Si has hecho tanto por ver a los Dragones Cisne, debes amarlos. Y cualquier amigo de los dragones es amigo mío.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Silenia deseó quedarse más tiempo hablando con él. Le había oído decir varias cosas que la habían intrigado. Pero era tarde, y se estaba arriesgando mucho al demorar tanto la despedida.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Las Colonias no son un buen lugar par alguien como tú —susurró él—. Tu juventud y tus modales no pasan desapercibidos. Si se te ocurre hacer otra escapada, cuida mejor tu aspecto y tu forma de hablar, princesa.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Otra escapada. Había quedado claro que no podría regresar sin ayuda.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —¿A qué os referís? —preguntó, extrañada.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —A eso —el muchacho señaló la boca de la niña—. Hablas como los nobles. Si quieres pasar desapercibida y mezclarte con el pueblo, escucha hablar al pueblo.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Ella se ruborizó un poco. No tenía ocasión de escuchar al pueblo. Pero entendía lo que él quería decir. Miró su ventana. Los pájaros más madrugadores saludaban al nuevo día.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Tengo que ver a los dragones —susurró, casi era un ruego.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Dentro de unos años te permitirán salir y podrás verlos a la luz del día.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Silenia sacudió la cabeza y clavó sus ojos dorados en los de él, azules como el cielo de la tarde.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —No puedo esperar —rogó esta vez.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El muchacho la miró con atención. Parecía tan frágil, tan sola. Había súplica en sus ojos. Deseó abrazarla y darle consuelo. Por fin, esbozó una sonrisa y movió la cabeza.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Te acompañaré, princesa.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Su decisión alegró enormemente a Silenia, hasta que se acordó de su promesa. No debía compartir con nadie su secreto. Le miró con tristeza.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Debo ir sola.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Él se encogió de hombros, sin perder la sonrisa.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Te acompañaré hasta el lugar en el que podrás verlos y te dejaré a solas con ellos —prometió—. Después te traeré de vuelta.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> El rostro de Silenia se encendió. El corazón del muchacho también.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —¿Lo haríais?</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Lo haré.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Silenia pensó un segundo.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —¿Esta noche? —pidió—. ¿Me esperaréis junto a la puerta secreta? Saldré por allí.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> —Allí estaré, Silenia, hija de Cornell —asintió el muchacho. Se llevó un puño cerrado a la frente y después al pecho.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black; font-family: inherit;"> Silenia saltó desde la rama y corrió hasta su habitación. El fuego de la chimenea estaba apagado, nadie había entrado todavía. Se asomó a la ventana y le miró por última vez. El muchacho descendió del árbol, atravesó corriendo el jardín y saltó el muro, y Silenia no le vio desaparecer por las calles de la ciudad. Buscó su camisón, se desvistió, descubrió que no le había devuelto la pelliza y la escondió entre las sábanas. Enseguida se metió en la cama y se durmió escuchando el canto de las aves, y un segundo antes de caer en el sueño se acordó de que no le había preguntado su nombre."</span></div>Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-27082527062683159332012-09-07T10:09:00.000+02:002012-09-07T10:09:21.075+02:00¿Confías en mí?<div style="margin-bottom: 0cm;"><div style="text-align: justify;">Y siguen los cambios...</div><div style="text-align: justify;">El entusiasmo que compartí contigo la última vez que me asomé a este lugar no se ha agotado, al contrario, crece cada día, y mi sonrisa perenne no hace más que acarrearme cosas buenas. Proyectos, encuentros, noticias, sorpresas, están pasando muchas cosas estupendas y mi mundo se está estabilizando. Vuelvo a escribir, y si pudieras ver lo que la Musa está haciendo con la novela que he retomado, te quedarías tan maravillado como yo. ¿Dices que te gusta la historia que vas leyendo en este blog? Pues la que tengo entre manos es infinitamente mejor. La prosa, uf, la prosa es una delicia: poética y evocadora, musical, onírica, como en la narración de El Origen de Thèramon, y al mismo tiempo atrayente y visual, directa, sencilla, como en el relato de Ógod, el Paladín de los dioses. Me gustaría decir que adictiva, emocionante y por momentos divertida, y siempre épica, pero no soy la más indicada para hacer una opinión de este tipo, no soy imparcial. Sin embargo puedo decirte esto porque he recibido la opinión de mis dos Lectores Cero, y ambos han coincidido en su valoración de los dos primeros capítulos. Si quieres un día de éstos te traigo sus opiniones, para que veas que no estoy exagerando.</div><div style="text-align: justify;">Me siento muy bien. Viva. Llena de energía. Llena de Luz. Siento que empiezo a ser la diosa creadora de mundos en la que prometí convertirme. He vencido a la Sombra, me he deshecho de la influencia destructiva de Skadûr, y ahora todo está bien. Las cosas vuelven a estar en su sitio, ya no hay bloqueo, ya no hay miedo ni tristeza, ahora sólo hay esperanza y mucho amor.</div><div style="text-align: justify;">Tiempo y fe, te lo digo siempre. Nada puede torcer el destino, aunque algunas cosas puedan apartarte del camino y demorar la llegada de ese futuro que una vez viste en el interior de Miraphora, la Ventana del Tiempo.</div><div style="text-align: justify;">Así que ama y cree, siempre. Porque todos los sueños se cumplen. Incluso los que parecen imposibles.</div>Confía en mí.<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">Como Silenia confió en el desconocido que prometió llevarla de vuelta a su castillo antes del primer amanecer.</div><div style="text-align: justify;">¿Recuerdas el último capítulo? Espero que sí, porque hoy te dejo la continuación sin ofrecerte un resumen. Si te has perdido, siempre puedes volver a leer las entradas antiguas, para volver a coger el hilo de esta historia y continuar haciendo el viaje a mi lado. No tengo prisa, te espero si quieres. Coge mi mano, no volveré a fallarte. ¿Confías en mí?</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">***************</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>© Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Sombras y Notas (V)</span></span></div><br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">El muchacho agarró la cuerda con ambas manos; en una sostenía el grueso de la soga, con la otra la balanceó. El objeto metálico se movió en el extremo. Entonces el muchacho lanzó la cuerda hacia lo alto, no hacia la muralla sino hacia la misma torre, con un gesto cientos de veces practicado; el garfio se enganchó en algún lugar, pero Silenia no supo decir dónde a causa de la oscuridad que se retiraba sin prisas. El muchacho le rodeó la cintura con un brazo, sin pedirle permiso ni disculpas, y aferró la cuerda con su mano libre; enroscó la soga a su muñeca, tomó impulso y saltó. Silenia, demasiado desconcertada como para reprocharle su exceso de confianza para con la hija de un rey, se encontró de pronto volando sobre las aguas negras del foso, y escondió su rostro en el pecho del muchacho para no gritar de miedo. Pensó que iban a estrellarse contra la muralla, y que caerían inconscientes al foso, donde serían devorados por los peces comedores de carne. El muchacho adelantó los pies y frenó con ellos su vertiginoso avance. Silenia le oyó susurrar:</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Ahora agárrate con fuerza a mí, princesa; necesito ambas manos para trepar por la cuerda.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia lo hizo. Se abrazó a él como a un viejo amigo, y notó los rápidos latidos del corazón del muchacho. Se preguntó si él tendría tanto miedo como ella. Se preguntó si él habría trepado por la cuerda otras veces. Se preguntó si una cuerda tan delgada soportaría el peso de ambos sin romperse. El miedo no la dejaba hablar, y se dio cuenta de que tenía los ojos cerrados para que no se le escaparan las lágrimas.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Lo estás haciendo muy bien, princesa —le oyó decir en voz baja.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia abrió los ojos y sólo vio la garganta del muchacho. Alzó la cara y se sorprendió cuando vio que él sonreía; a pesar del esfuerzo, a pesar de que todos sus músculos estaban en tensión, incluso los del rostro, conservaba la sonrisa. O estaba muy seguro de sí mismo, o era un loco. Ella había confiado en él, había puesto su vida y su seguridad en sus manos. No dudaba de ese muchacho. Apretó la mejilla contra su pecho y escuchó su corazón.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Muchos metros más arriba, la princesa se atrevió a mirar si había soldados en el camino de ronda, y descubrió que no ascendían por la muralla, sino por la misma torre. El garfio se había enganchado en alguna especie de ventana, acaso una aspillera o una saetera. El muchacho pretendía entrar en la torre del castillo abandonado por una abertura poco más ancha que la hoja de un cuchillo. Silenia tembló.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El muchacho detuvo su ascenso. Podía sentir sobre su pecho los latidos del corazón de la niña, y su respiración agitada. Estaba asustada; no podía saber que él había hecho aquello cientos de veces, que nunca había resbalado ni pensado que la cuerda podría romperse y él precipitarse al foso, que jamás le habían descubierto. Quedó colgado sobre las aguas unos instantes y miró a la niña, preocupado, para cerciorarse de que se encontraba bien. Deseó acariciarle la cabeza, abrazarla y decirle que estuviera tranquila, pero no quiso soltar sus manos de la cuerda. Tampoco se atrevía a susurrarle alguna palabra de ánimo, porque podrían descubrirles en aquel denso silencio. La vio sonreír y pensó que, aunque asustada, era valiente. Movió la cabeza en un gesto de ánimo y miró hacia la muralla. El soldado de la Guardia alcanzó el costado de la torre, miró desde el parapeto y se dio la vuelta.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Ascendieron cuando el vigilante se hubo alejado unos cuarenta metros. Ágil y silencioso como una araña, el muchacho apoyaba los pies en el muro y trepaba con la princesa fuertemente abrazada a su cuerpo. Le gustaba sentirla tan cerca, a pesar de que acababa de conocerla y nada sabía de ella salvo su nombre. El amanecer se acercaba, no podía quedarse allí contemplándola. Redobló sus esfuerzos. No era momento para perderse en sueños.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Pronto llegaron a un vano. Tiempo atrás había sido una aspillera, pero en algún momento varias piedras se habían desprendido del muro y ahora existía una ventana lo suficientemente grande para que un muchacho de su complexión entrara por ella. Aferrado con una mano a la cuerda, usó la otra para alcanzar el ventanuco, se apoyó en el borde con cuidado de no aplastar a la niña, soltó la cuerda, comprobó que se sostenía sin riesgo de caer y cogió a la princesa por la cintura mientras ésta se desasía de él y se agarraba al hueco, al que trepó después con asombrosa agilidad. Entró por el agujero detrás de ella, desenganchó el garfio y guardó éste y la cuerda en su bolsa de cuero. Intercambiaron una sonrisa y se asomaron a la ventana. Ya no podían ver la muralla. Se sentaron en el suelo a recuperar el aliento.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Por un momento pensé que no lo conseguiríamos —susurró Silenia, y le dirigió una mirada llena de respeto y admiración—. Debo decir que me equivoqué con vos, sois un hombre sorprendente. Os doy las gracias.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —No lo habríamos conseguido si no me hubieras ayudado tanto, princesa —dijo él, ruborizado de placer—. Eres muy valiente.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —¿Yo os he ayudado? —se extrañó Silenia, aunque se sentía complacida por sus palabras—. Sois vos quien ha trepado conmigo a cuestas, yo sólo me he agarrado a vos y no he tenido que hacer ningún esfuerzo.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —No te has dejado llevar por el pánico, lo que habría hecho que nos descubrieran, ni te has puesto nerviosa, evitando así que cayéramos los dos —explicó él—. Lo has hecho muy bien. Tu padre estaría muy orgulloso de ti.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El rostro de Silenia se ensombreció.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —No es cierto —dijo con tristeza—. Mi padre se enojaría mucho conmigo si descubriera que he salido de la ciudad antes de la edad permitida y sin un Paladim, incumpliendo así las dos leyes más importantes.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El muchacho la miró sin comprender.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —La Ley dice que todos los nobles deben ir acompañados por uno o varios soldados, que cumplen la función de Protectores —explicó la niña—. Debo esperar a cumplir quince años para que se me permita salir de la ciudad por primera vez, y debo elegir a mi Protector, entregarle la Insignia que yo misma habré bordado y hacer un pacto con él. Hasta entonces, cada vez que salga del castillo he de ir acompañada por el aya, que lleva dos Paladim para que velen por nosotras.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —¿Qué requisitos debe cumplir un soldado para ser elegido como Protector? — quiso saber el muchacho.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia tenía la mirada puesta en la ventana.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Tal vez os lo cuente en otra ocasión — dijo—. Empieza a clarear, no podemos perder más tiempo. Me habéis devuelto a la ciudad antes del alba, pero eso no es suficiente. Debo volver al castillo. ¿Querréis seguir ayudándome?</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El muchacho sacudió la cabeza.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Por supuesto que sí, princesa —miró por la ventana y pensó durante un momento—. Disponemos de una hora, más o menos. Y no hay Guardias que custodien los arcos de entrada a las distintas Secciones. Podemos conseguirlo. Podremos llegar sin ser vistos a la Sección Mersha.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia no compartía su entusiasmo.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Räel Polita es muy grande; tardaremos más de una hora en atravesarla.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El muchacho sonrió.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Menos, si tomamos un par de atajos —dijo, y le guiñó un ojo—. Confía en mí.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Se puso en pie. Silenia se estremeció.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —¿Vamos a entrar en el castillo del Espectro? —preguntó, asustada, recordando las historias de fantasmas que había oído contar.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Es la forma de bajar a la ciudad —asintió él.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia se puso en pie, se apartó de la ventana y vio que el interior de la torre estaba oscuro como boca de lobo.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Dicen que hay fantasmas —susurró.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Le oyó reír en voz baja.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Ahora os burláis de mí —protestó. Por primera vez desde que se habían encontrado pareció una niña pequeña.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> El muchacho se acercó a ella.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —A ver si lo entiendo —dijo—: has salido de la ciudad por una puerta secreta que no puedo imaginar de dónde arranca ni por qué caminos discurre, has cruzado las Colonias sin miedo a los ladrones y has vagado toda la noche sola, ¿y te asustas ahora de fantasmas que no existen? —sacudió la cabeza.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —¿De veras creéis que no existen?</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> —Yo nunca los he visto —el muchacho se encogió de hombros—. Y te aseguro que he entrado muchas veces. Confía en mí, no tenemos mucho tiempo.</span></span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"> Silenia confió en él.</span></span></div>Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-4045767019692986822012-08-19T16:10:00.000+02:002012-08-19T16:10:42.642+02:00Laudaner<br />
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Te prometí que el domingo te mostraría algo muy especial. Bea siempre cumple sus promesas. </div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Uf, qué nerviosa estoy. Y qué emocionada!!!</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">La entrada de hoy habla de cambios. Los habrás visto al llegar. ¿Qué te parece el nuevo diseño? A mí me gusta más que el anterior. De hecho, cuanto más lo veo, más me gusta. Y eso que me daba tanto miedo cambiarlo. Ahora podrás leer las entradas con más comodidad, ese fondo azul claro es menos agresivo que el negro con letras blancas, ¿no te parece? </div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">El fondo es obra de Ana, digamos que ha sido nuestro primer contacto (el mío, al menos) con un programa llamado Gimp para retocar fotos y hacer diseños chulos. Yo lo más que conseguí fue aplastar la foto de la cabecera, que era lo que quería, por cierto: adoro esa foto, pero me parecía demasiado grande, ¿cómo conseguir una cabecera algo más discreta sin eliminar a Halodan, que le confiere toda la personalidad al blog? Éste fue el resultado. También he cambiado las letras del título, ahora tienen un aire más épico, ¿no crees?</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Pues vaya cosa que me enseñas, quizás estés pensando. Sí, el diseño no es lo mío. Tampoco los cambios. Me siento cómoda con lo que conozco, aunque no sea perfecto. Cambiar es una especie de trauma, algo que me aterra, que me bloquea y me paraliza. Pero lo cierto es que llevo meses bloqueada y paralizada... ¿Debería decir <i>llevaba</i>?</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Algo ha cambiado. </div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Y éste es el resultado. Lo que vas a leer. No es el diseño lo que quería mostrarte hoy, lo que prometí enseñarte. Es el relato. Un relato nuevo, recién salido del horno, como se suele decir.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Espero que te alegre. Es lo primero que escribo en meses. Y ha salido casi de un tirón. Casi como en los viejos tiempos.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">Quería compartir contigo mi entusiasmo y mi alegría.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">******</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">© Bea Magaña. (Reservados todos los derechos)</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">LAUDANER</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;">“Cada tarde, a la misma hora, durante un instante que parece eternizarse, los cielos arden en una explosión de color: oro, granate y turquesa mezclados, la demostración visible del amor de dos seres inmortales que son tan reales como las criaturas que contemplan su unión con el corazón encogido y los ojos maravillados. El tiempo parece detenerse. Thèramon aguanta la respiración. La oscuridad no se atreve a hacer acto de presencia. Ungetsu aguarda su momento, respetuosa y emocionada.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Es la hora del ocaso.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Y a pesar de que se trata de un espectáculo que se repite a diario, no por ello deja de resultar emocionante y digno de ser contemplado.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Pero hay mucho dolor detrás de tanta maravilla. Cuán grande es la pasión de Fsaira, qué inmenso su amor, que no puede ser correspondido, profundo ha de ser su pesar, tanto como el mío, pues amo lo que no puedo tener. Lo que ni siquiera consigo encontrar.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Habría dado mi vida por volver a verle, por ser su elegida, por tener el honor de protegerle. Por volver a escuchar su hermosa voz, su risa burbujeante, semejante al rumor de los arroyos. Por acariciar de nuevo sus sedosas crines y verme reflejada en el violeta de sus ojos. Lo habría dado todo por él. Lo di todo. Mi vida, mi cordura, mi voz, mi último aliento, todo lo perdí mientras le buscaba, mientras le esperaba. Al unicornio que me hizo una promesa que jamás llegó a cumplir.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> —No puedes encontrar al unicornio, Bema; no, si él no desea ser encontrado. </div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Kylos se acerca revoloteando, llenando el aire con ese sonido de campanillas que ya adoro. Hubo un tiempo en el que las notas de mi llaut sonaban con la misma belleza. Un tiempo en el que mi voz apagaba todas las demás voces. En el que era respetada y admirada, la más grande laudaner de Thèramon que ha dado esta Era.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Pero perdí mi voz, enfrascada en una búsqueda que todavía no ha terminado.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Perdí la cordura, la fe en los dioses, el deseo de vivir.</span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Perdí la capacidad de narrar historias.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Perdí mi camino. Me perdí a mí misma.</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Largo ha sido mi viaje, a través de un sendero tenebroso, sin una luz que me guiara, pues ya no podía verla en sus hermosos ojos. Febril ha sido mi empeño, intenso mi deseo, fluctuante mi fe. Por momentos pensé que los dioses me mostraban el camino, por momentos sentí que me habían abandonado. Mi corazón me decía que nunca hay que dejar de luchar por lo que se ama, que siempre hay que perseguir el sueño que nos mantiene con vida. Pero mi corazón fue tocado por la amargura, dañado por la indiferencia, quebrado por la traición, y perdí las fuerzas para seguir buscando. </span>Me detuve. Temerosa de pronto, envuelta en una gélida oscuridad. <span style="font-style: normal;">Perdida, rezando a los dioses, esperando que él viniera a mi encuentro y me sanara.</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Esperando. Sin moverme, esperando a la vera del camino, enferma, inerte. Dejé de buscar, me limité a esperar. No sucedió nada. Los dioses enmudecieron, la oscuridad me envolvió, tardé en comprender que mi inmovilidad había hecho que todo se detuviera a mi alrededor. </span></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> —Continúas buscando en el lugar equivocado.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> No me muevo. No giro la cabeza para buscar a la criatura que me acompaña desde hace ya algún tiempo. Al igual que el unicornio, Kylos no se deja ver fácilmente. Su voz parece proceder de todas partes, su aleteo me rodea, su risa me envuelve. Pero es tan diminuta que no sabré localizarla, no importa el empeño que le ponga. Podría mostrarse ante mí con un tamaño mayor, pero no quiere hacerlo. Tampoco se lo pido. Bastante honor me hace al quedarse a mi lado. Las Gudamin no gustan de alejarse de su hogar; y aunque disfrutan con la compañía de algunos dizseiim, no suelen prolongar sus encuentros con ellos. Por algún motivo que no me ha explicado, ha decidido acompañarme en mi viaje. Un trecho. No sé hasta cuándo. No quiero aventurar nada. No me hago preguntas. Hace mucho tiempo que no me siento viva.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Tampoco me importunan sus palabras. Es una criatura muy sabia. Y el sonido de su voz me reconforta. Ignoro si sabe hasta qué punto.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> —La búsqueda del unicornio es la búsqueda de uno mismo —dice, y siento una especie de caricia en un lado del rostro. Me gusta que haga eso. No quiere aumentar su tamaño para que pueda verla mejor, pero siempre me avisa de su presencia, primero me llega su voz, después me regala el roce de sus delicadas alas iridiscentes.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> Creo que sonrío, pero lo hago sin darme cuenta. Creo también que mi sonrisa es triste. Sí, todavía lo es. Aún siento un vacío en el pecho que me produce dolor. Aunque desde que Kylos está cerca, mi corazón ya no sangra. Y mis ojos ya no están cerrados. La Gudamin me ha ayudado a abrirlos. </div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; margin-bottom: 0cm;"> —Te estás perdiendo el ocaso.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Vuelvo a sonreír, todavía sin humor, pero ya sin pena. </span>Demasiado tiempo mis ojos han estado velados por una densa oscuridad que me impedía disfrutar de tan magnífico espectáculo. Ahora que de nuevo puedo ver, no estoy mirando al cielo. <span style="font-style: normal;">Sobre nuestras cabezas está teniendo lugar el encuentro entre Fsaira y Aeblir, pero mi atención se halla centrada en un punto más cercano. </span>Miro delante de mí, no puedo dejar de mirar la imponente figura que me devuelve la mirada, mientras me pregunto, admirada y llena de temor, qué quiere de mí, cuáles son sus intenciones; por qué no se aparta, o me ataca, o al menos deja de mirarme. O me habla.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Mientras me pregunto si mi búsqueda ha concluido, o si es el propósito de mi viaje lo que ha cambiado. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Acaricio las cuerdas de mi llaut. Las notas que le voy arrancando estos días no conforman una melodía, pero a mis dedos les agrada el contacto, y mi corazón reacciona con anhelo a cada una de esas notas sueltas. Deseo volver a oir el sonido de mi propia voz declamando la más hermosa de las laudanas que jamás se hayan escrito. Si pudiera, si tan sólo fuera capaz...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Si te atrevieras —Kylos vuelve a leer dentro de mí.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Si me atreviera. La Gudamin tiene razón, como de costumbre. He tardado en comprender que la oscuridad pudo tocarme porque mi temor se lo permitió. Sentía el corazón tan vacío, que lo llené de dudas, en lugar de llenarlo de esperanza. Pero Kylos me recordó que <i>En el principio era el Vacío</i>, y recitando los versos de la historia que tantas veces he narrado me abrió los ojos: <i>Pero las primeras estrellas no habían nacido todavía, y aún tardarían en aparecer, pues no era su destino ser creadas, sino que habrían de surgir del dolor y de la pérdida. </i><span style="font-style: normal;">La Oscuridad es real, no así los motivos que encontré para dudar. Si encontraba una nueva esperanza, si permitía que surgieran las estrellas, la oscuridad se retiraría. </span> </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Pero llevaba tanto tiempo buscando al unicornio... ¿Debía olvidar mi anhelo, inventarme una ilusión nueva que me devolviera la esperanza?</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i> </i><span style="font-style: normal;">—No tienes que renunciar a tu búsqueda —me dijo un día la Gudamin, con su voz semejante a campanillas de cristal—. Sólo debes empezar a mirar en el único lugar en el que aún no has buscado. Mira dentro de tu corazón.</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Y lo hice.</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Ahora sé que no perdí la voz, que elegí enmudecer. Escogí dudar, escogí temer, escogí morir. Me detuve, y el mundo se detuvo a mi alrededor. Nada pasó, tan sólo los días. Kylos me hizo comprender muchas cosas, me hizo ver que no hay decisiones irrevocables. Que podía elegir de nuevo. Volver a tener un sueño. Recuperar la esperanza. Creer en mí misma otra vez, crear música como en el pasado, ser de nuevo la mejor laudaner de Thèramon. Era mi decisión. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Podía elegir ponerme en pie, y eso fue lo que hice. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-style: normal;"> Deseé. Creí. Recé. Recuperé mi llaut y recité con ella:</span><i> De este modo el Vacío dejó de ser Berindei, la Nada Infinita, y desde ese momento fue llamado Viorel, que en la lengua de los heryshi significa Lleno de Vida.</i></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> <span style="font-style: normal;">Cuando di el primer paso, algo ocurrió. Algo que no había esperado.</span></div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Yo estaba buscando al unicornio... y encontré a un dragón en el camino.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Es al dragón a quien miro ahora, mientras los cielos arden y una Gudamin encantadora y diminuta me arrulla con su risa burbujeante al tiempo que me acaricia con sus alitas iridiscentes. Al dragón que me devuelve la mirada, inmóvil a apenas unos pasos de donde yo me encuentro.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Debería sentir miedo? —pregunto en voz baja, no sé si hablo con Kylos, con el dragón o conmigo misma.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El enorme dragón ladea la cabeza, sus ojos refulgen un instante con un fuego dorado, ésa es toda la respuesta que obtengo por su parte.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> La pequeña Gudamin ríe, campanillas llenando el silencio, revolotea junto a mi cabeza, todo su cuerpo despide destellos irisados.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Lo desconocido siempre causa miedo. Lo nuevo siempre asusta. Tú decides si echas a correr y vuelves a esconderte, o te acercas y te atreves a descubrir qué tratan de decirte los dioses al enviarte a uno de sus elegidos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Los dioses se divierten hablando con enigmas. Yo buscaba al unicornio. ¿Por qué encuentro a un dragón?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Los unicornios y los dragones son criaturas muy parecidas, Bema, ambos proceden de la misma fuente, ambos son hijos de los Primeros Dioses que moraron en Wad Ras. Los unicornios llevan la esencia de Ergin, y los dragones la de Enlil, los dioses hermanos, los Primeros Padres. No te extrañe lo que has encontrado, los dioses saben que es lo que estabas buscando. Pero recuerda que la búsqueda del unicornio es una búsqueda interior. No encontrarás al unicornio en otro lugar más que en tu corazón. Puede ser que ya lo hayas encontrado, y que tu unicornio interior haya invocado a este dragón, pues los dragones nacieron para amar y proteger a los unicornios, como bien sabes, dado que conoces mejor que nadie la Historia de Thèramon y sus orígenes.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Pero no todos los dragones son buenos. Algunos se dejaron seducir por el poder ponzoñoso de la Sombra.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Tú misma te has dejado arrastrar por la oscuridad de Skadûr, y eso no significa que tu corazón no sea puro.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Suspiro. Kylos tiene razón. Siempre la tiene.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y yo no puedo apartar mis ojos del dragón. No puedo decir a qué raza pertenece. Definitivamente, no es uno de los Sungë, los hermosos perlados que surcan los cielos sin alas, ni uno de los Kanzio, que se deslizan sobre la tierra sin patas, como gigantescas serpientes del color de los bosques ancestrales; tampoco uno de los Swann, que viven en las aguas, semejantes a enormes cisnes plateados. Su aspecto es imponente y casi amenazador, pero no es negro como los perversos Darok, que sirven al poder que busca la caída del unicornio, tampoco es de color rojo, como los Ygnos que moran en el Desierto de las Ilusiones y no sirven más que a sus propósitos; ni azul, como los fieros y compasivos Nyil, amigos de los Blaük Duneii. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Su aspecto me recuerda a los dorados Gwold, de los que mucho se habla y tan poco se sabe, porque hace muchas Eras que los Dragones Dorados desaparecieron sin dejar rastro. Aunque hay quien dice que los Gwold eran los descendientes directos de Halodan Sturgeon, el primer dragón que pisó Thèramon, el hermoso Blanco del que nacieron los primeros Baskonios.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Podría ser un Baskonio. Podría ser un auténtico Onii que haya elegido esta Apariencia para mostrarse ante mí, porque no desea mostrarme su verdadero aspecto. No lo sé. Me intriga. Quisiera descubrir qué hay detrás de lo que mis limitados ojos de dizseiim son capaces de ver.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Por qué no deja de mirarme?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Los dragones son sensibles a la belleza, Bema, y aman especialmente la música. Tú posees las dos cosas que podrían atraer a una criatura como ésta.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Te equivocas, Kylos, yo no soy hermosa...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Claro que lo eres. Posees una luz interior tan hermosa que es capaz de competir con la propia Ungetsu, ¿cómo no iba a adorarte ese dragón, que nació amando a la Luna Oculta?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —...Y tampoco puedo crear música, hace tiempo que lo intento, pero he olvidado cómo se hace.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Eres una laudaner, Bema, la mejor que ha dado esta Era. Hay música en tu voz, y en tus palabras. Cuando cantas laudanas ya existentes, cuando recitas historias ya escritas, cuando narras otras que vas creando sobre la marcha. Naciste con ese don, y no puedes deshacerte de él, como no puedes arrancarte el corazón voluntariamente. El corazón se rompe, pero nunca del todo. Y la voz se apaga, pero nunca para siempre. Ahora vuelves a sentir los latidos de tu corazón; del mismo modo, volverás a narrar las historias de Thèramon que tantos aman. Es tu destino.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Siento que algo está cambiando. Que el mundo que me rodea ha comenzado a moverse de nuevo. Mi decisión de levantarme y seguir caminando ha hecho que lo demás se mueva conmigo. Y el movimiento me ha traído algo que no había imaginado.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Miro al cielo un momento. Los amantes reunidos inician el camino de regreso hacia el horizonte oriental. La noche se despliega en silencio, pronto los más afortunados podrán volver a ver el rostro hermoso de la Luna Oculta. Pero no es el final de otro día, sino el comienzo de uno nuevo. Es la hora del amanecer.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y el dragón parece sonreír, como si supiera lo que estoy pensando. Supongo que lo sabe, los dragones tienen ese poder.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Es una criatura hermosa, como lo son todos los dragones. Es un enviado de los dioses, no puede ser de otro modo. Cierto que su tamaño me asusta. Pero su presencia me reconforta. El propósito de los dioses, lo desconozco. Y sin embargo, me hablan, y yo escucho. Los dioses no suelen darnos lo que queremos, pero sí lo que necesitamos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y algo está cambiando. A mi alrededor, también en mi interior.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Me asustan muchísimo los cambios, pero estoy aprendiendo a aceptarlos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y si los dioses hablan, es porque el momento se acerca. El momento de hacer realidad mis sueños. Y me pregunto si estoy preparada. Parece ser que los dioses piensan que sí.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Así que me siento más fuerte.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y miro al dragón con otros ojos. Y empiezo a acercarme a él. Con cautela, pero sin miedo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Lo que me aguarda más adelante, no me atrevo a aventurarlo. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Pero llevo mi llaut conmigo, y ¿sabes?, vuelvo a ser capaz de tocarlo. Y me gusta la música que surge de sus cuerdas. Mírame, soy una laudaner, y tengo muchas historias que contarte. </div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> No temas al dragón que me acompaña, yo ya no lo hago. Más bien agradece su presencia, porque me ha devuelto la voz.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> ¿Quieres ponerte cómodo? He venido a cantarte una laudana. Escucha, siente la música, déjate mecer por mi voz. La historia que vengo a contarte es la más hermosa que el mundo ha escuchado jamás.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Es la historia de Thèramon. Es mi historia. Y también es la tuya.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Y empieza aquí...”</div>Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-7332608111787805162012-08-08T19:44:00.000+02:002012-08-08T19:44:24.070+02:00¿Imposible regresar?<div style="text-align: justify;">Agosto. Todo el mundo parece estar de vacaciones. Todos menos yo. Y este año ha sido porque así lo he querido. Para un año que me toca coger mis quince días en el mes más solicitado, voy y decido que prefiero esperar a septiembre para desconectar del trabajo y quedarme en casa escribiendo. Porque soy optimista, y pretendo recuperar el ritmo a lo largo de este mes, y así aprovechar las vacaciones para avanzar en la escritura de Criatura de Fuego, Criatura de Luz.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Como ya te dije, la opinión de mi Lector Cero me ha ayudado a resolver las dudas que tenía. Dudas acerca de la prosa, y del ritmo narrativo. El capítulo en el que me quedé atascada ya no supone un problema, sé lo que tengo que corregir y cómo seguir, y lo que no sé lo sabe mi Musa, así que tampoco me preocupan los posibles giros argumentales. Siempre he escrito de esta manera: casi de forma automática, dejando que la historia se cuente por sí misma (¿dejando? jajaja, curiosa manera de decirlo, ya que no es cuestión de permitir, sino de aceptar), por lo que soy la primera en sorprenderme cuando leo lo que la propia historia me dice. Pero la prosa... ah, compañero, el tema de la prosa sí que me tiene preocupada. Porque te gusta lo que voy colgando en este blog, te gustan los relatos de Los Prados de las Fuentes Cristalinas, una historia que lleva diez años escrita, y es mucho lo que mi prosa ha cambiado desde entonces. ¿Evolucionado? Quiero pensar que sí. Es más musical, más hermosa, más poética, y menos ñoña. Lo que me estaba haciendo dudar era pensar que, si te gusta lo que lees aquí, quizás no te guste lo que leerás dentro de un tiempo; también que, si eres un lector exigente y no te entusiasma lo que ves ahora, quizás no tengas interés en descubrir lo que verás después. ¿Debería, pues, seguir trayéndote capítulos de esta vieja historia de Thèramon? ¿Me estoy haciendo una publicidad negativa, de cara al futuro?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">No temas, voy a seguir contándote esta historia. Pero debo advertirte: lo que me traigo entre manos ahora es mucho mejor. Pretendía decir que es infinitamente mejor, pero no quiero parecer demasiado pagada de mí misma. Al menos, no presumiré hasta que la nueva historia de Thèramon esté terminada.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Pero es buena, muy buena...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Sobre el ritmo narrativo te hablaré en otro momento. Hace días que no lees nada sobre Silenia, y no quiero tenerte esperando más tiempo. He titulado la entrada de hoy ¿Imposible regresar? porque este fragmento de la historia empezó con una pregunta: ¿Imposible escaparse? La aventura de Silenia no termina en el relato de hoy, de hecho, he vuelto a cortar el capítulo porque de nuevo era demasiado extenso. Ahora estoy pensando en Ana, y en lo que hablamos hace unos días acerca de la diferencia entre extenso y largo. Cuando no pasa nada, cuando no hay acción, el relato se hace largo (lo que en mi idioma equivale a aburrido), mientras que cuando empiezan a pasar cosas, no importa cuántas páginas ocupe lo que estás leyendo, porque disfrutas con lo que lees.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Como en la vida.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Cuando no hay novedades, cuando cada día es igual al anterior, cuando no ocurre nada que te haga mirar al futuro con esperanzas renovadas, la espera se eterniza, y pierdes los ánimos, y pierdes la fe. Te aburres, te cansas, te desesperas. Te preguntas si merece la pena soñar, desear, esperar. Amar y creer. Un día miras hacia atrás y te das cuenta de que has perdido meses de tu vida, ¡se te han hecho tan largos, tan duros! Pero de pronto te parece que han pasado en un suspiro. Los has perdido. No has aprovechado el tiempo. Y aunque no ha pasado nada, muchas cosas han cambiado. Lo único que no ha cambiado es lo que tú sientes. Y te preguntas si será posible recuperar lo que tenías, lo que tanto amabas. ¿Imposible regresar a ese lugar en el que has sido feliz? Empiezo a creer que la única forma de regresar es seguir caminando, no mirando hacia el pasado sino hacia el futuro, creyendo que lo encontrarás más adelante en el camino. Y eso es lo que estoy haciendo, no está siendo fácil, pero mi fe sigue intacta, y también mi amor. Es hora de mirar hacia delante, de seguir escribiendo la historia que quedó interrumpida, de hacerla crecer, de hacerla realidad. De creer que todos los sueños se cumplen, incluso cuando parece que esos sueños se han hecho pedazos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Llámame tonta, pero amo y creo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Todavía. Siempre.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Perdona si soy insistente, pero de nuevo te pido que, si te gusta lo que has leído, dejes tu comentario. Me ayudas, ya sabes.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Me pregunto si hay alguien que no esté de vacaciones. Si hay alguien que vendrá a leer el capítulo de hoy.</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">Bueno, qué demonios, me apetecía compartirlo. Puede que sí haya alguien, puede que vengas tú.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">***********<br />
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<div style="margin-bottom: 0cm;">© Bea Magaña (Reservados todos los derechos)</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: 0cm;">Sombras y Notas (IV)</div><div style="margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">"Supo, antes de mirarle, que ese muchacho no era Eugene, y tampoco alguien a quien ella conociera. Supo también, o más bien lo creyó, que éste, fuera quien fuese, no era peligroso como la anciana. Se lo dijeron el sonido del viento y el sonido del agua, mezclados con el de su propio corazón conformaban una melodía tranquilizadora. Silenia se relajó.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Cuando miró al muchacho, le vio sonreír.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Ha ido por poco —susurró él, medio sofocado aún por la carrera; la miraba con una sonrisa amistosa y un poco traviesa—. Si los dragones no me hubieran avisado, esa bruja se te habría comido ahí mismo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia ahogó una exclamación.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Habéis visto a los dragones? —preguntó, al borde del colapso.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho rió. Su risa era franca, sana, y no había en ella rastro de maldad.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Pues claro, vengo a verlos a menudo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia miró a sus espaldas; allí estaba el Estanque, en completa calma. Delante de ella, una desierta oscuridad. La ciudad había quedado muy atrás. La noche avanzaba rápida. El muchacho se había recostado contra el tronco del único árbol que Silenia había visto desde que llegara al límite de las Colonias.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Dónde...? —preguntó, señalando el agua—. ¿Dónde están?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho se encogió de hombros.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Se han marchado —dijo—. A dormir, tal vez. Quién sabe. Lo que es seguro es que ya no volverán, no esta noche.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Cómo lo sabéis?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Porque sólo asoman una vez. Cuando deciden marcharse, no hay nada que les haga volver. A menos que alguien los llame, claro. Pero yo no conozco la manera de llamarles.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia se dejó caer sobre el suelo, abatida. Sintió el escozor de las lágrimas y luchó por contenerlas. El muchacho se apartó del árbol y se acuclilló junto a ella. El estilete llamó su atención y se lo arrebató para admirarlo a la luz de las estrellas.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Así que vienes de los castillos, y quizás éste es tu primer paseo por el pueblo de los rufianes. Ésta es un arma de aprendiz, ¿vas a ser soldado?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Cuando Silenia alzó la cabeza para mirarle, la lira mágica brilló entre su pelo. El muchacho frunció el ceño.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Espera, ¿qué clase de soldado, por muy noble que sea, llevaría un pasador de brillantes en el pelo, como una chica?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia se llevó una mano a la cabeza y advirtió su descuido. Se ruborizó.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho se acercó más, tanto que la princesa pudo sentir su aliento en la cara. Se apartó de él, sobresaltada. Le oyó reír.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¡Por los dioses! Eres una chica, y no un soldado. Y pareces muy joven —se sentó en el suelo, frente a ella—. ¿Se puede saber cómo has llegado hasta aquí? Este lugar no es seguro para una muchacha, y queda muy lejos de los castillos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Aquéllas habían sido casi las palabras que pronunciara la bruja varios metros atrás. Silenia se puso tensa. Se dio cuenta de que era una niña indefensa hablando con un desconocido. Y él tenía el estilete en sus manos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Por qué habría de responderos? —preguntó, a la defensiva.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho se tomó un minuto para pensar una respuesta.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Porque yo no te pediré nada a cambio de esa información —se le ocurrió. Le devolvió el arma—, ni por escoltarte hasta el castillo del que te has escapado, si es que tienes intención de regresar. Pero eso no podrá ser hasta el amanecer, y la noche es fría, y hablar es una forma tan buena como cualquier otra de pasar el tiempo y olvidar el frío que hace.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia apretó los labios. No podía confesarle a nadie la existencia de la puerta secreta. Tampoco podía confesar los motivos que la habían llevado hasta ese lugar. Aunque su corazón le decía que podía confiar en ese muchacho, no podía hablar abiertamente con él. Había hecho una promesa.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Él resopló, más divertido que molesto ante su silencio.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Oh, vamos, tengo curiosidad. ¿Cómo has conseguido fugarte y burlar a la Guardia?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia bajó los ojos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No me he fugado —dijo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Pero enseguida sacudió la cabeza. Sí lo había hecho. Furtiva como un ladrón en la oscuridad. Y todo para nada. Los dragones no volverían esa noche, y el amanecer quedaba peligrosamente cerca.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —De acuerdo, no te has fugado —aceptó el muchacho—. Y tampoco deseas volver. ¿Has decidido marcharte lejos, recorrer el mundo y vivir grandes aventuras? Me parece que eres muy joven para eso. No creo que estés preparada para salir a recorrer el mundo tú sola.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Si quisiera partir lejos de Minroq Dalnu, no iría sola —replicó Silenia con cierto aire de suficiencia—. Mi hermano Eugene me acompañaría. Y no importaría nuestra edad, señor, porque ni él ni yo tenemos miedo a lo desconocido. No, no tengo intención de abandonar el país esta noche. Y sí deseo volver al castillo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —En ese caso, te acompañaré por la mañana —se ofreció el muchacho, divertido—.Hasta entonces, dime...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No necesito vuestra compañía, señor.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho sonrió.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Dime, ¿dónde has pensado pasar la noche? —continuó, ignorando su postura altiva y su falsa seguridad en sí misma—. La aldea más próxima queda a varias leguas, y no encontrarás hospedaje en las Colonias. Me gustaría ofrecerte mi casa...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia no tenía intención de pasar la noche fuera del castillo. Así se lo dijo. Se dio cuenta de que a la noche le quedaba muy poco tiempo. Se puso en pie.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —...Pero me temo que no tengo ningún lugar donde pueda alojarte.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No me habéis escuchado. No sé por qué sigo hablando con vos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Hablas con altanería, te das aires de princesa —continuó hablando el muchacho; ella se había girado y parecía dispuesta a marcharse—. ¿Lo eres? Nunca he conocido a una princesa de verdad.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia se volvió a mirarle, pero no le respondió.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Seguramente te has asustado mucho al ver a esa vieja —intentó el muchacho entablar conversación con ella. No quería que se fuera—, pero ahora estás a salvo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> La princesa no tenía motivos para desconfiar de ese desconocido. Sin embargo, tenía poco tiempo, y no podía perderlo hablando con él.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Tengo que irme —dijo. Pero no se movió de donde estaba.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho la vio dudar.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Tienes hambre?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Ella volvió a mirarle, esta vez con el ceño levemente fruncido. El muchacho había sacado una manzana de su morral. Se la tendió.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Es todo lo que puedo ofrecerte —dijo con humildad—. Algo de fruta. Y mi pelliza, para abrigarte del frío de la noche. No importa si eres una princesa o no, debes de tener frío como una muchacha normal. Mi pelliza es vieja, pero está limpia.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia se sintió conmovida por su amabilidad. Miró una vez más hacia la oscuridad, se dijo que no sabría regresar, se giró hacia el muchacho y vi que éste se había quitado la pelliza y se la ofrecía con una sonrisa gentil y sincera. Aquel gesto era todo lo contrario al tratamiento que había recibido por parte de la vieja bruja. Tendió la mano y aceptó la manzana, y después se sentó frente a él y le miró a los ojos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Sería descortés rechazar vuestro ofrecimiento después de que me habéis salvado de la bruja —dijo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho sonrió, y la cubrió con su abrigo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia mordió la manzana, y vio que él hacía lo mismo con otra que tenía en la mano. Y se dijo que era la primera vez que hablaba con un plebeyo, que estaba compartiendo una comida con él, y que ni siquiera se había presentado.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Soy Silenia —le dijo—, hija de Cornell. Tengo once años y soy aprendiz de soldado.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Vio una expresión de cómica extrañeza en el rostro del muchacho y decidió preguntarle su nombre más tarde.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Casi —se corrigió, y le explicó—: en realidad no puedo ser soldado porque no soy un varón, pero entreno cada día con mi hermano Eugene, quien pronto será admitido en el ejército en calidad de aprendiz de Caballero.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Se dijo que, ya que había empezado a hablar, podía continuar respondiendo a sus preguntas.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Me he escapado para ver a los Dragones Plateados, pero no puedo deciros el motivo, y debo...</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Por qué no?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia no estaba acostumbrada a que la interrumpieran, pero no podía enfadarse con el muchacho por su descortesía cuando le veía sonreír de aquel modo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Hice una promesa —dijo, simplemente.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Me parece justo —asintió él—. Las promesas son sagradas, y deben cumplirse, así como respetarse. No te preguntaré el motivo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia se lo agradeció con una sonrisa y una leve inclinación de la cabeza. Pensó que ese muchacho debía de haber nacido con una sonrisa, puesto que no la perdía ni un instante. Luego su propia sonrisa se apagó, y su expresión se tornó seria y preocupada.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Mi fuga ha sido en vano, si es cierto lo que habéis dicho y los dragones no volverán esta noche —dijo con pesar—. Temo que el alba me encuentre fuera de las murallas de la ciudad. Si mi aya entra en mi habitación y no me ve dormida en mi cama, me meteré en un buen lío. Debo regresar cuanto antes, pero no sé dónde estoy. Me habéis traído a una zona extraña y sin duda muy alejada. ¿Cómo daré con la puerta...?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —A la luz del día verías que ni es extraña ni está alejada —dijo el muchacho, al tiempo que escarbaba en la tierra húmeda con aire distraído—. El castillo de Cornell se halla al norte de aquí, a unos treinta minutos a buen paso. Te acompañaría gustoso, pero las puertas de la ciudad están cerradas hasta el amanecer. Deberías saberlo, princesa. No podrás volver esta noche.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Sí podré —insistió Silenia—. Aún tengo tiempo. Si mi aya despierta y no me encuentra en mi habitación, no dará la voz de alarma enseguida. Pensará que estoy haciendo alguna travesura, y me buscará por todo el castillo antes de avisar a la Guardia. No tienen por qué descubrirme. Pero debo darme prisa. Estoy perdiendo un tiempo precioso hablando con vos.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —El problema no es el tiempo, princesa —suspiró el muchacho. Miró el agujero que había hecho en el suelo y depositó el corazón de su manzana en él—. Verás, si te llevo hasta la Puerta Este ahora, pueden pasar dos cosas: que los soldados de la Guardia no te reconozcan y nos echen de allí, lo cual no sería del todo malo; o bien que sí te reconozcan, lo que sería terrible. Pensarían que te he secuestrado, me detendrían para interrogarme, tu padre sabría que te has escapado y te castigaría. Ambos nos meteríamos en un lío.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Tapó el agujero con las manos y volvió a mirar a la niña.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No es que por el día fueran a mejorar las cosas, claro —añadió—. Tu padre se enteraría igualmente. Pero podrías llegar hasta la Sección Mersha pasando desapercibida, y nadie sabría que has salido de la ciudad. Sea como sea, estás metida en un lío. ¿Ha merecido la pena llegar hasta aquí?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No comprendéis nada. Pretendo entrar por el mismo lugar por el que he salido, y no es ninguna de las puertas de la ciudad. Nadie me ha visto salir, y no me verán cuando entre. Sólo necesito saber dónde me encuentro, así podré orientarme y dar con la puerta secreta —los ojos de Silenia ardían—. Debía venir a Mitrali Güae y ver a los dragones. Incluso si me descubrieran y me castigaran, señor, habría merecido la pena mi aventura, aunque haya sido en vano, pues sé cómo volver a salir y sé que puedo llegar hasta este lugar de nuevo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —De acuerdo —dijo el muchacho—, no es necesario que te enfades conmigo. Dime dónde está esa puerta y te llevaré hasta ella.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia le observó durante unos segundos. Por fin, movió la cabeza.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Debo llegar al castillo del rey Narob. Una vez allí, sabré encontrarla por mí misma.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —El castillo del rey Narob —repitió el muchacho. Si le extrañó esa información, no la cuestionó—. Sígueme, entonces.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El camino que a ella le había llevado casi media noche recorrer les llevó poco más de media hora desandar juntos. Cuando llegaron al arbusto que Silenia había visto al salir por la puerta, le pidió que se detuviera.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Es aquí? —se extrañó el muchacho.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Por aquí he salido —asintió ella.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> La puerta estaba oculta. Ella no la había dejado así. Debía de tratarse de una puerta mágica, si se había fusionado con el paisaje y había dejado de parecer una puerta. Cuando por fin la localizó, descubrió que no podía abrirla. El muchacho se acercó para ayudarla, pero entre los dos no fueron capaces de moverla. Silenia se dejó caer sobre el suelo, desconsolada. Si se trataba de una puerta mágica, ésta sólo se podía abrir desde el interior. El alba se aproximaba. Pronto podría distinguir las murallas de la ciudad. Sintió que se le agolpaban las lágrimas.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho se acuclilló junto a ella.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿No podrás entrar por aquí?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Ella movió la cabeza.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Entonces tendrás que escalar la muralla. Rápido, ven conmigo. Si empieza a clarear nos descubrirán.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia le siguió a su pesar, porque él había vuelto a cogerla de la mano y la arrastró tras de sí. El muchacho la llevó hasta la muralla, se detuvo al borde del foso y miró hacia arriba. La princesa se fijó en las aguas oscuras y pensó en los peces comedores de carne.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No podremos cruzar a nado —dijo con voz apagada—. Ni escalar la muralla. No llegaré a tiempo.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Entonces miró hacia arriba y descubrió que ni siquiera estaban delante del castillo de Cornell. La torre casi derruida que se veía sobre sus cabezas pertenecía a la Sección Angor.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho metió la mano en su morral de cuero sin curtir y sacó lo que parecía una cuerda muy larga y delgada.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Llegarás, si confías en mí —prometió.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Sacó de la bolsa un objeto que tenía un brillo apagado y lo anudó a la cuerda con movimientos rápidos y diestros. Comprobó que no se soltara. Miró a la niña.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —No te rindas ahora, Silenia, hija de Cornell. Vamos a entrar en la ciudad, y llegaremos a tu castillo a tiempo. No descubrirán tu huida. Confía en mí.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia alzó la cabeza.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Pero, ¿cómo...?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> El muchacho sonreía.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —¿Confías en mí, princesa?</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> Silenia le miró fijamente. No tenía motivos para no hacerlo. Desde que le conociera, él no había hecho otra cosa que tratar de ayudarla. Y aunque ignoraba lo que pretendía hacer, él era su única oportunidad. Movió la cabeza para decir que sí. La sonrisa del muchacho se intensificó. Ella sonrió a su vez.</div><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"> —Y que los dioses nos sean benévolos —dijo."</div></div><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;"><span class="Apple-style-span" style="color: #eeeeee; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><span class="Apple-style-span" style="color: white;"> </span></div>Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-61407891689167622332012-08-01T21:21:00.000+02:002012-08-01T21:21:08.021+02:00Aullido y Opinión<div style="text-align: justify;">
Hace unas semanas os traje una noticia que me había animado y emocionado a partes iguales: los compañeros del Proyecto Lupus In Fabula habían estrenado sección, ¿recordáis?, y mi fan-fic de El Silmarillion había sido elegido para inaugurarla.</div>
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Entonces os dije: alienta que hablen de una, que crean en su trabajo, que la apoyen.</div>
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También dije, casi a gritos: Gracias por este aullido, LIF!!!</div>
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Hoy, los lobos aúllan de nuevo. Aúllan mi nombre. Y los comentarios que he leído en la entrada que LIF me ha dedicado me han dejado sin palabras. Tanto, que llevo quince minutos tecleando y borrando, intentando escribir una entrada que debería ser tan sencilla como: os dejo el enlace, disfrutad con las respuestas y los fragmentos de Thèramon, yo disfruté respondiendo el cuestionario y me las vi negras para elegir un único texto que ilustrara lo que Thèramon representa, así que le envié a Abel Murillo tres textos, confiando en que él sabría hacer la elección que yo era incapaz de realizar, ¿y sabéis qué? Pues que Abel incluyó los tres, no sé si porque todos ellos le parecieron hermosos o si es que le resultó tan difícil como a mí quedarse con uno solo. </div>
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Pinchad en la foto, es el enlace:</div>
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<a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html?showComment=1343844085522#c7799167305472083058"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXY0dSGGnMCz8KFj-Worbnsgc3sDZ37A_o22WfEEplN7jWKKd8lMPwxQsYYMbO3OLms8hSyN2LhQKjVkm3XFO-rjETHBEdw58E20AIOheaJN3RkkoeC3w5VF75AqH_Ja-woUkCCz9JdgU/s200/561896_374418575935431_1397977708_n.jpg" width="200" /></a></div>
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GRACIAS DE NUEVO, LIF!!!</div>
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Hoy es un día doblemente especial. Veréis, tengo que hablaros de <i>Criatura de Fuego, Criatura de Luz</i>, de la evolución de la prosa (la mía) y de las dudas que he tenido durante mucho tiempo acerca de esta historia en particular. Aunque de esto os hablaré en otra ocasión, porque ya sabéis que lo mío no es hacer resúmenes, y hoy no quiero robarle protagonismo a <a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html?showComment=1343844085522#c7799167305472083058">Lupus In Fabula</a>, ya que ellos son los protagonistas de la entrada de esta tarde.</div>
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Acerca de esas dudas, se me ocurrió buscar un Lector 0, alguien que leyera lo que llevo escrito de esa historia y me diera una opinión objetiva, a poder ser alguien que no sea lector habitual de literatura fantástica, que me aprecie lo suficiente como para ser sincero pero no tanto como para dejarse llevar por los sentimientos y alabar mi trabajo sin atreverse a criticarlo. Y encontré a uno. Al mejor, creo. Un buen escritor, al que llamo amigo, al que admiro y aprecio, al que respeto y en el que confío, porque hace mucho tiempo que me mostró su confianza dejándome leer su obra inédita, permitiéndome corregirle y aceptando mi opinión y mis sugerencias; un hombre serio, amante de la lectura, de la buena prosa, que no ha llegado a leerse El Señor de los Anillos, y que por sus gustos literarios ni siquiera debería haber mostrado curiosidad por Thèramon desde los comienzos de este blog. Sí, he sido muy afortunada al poder contar con su ayuda. Su opinión es la más objetiva que he recibido hasta ahora, y la que más me ha ayudado a resolver esas dudas.</div>
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Por eso hoy estoy tan animada.</div>
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Por eso Antonio es el segundo protagonista de esta entrada.</div>
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Debería limitarme a poner el enlace para que podáis llegar al blog de LIF y leer la encuesta. </div>
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Pero soy una ñoña sentimental, ya lo sabéis, y actúo con el corazón más que con la cabeza.</div>
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Así que, con el permiso de Abel y de Mara (no se lo he pedido, se lo pido aquí y ahora), voy a traeros los comentarios que he leído esta tarde en su blog. Porque me han emocionado. Y porque ese tipo de comentarios son los que me alientan a seguir haciendo crecer Thèramon.</div>
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Gracias por vuestras palabras, compañeros de viaje.</div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 13px; line-height: 19px;"></span></div>
<h4 style="color: #333333; font-family: Arial, Tahoma; font-weight: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 5px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
comentarios:</h4>
<div class="comments-content" style="margin-bottom: 16px;">
<div id="comment-holder">
<div id="bc_0_6C" kind="c">
<div id="bc_0_6CT">
<div class="comment-thread" id="bc_0_5T" kind="r" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 8px;" t="0" u="0">
<ol id="bc_0_5TB" style="list-style-type: none; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left;">
<li class="comment" id="bc_0_0B" kind="b" style="margin-bottom: 16px; padding-bottom: 8px; padding-top: 16px;"><div class="avatar-image-container" style="border-bottom-color: rgb(207, 207, 207); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-left-color: rgb(207, 207, 207); border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: rgb(207, 207, 207); border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-top-color: rgb(207, 207, 207); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; float: left; height: 32px; max-height: 36px; overflow-x: hidden; overflow-y: hidden; padding-bottom: 3px; padding-left: 3px; padding-right: 3px; padding-top: 3px; width: 36px;">
<img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqT1GCUskHy2BcC8wtjTL6D0ZEzC4oSYHztp54eMRxYT3Mkjy888rOjCVmaWHkjWm8hEsBfH3NBxofXnkuiwHr6gIQ0a-Y8jBQvnhZ5pLc4E83htUQNB8MGipJPn0zmwqIPOfS_hofR0c0/s45/Jenny_Dolfen_-_Kinslayer.jpg" style="cursor: move; height: 32px; max-width: 36px; width: 32px;" /></div>
<div class="comment-block" id="c7018851523148187824" style="margin-left: 48px; position: relative;">
<div class="comment-header" id="bc_0_0M" kind="m" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<cite class="user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"><a href="http://www.blogger.com/profile/15070797208757079511" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">Sergio Sánchez</a></cite><span class="icon user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"></span><span class="datetime secondary-text" style="margin-left: 6px;"><a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html?showComment=1343818256505#c7018851523148187824" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">1 de agosto de 2012 12:50</a></span></div>
<div class="comment-content" id="bc_0_0MC" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Verdaderamente, Bea Magaña es una artista a tener en cuenta. He tenido la suerte de conocerla cibernéticamente hace un tiempo y de conocer su mágico mundo Thèramon y estoy seguro que poco a poco será siendo conocida. Lo que me gusta de este mundo, Thèramon, es la gran personalidad y carga literaria que posee, ¡es como si este mundo estuviera lleno de tesoros incalculables! Saludos</div>
<span class="comment-actions secondary-text" id="bc_0_0MN" kind="m"><a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html" kind="i" o="r" style="color: #330066; padding-right: 5px; padding-top: 5px; text-decoration: none;" target="_self">Responder</a></span></div>
<div class="comment-replies" id="bc_0_0BR" style="margin-left: 36px; margin-top: 1em;">
</div>
<div class="comment-replybox-single" id="bc_0_0B_box" style="margin-left: 48px; margin-top: 5px;">
</div>
</li>
<li class="comment" id="bc_0_1B" kind="b" style="margin-bottom: 16px; padding-bottom: 8px;"><div class="avatar-image-container" style="border-bottom-color: rgb(207, 207, 207); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-left-color: rgb(207, 207, 207); border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: rgb(207, 207, 207); border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-top-color: rgb(207, 207, 207); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; float: left; height: 32px; max-height: 36px; overflow-x: hidden; overflow-y: hidden; padding-bottom: 3px; padding-left: 3px; padding-right: 3px; padding-top: 3px; width: 36px;">
<img src="http://lh5.googleusercontent.com/-1sPhH8-bd80/AAAAAAAAAAI/AAAAAAAAADU/v5r1Bz2JPyw/s512-c/photo.jpg" style="cursor: move; height: 32px; max-width: 36px; width: 32px;" /></div>
<div class="comment-block" id="c1477114789304808387" style="margin-left: 48px; position: relative;">
<div class="comment-header" id="bc_0_1M" kind="m" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<cite class="user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"><a href="http://www.blogger.com/profile/18102984078943487971" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">Pat Casalà</a></cite><span class="icon user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"></span><span class="datetime secondary-text" style="margin-left: 6px;"><a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html?showComment=1343843769287#c1477114789304808387" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">1 de agosto de 2012 19:56</a></span></div>
<div class="comment-content" id="bc_0_1MC" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
¡Una grandísima escritora y una maravillosa persona!!! ¡Gracias por acercárnosla un poquito más!!! ¡Besos!!!</div>
<span class="comment-actions secondary-text" id="bc_0_1MN" kind="m"><a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html" kind="i" o="r" style="color: #330066; padding-right: 5px; padding-top: 5px; text-decoration: none;" target="_self">Responder</a></span></div>
<div class="comment-replies" id="bc_0_1BR" style="margin-left: 36px; margin-top: 1em;">
</div>
<div class="comment-replybox-single" id="bc_0_1B_box" style="margin-left: 48px; margin-top: 5px;">
</div>
</li>
<li class="comment" id="bc_0_2B" kind="b" style="margin-bottom: 16px; padding-bottom: 8px;"><div class="avatar-image-container" style="border-bottom-color: rgb(207, 207, 207); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; border-left-color: rgb(207, 207, 207); border-left-style: solid; border-left-width: 1px; border-right-color: rgb(207, 207, 207); border-right-style: solid; border-right-width: 1px; border-top-color: rgb(207, 207, 207); border-top-style: solid; border-top-width: 1px; float: left; height: 32px; max-height: 36px; overflow-x: hidden; overflow-y: hidden; padding-bottom: 3px; padding-left: 3px; padding-right: 3px; padding-top: 3px; width: 36px;">
<img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMm4Zyi8WMQ5oC4TtzT69cmkLZ0h0ZeeUe2gynkdhQFAMp8259zt3mK8lQBQ-iLXXTgqTrmhPSo5nttbcM0FAICIe3SFB_Ahjc6nqJmCLKG0pA-uiqEV2KfzRqjxLfN6p-hpwimNBSBS8Q/s45/perfiltw_reasonably_small.jpg" style="cursor: move; height: 32px; max-width: 36px; width: 32px;" /></div>
<div class="comment-block" id="c7709849879972591409" style="margin-left: 48px; position: relative;">
<div class="comment-header" id="bc_0_2M" kind="m" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<cite class="user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"><a href="http://www.blogger.com/profile/17682650646900960477" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">Antonio Jareño</a></cite><span class="icon user" style="font-style: normal; font-weight: bold;"></span><span class="datetime secondary-text" style="margin-left: 6px;"><a href="http://www.lupusinfabula.es/2012/08/talentos-ocultos-bea-magana.html?showComment=1343843871893#c7709849879972591409" rel="nofollow" style="color: #330066; text-decoration: none;">1 de agosto de 2012 19:57</a></span></div>
<div class="comment-content" id="bc_0_2MC" style="margin-bottom: 8px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
En efecto, Bea Magaña es dueña de una de las prosas más evocadoras y poéticas de la fantasía española. Con ella ha creado un mundo particular y mágico, un verdadero lujo por descubrir.</div>
</div>
</li>
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</div>
</div>
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*_*</div>
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Ésta es la cara que se me ha quedado al leerlos. Gracias, gracias, tres veces gracias!!!</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ah, y para los que sentis curiosidad por saber quién es el desconocido que rescató a Silenia de las garras de la "bruja", deciros que esta semana os dejaré la continuación del capítulo. No lo he subido todavía porque tenía una promesa que cumplir. La corrección está terminada, ahora ya puedo quitarme el supertraje de correctora y ponerme con mi propia novela. </div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo mucho trabajo por delante... Pero ahora ya estoy preparada para hacerlo. ¡Y qué ganas tengo, por todos los dioses!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, Tahoma, Verdana; font-size: 13px; line-height: 19px;"></span></div>
<ol id="bc_0_5TB" style="list-style-type: none; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px; text-align: left;">
<li class="comment" id="bc_0_0B" kind="b" style="margin-bottom: 16px; padding-bottom: 8px; padding-top: 16px;"><h4 style="color: #333333; font-family: Arial, Tahoma; font-weight: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; padding-bottom: 5px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px;">
<br /></h4>
<b><br /></b></li>
</ol>Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-83025930002913231182012-07-24T18:22:00.001+02:002012-07-24T18:22:34.307+02:00Más cerca de los dragones<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hoy voy a ser breve,
porque el capítulo con el que continúa la aventura de Silenia es un
pelín largo y no me ha parecido oportuno dividirlo en dos, como he
hecho otras veces. Lo cierto es que no había por dónde cortarlo, me
arriesgaba a dejar dos relatos incompletos y a que esta parte de la
historia perdiera su encanto y su intriga. Pero tengo que explicar un
par de cosas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sobre Räel Polita:
alguna vez he comentado que la Ciudad de los Reyes se formó a partir
de la unión de las cinco ciudades más grandes de Minroq Dalnu, cada
una de ellas gobernada por un rey. Al unirse en una, las distintas
ciudades pasaron a convertirse en Secciones de la ciudad más grande.
Hoy os las presento:</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Habai, cuyo rey actual es
Gidean; Mersha, la ciudad de Cornell; Anatur, regida por Charm;
Ontaar, gobernada por Narob; y Angor, que en la Era de Sanaa, cuando
tiene lugar la historia que se cuenta en Los Prados de las Fuentes
Cristalinas, carece de rey, aunque muchos aseguran que su castillo
continúa habitado por el espectro del difunto monarca, de ahí que a
la Sección Angor se la llame Sección Espectral.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sobre los Dragones
Plateados: hace algunas Eras moraban en los picos helados de Boreade
Nesst, las Montañas Próximas. Pero durante una de las grandes
guerras fueron expulsados de su hogar y buscaron refugio en Mitrali
Güae, el Estanque donde desemboca el Boreagü, río que nace
precisamente en las Montañas Próximas.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El Estanque de Plata está
protegido por los reyes de la Ciudad de Plata, y es Gidean el
encargado de velar por el bienestar de los Dragones Cisne. Pero no se
encuentra dentro de las murallas de Räel Polita, sino en las
afueras. Junto a su orilla se alzan las Colonias de los Plateros,
quienes se encargan de extraer la valiosa plata que producen los
dragones y de darle forma antes de que sea llevada a la ciudad.
Silenia, que no ha salido jamás de su castillo (excepto para visitar
los otros castillos, y eso ha sido andando a lo largo del Camino de
Ronda, por encima de los muros de la ciudad, o recorriendo el
Laberinto Subterráneo) supone que las Colonias de los Plateros son
un lugar seguro y custodiado por Guardias, dado el trabajo que se
realiza en ese lugar y los tesoros que en él se guardan. No imagina
que pueda haber ladrones en Räel Polita, no se ha encontrado nunca
con la pobreza, con la necesidad, con la codicia, no se ha planteado
todavía que en una ciudad tan pacífica y próspera como la suya
puedan existir personas malvadas.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sobre Lummenii-a-Llaut,
el Arpa de Luz que pertenece a Ariiama: la Dama del Lago se lo
entregó a la princesa, pero a la niña no le quedó claro si fue un
regalo o un préstamo. Así que lo guarda como el valioso tesoro que
es pero no lo considera suyo. Sin embargo, le pertenece, al menos
durante el tiempo que lo lleve encima, pues lo hizo suyo cuando le
dio un nombre. Dale un nombre, y verás su aspecto, le dijo la
Sirena. Y lo que parecía un pasador para el cabello, o un broche
para la ropa, adoptó su verdadera forma cuando Silenia lo nombró:
Lálya, así fue como llamó a Miussaura.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Con esto, ya puedes
seguir mejor el capítulo de hoy.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Dioses, no tengo remedio.
Intento ser breve y siempre acabo escribiendo más de la cuenta.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Espero que esta
explicación no te haya aburrido demasiado. El relato va un poco más
abajo. Me gustaría que lo leyeras. Y que dejaras tu opinión. Si
quieres más, debes decírmelo. No permitas que me vuelvan a asaltar
las dudas, no ahora que he vuelto y que la Musa está dispuesta a
darnos una historia completa.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Y recuerda: ama y cree.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Yo lo hago.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
***********<br />
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
(c)Bea Magaña.
(Reservados todos los derechos)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Sombras y Notas (III)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
"A sus once años era una
niña alta y delgada que sabía moverse con agilidad y había
aprendido a confundirse con las sombras. Vestida con las ropas de
muchacho que solía usar cuando jugaba a los soldados con Eugene, y
armada con el estilete de entrenamiento que le había sustraído a su
hermano, cruzó la puerta con sigilo y miró hacia arriba. Tenía
algo más de seis horas hasta el amanecer. Distinguió una torre alta
custodiada por dos torres más bajas delante de ella y se le escapó
un bufido de consternación. Miró a sus espaldas y distinguió las
negras aguas del foso y los muros del castillo del Espectro. Había
salido al exterior en algún punto entre el castillo abandonado y el
del rey Narob, demasiado lejos de Mitrali Güae. Debería correr
hacia el este hasta localizar el castillo de Gidean y dirigirse desde
allí hacia el sur entre las colonias de los plateros.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Al menos no tendré
que cruzar el foso a nado —se dijo, tratando de darse ánimos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Después de asegurarse
de que podría encontrar la puerta secreta a su regreso, echó a
correr entre árboles y arbustos, sigilosa como un gato y veloz como
un caballo. Se mantuvo prudentemente alejada del foso y de las
garitas de la Guardia, y procuró no perder la dirección sureste en
ningún momento. Debía encontrar el estanque y a los dragones y
regresar antes del primer amanecer si no quería ser descubierta.
Mientras corría, rezaba a los dioses para que el aya no se
despertara y se acercara a su cama vacía, si la anciana no la
hallaba dormida y a salvo, daría la voz de alarma y se armaría un
buen jaleo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Dejó atrás la silueta
de la torre esbelta y maciza del castillo de Narob y continuó
corriendo. Más adelante, avistó a lo lejos la torre ancha que
terminaba en un tejado puntiagudo del castillo de Gidean, pero para
entonces ya se había distanciado mucho de la ciudad. Antorchas
dispersas y algún fuego encendido marcaban el emplazamiento de las
Colonias. Corrió hacia el sur. El tiempo corría también, pero no
tan veloz. La luna se desplazaba por el cielo con parsimonia.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Las Colonias de los
obreros de la plata eran una sucesión de casuchas diseminadas cerca
de las orillas del Estanque, que era tan ancho que desde las márgenes
occidentales no se podía distinguir su límite oriental. Los
dragones podían hallarse en cualquier parte. Y Silenia ignoraba si
habría guardias vigilando las Colonias, pues en aquellas casas y
talleres se almacenaba la valiosa plata a la que los obreros daban
forma antes de que fuera transportada a la ciudad. Corrió lo más
sigilosamente que pudo entre las casuchas, atenta a cualquier señal
de presencia humana y mirando a su izquierda para no perder de vista
las aguas del Estanque. Eran éstas oscuras como la propia noche, y
sólo la luz de la luna les confería en algunas zonas cierta
cualidad plateada. Buscó con la mirada, tratando de distinguir las
colosales formas oscuras que creía debían tener los dragones por la
noche. No sabía sus nombres, e ignoraba cómo llamarles. Pero no se
rindió.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Dejó atrás las
Colonias y continuó bordeando el Estanque de Plata, consciente de
que no disponía de mucho tiempo. Recordó la melodía de la Sirena y
se sintió fuerte. Podía conseguirlo. Tenía que hacerlo. La ciudad
había quedado muy atrás, y la luna seguía su camino sobre la
cabeza de la niña.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Se detuvo un momento
para mirar al cielo, con la intención de calcular cuánto tiempo
había perdido, y entonces escuchó las notas que sonaban no
demasiado lejos. Alguien tocaba algún instrumento de viento, y
varios alguien cantaban al compás de la melodía. Sólo que aquellas
voces no eran humanas. Su corazón se ensanchó, pleno de alegría.
¿Eran los dragones, que cantaban en algún lugar cerca de donde ella
se encontraba y le daban la bienvenida con su canción?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
A la luz de las
estrellas, Silenia era sólo una sombra delgaducha vestida con ropas
de muchacho. No habría llamado la atención de no haber sido por su
pasador, que brillaba como una valiosa joya entre su pelo recogido en
dos trenzas, como lo llevaban los aprendices de caballero. No fue
consciente de la presencia de otra persona hasta que la tuvo
prácticamente encima, una mano sucia al final de un brazo huesudo
estirado hacia su cabeza. Fue la Música la que la avisó. Un cambio
en el sonido del aire de la noche, un silencio roto de pronto, una
respiración uniéndose a la suya la obligó a girarse, y la mano
atrapó y perdió un mechón de pelo en lugar del pasador que había
codiciado.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Silenia echó mano de su
estilete. La sombra se rió como un cuervo. A la niña se le congeló
la sangre.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Te has perdido?
—preguntó una voz nada agradable desde la oscuridad—. Tal vez
pueda ayudarte.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La Música de esa voz no
le gustó. Sus notas recordaban a algo viejo y oscuro, peligroso y
enajenado. Nunca había escuchado nada parecido en los Prados de las
Fuentes Cristalinas, ni en el castillo de Cornell, ni siquiera en el
Laberinto Subterráneo, ni en las mazmorras, que eran uno de los
lugares más antiguos y temibles de todo Räel Polita.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Quién sois?
—gritó, forzando la voz para tratar de ocultar su edad y su sexo—.
Mostraos a la luz —ordenó.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La voz se rió otra vez.
Recordaba a cuevas oscuras y serpientes venenosas. Silenia no sabía
cómo lo sabía, pues nunca había visto una serpiente ni entrado en
una cueva, a excepción de los Pasadizos que discurrían más allá
de las mazmorras, pero reconocía esas cosas, era la Magia de la
Música que estaba creciendo en ella. Retrocedió un paso con su arma
en alto. No sabía qué haría si la situación se volvía peligrosa.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Así que vienes de
los castillos —dijo la voz, graznando como un cuervo—. Y dime,
¿qué haces tan lejos de tu hogar? ¡Y has venido sin protección!
Tu padre se disgustará mucho contigo cuando sepa que has incumplido
la Ley de los nobles. ¿Has venido en busca de aventuras? No debes de
saber que éste no es un buen sitio para ti.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Parecéis saber
muchas cosas. Y las que ignoráis no os importan. Mostraos, o
apartaos de mi camino —dijo, recordando que ese tipo de frases eran
las que se decían ella y Eugene cuando jugaban juntos. Pero ahora no
era un juego. Y ella blandía un arma que no tendría el valor de
utilizar si llegaba el momento de hacerlo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La sombra avanzó, y la
niña pudo ver por fin a quién pertenecía la voz de cuervo. Lo
primero que pensó, horrorizada, fue que una bruja de sus libros de
cuentos se había materializado frente a ella. No sabía cómo se
luchaba contra una bruja. Se decía que comían niños y que no
temían a nada. Comprendió la risa de la anciana: una bruja no
retrocedería ante ningún arma, y no temería a una niña pequeña.
Su valor se debilitó, y por fin cayó hecho añicos sobre el suelo
frío.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Pero si es sólo una
niña —dijo la anciana, melosa pero sin rastro de dulzura—. Una
joven niña noble. ¿Sabes lo que los colonos podrían hacer con una
preciosidad como tú?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Atrás —ordenó
Silenia. La bruja se le estaba acercando demasiado.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Atrás, me ordenas?
—se rió la anciana. Su imagen daba pavor. Ni en los mejores
dibujos de los libros había visto la princesa a una bruja tan
aterradora—. ¿Me amenazas con un cuchillo de pelar manzanas y me
ordenas como si fuera una vulgar criada? No te das cuenta de algunas
cosas, chiquilla. Ya no estás en tu bonito castillo, y yo no soy una
de tus sirvientas, ni voy a correr para acatar tus órdenes, ni me
voy a arrodillar ante ti. Estás en mi colonia, y ahora eres tú la
que vas a portarte bien y obedecer.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Se acercó un poco más.
El cuchillo tembló en la mano de Silenia.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Podría ponerme a
gritar y acudirían muchos paisanos míos, a los que les encantaría
divertirse con una florecilla como tú —continuó la anciana—. Me
pagarían bien por entregarte a ellos. No volverías a ver a tu
padre.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Alargó una mano nudosa
de uñas largas y rotas. Silenia apartó la cara, pues le asqueaba la
idea de sentir el contacto de esa mano.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—No eres muy
obediente, ni tampoco sumisa, ¿por qué te das esos aires de
princesa, acaso tu padre es un apestoso rey?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Silenia apretó los
puños y sus ojos brillaron de furia.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El cuervo se rió una
vez más.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Eso es, eres una
princesa. Entonces, vales mucho más de lo que pensaba.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Qué es lo que
queréis de mí? —vaciló Silenia. Pensaba en sus opciones. Sólo
podía hacer dos cosas: correr o atacar a esa mujer. Si echaba a
correr, la bruja no podría darle alcance, pero ¿hacia dónde
correr? Si escapaba hacia la puerta secreta, perdería la oportunidad
de ver a los Dragones Plateados, y no volvería a atreverse a
abandonar la seguridad del castillo. Si corría hacia las Colonias,
¿quién sabía si se encontraría con otras brujas, o con gentes aún
peores? Apretó los dientes. Si corría para huir de la anciana,
estaría aceptando su derrota.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Quiero el pasador
—dijo la voz de cuervo, y una mano de dedos ávidos y sucios se
abrió delante de la cara de la niña—. Dámelo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Por qué habría de
hacerlo? —preguntó Silenia, cuyo enojo empezaba a eclipsar a su
temor.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La bruja volvió a reír.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Porque te permitiría
salir con bien de ésta —explicó—. Quizás hasta te devolvería
a tu castillo, en lugar de entregarte a los tratantes de blancas, tu
padre me pagaría más que ellos por recuperarte sana y salva.
Piénsalo, es mejor la reprimenda de un padre preocupado que ser
vendida como esclava a las tribus del desierto del sur.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Por fin, Silenia se
encolerizó. No estaba acostumbrada a ser tratada con tan poco
respeto ni a que la amenazaran, ni a que la tasaran como vulgar
mercancía. Esa mujer no sólo pretendía robarle, sino que además
le estaba haciendo perder un tiempo precioso. La sangre le hervía de
rabia. ¿Sólo porque era una niña indefensa, esa bruja podía
salirse con la suya? ¿Acaso no tenía cuanto necesitaba para vivir?
Silenia aún sostenía el estilete en alto. Bien, no estaba
indefensa, y no le iba a entregar a Lálya. Recordó el rostro de
Eugene y esbozó lo más parecido a una sonrisa feroz que le salió.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—No os daré mi
horquilla, pues no me pertenece, tan sólo soy su custodia. Y no me
pondréis la mano encima, os hablo muy en serio, creed que es tan
cierto como que existe una segunda luna en el cielo. Intentad
acercaros y no dudaré en utilizar mi arma contra vos —dijo con
decisión.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La bruja rió. Su risa
daba escalofríos. Se adelantó, sus manos convertidas en garras
extendidas hacia la niña. La mano de Silenia tembló un poco. Sus
tardes en los Prados de las Fuentes Cristalinas le habían enseñado
belleza y paz. No podía atacar a esa mujer. Cerró el puño con
firmeza alrededor del mango del cuchillo. Tampoco iba a ceder. Dio un
paso adelante.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Un golpe seco paralizó
a la anciana a un centímetro escaso de la punta del estilete.
Silenia cerró los ojos para no ver cómo el cuello de la mujer se
hundía en él. La bruja se desplomó. La niña abrió los ojos y las
lágrimas no le dejaron ver nada. Una mano aferró su muñeca y tiró
de ella. Se deshizo de su parálisis y opuso resistencia. La mano no
cedió su presa.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Ven conmigo, antes de
que despierte —susurró la voz que pertenecía al dueño de esa
mano.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¡Soltadme! —gritó
Silenia, que se vio arrastrada hacia la orilla del Estanque de Plata.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La voz la ordenó
guardar silencio.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Quieres despertar a
todo el mundo? Cállate y corre detrás de mí, hazlo antes de que
nos metamos en un lío.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
¿Eugene?, se preguntó
Silenia, confusa y esperanzada. ¿Era su hermano quien la había
rescatado de las garras de la bruja, su hermano que había adivinado
lo que pretendía hacer y la había seguido a través de los
Pasadizos sin que ella lo advirtiera? Corrió tras él, que no la
soltó durante la carrera. Se detuvo cuando él lo hizo, y le costó
recuperar el aliento. Habían corrido durante cinco minutos, y sin
embargo le pareció a Silenia que habían sido horas."</div>
<br />Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3592498958204456077.post-46813126880314569282012-07-18T19:17:00.001+02:002012-07-19T22:20:14.480+02:00Sombras y Notas<div style="text-align: justify;">
¡Cuántos días desde el último capítulo! ¿Recuerdas dónde dejamos a Silenia? ¿Todavía te interesa conocer esa parte de la historia? No sé si te está gustando tanto como las anteriores, pero te recuerdo que nos llevará de nuevo hasta Dayna y Vosloora. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Todavía no he subido la continuación de ese capítulo y ya estoy preparando el siguiente. Me estoy tomando en serio lo de dejar atrás la tristeza y la desidia, de nuevo quiero escribir, quiero hacer muchas cosas; y, de pronto, se me acumula la faena. Tengo que pasar al ordenador los capítulos siguientes, que continúan en su cuaderno original, tengo que reescribir diez páginas de<i> Criatura de Fuego, Criatura de Luz</i>, y hay una corrección que quiero terminar antes de ponerme a escribir como si no hubiera nada más en el mundo. Y pasan los días y parece que me he olvidado de ti, de este blog, de que sigues ahí, esperando a que diga algo nuevo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pues tengo algo nuevo que decir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ya sabes que hay cuatro Historias de Thèramon en activo. Las cuatro empezadas, algunas muy avanzadas y otras apenas empezando a definirse. Ninguna terminada. Parece que este año no va a ser el de la publicación, no en lo que a Thèramon se refiere, a menos que en las próximas semanas me invada la fiebre creadora y consiga lo que solamente he logrado en una ocasión: terminar una novela en menos de un mes. No, creo que Thèramon es demasiado complejo, creo que necesitaría al menos dos meses (<i>mode</i> optimista <i>on</i>), eso si escribiera poseída por esa fiebre que ahora mismo no es más que un recuerdo muy agradable. Cuatro historias en la cabeza, y las cuatro me hablan, unas en susurros y otras a gritos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Durante todo este tiempo, mientras avanzaba a rastras y a ciegas, luchando contra la Oscuridad que pretendía apoderarse de mi alma, enferma como Vosloora y terca como Dayna, tenía dos excusas para no sentarme a escribir. Una era pensar que no iba a ser capaz de hilar dos frases coherentes,<i> no puedo, no puedo escribir, no puedo compartir nada hermoso con el resto del mundo porque no hay nada hermoso en mi mundo en estos momentos; no soy buena, no puedo hacer aquello para lo que he nacido, aquello que necesito más que el aire, incluso más que el amor del que me alimento y sin el cual no puedo vivir</i>. La otra era la incapacidad para tomar una decisión;<i> ¿cuál de las cuatro historias quiero continuar narrando? ¿Cuál es la que me va a resultar menos dolorosa?</i> La pregunta estaba mal formulada, por supuesto. La pregunta que me hice hace un par de semanas fue: ¿cuál de todas ellas es la que quiero conocer?</div>
<div style="text-align: justify;">
¿De cuál quiero conocer el final?</div>
<div style="text-align: justify;">
Ya he tomado esa decisión. Voy a retomar la historia con la que comencé este blog. Criatura de Fuego, Criatura de Luz.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y ha sido decidirme, y la Musa ha empezado a mostrarme imágenes, como si estuviera ansiosa, más aún que yo, por ponerse con esa historia. Lo primero ha sido releer lo que llevo escrito. Lo segundo, descubrir que es bueno, más de lo que recordaba. Entonces volvieron las dudas: <i>dioses, es tan bueno que no voy a ser capaz de superarlo</i>. Eso es lo que suelo pensar cuando leo algún libro que me llega al corazón, que me encanta y me traumatiza porque ¿cómo voy a ser capaz de superar eso? Pero las dudas duraron poco. Porque enseguida recordé que eso <i>tan bueno</i> lo había escrito yo, yo misma. No tengo que superarme a mí misma, no tengo que competir en estilo o en imaginación conmigo misma, lo único que tengo que hacer es coger el hilo y seguir escribiendo donde lo dejé.</div>
<div style="text-align: justify;">
Y en cuanto las dudas fueron derrotadas, el capítulo que tantos problemas me estaba dando se resolvió por sí solo en mi cabeza. Ya sé cómo tengo que contarlo. Ya sé cómo sigue la historia. Ahora sólo tengo que contarla. Es cuestión de días que me ponga con ella, primero quiero terminar de corregir, no quiero tener asuntos pendientes en mi bandeja de entrada, quiero centrarme en mi novela, quiero verla terminada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Espero que eso te alegre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El momento ha llegado. Ahora sí estoy preparada. Voy en busca de mi destino.</div>
<div style="text-align: justify;">
Igual que Silenia.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Recuerdas dónde la dejé?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
"La Magia de la Música
era poderosa, se dejó llevar por esas notas, caminó, descendió,
trastabilló, sintió el suelo cambiar bajo sus pies, hizo frente a
su temor, buscó la puerta de salida.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
No dudaba de que esa
puerta existía."</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
Bien, pues aquí tienes el resto del capítulo. Espero que lo disfrutes.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
***********</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
© Bea Magaña.
(Reservados todos los derechos)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
SOMBRAS Y NOTAS (II)</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
"El camino se volvió de
piedra y las paredes perdieron su uniformidad. Rocas de todos los
tamaños y formas se amontonaban unas sobre otras conformando ya no
un túnel, sino una cueva. La tierra del suelo era oscura y en
algunos tramos húmeda y limosa, y el eco devolvía los sonidos
deformados haciéndoles ver fantasmas a su alrededor.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Avanzaban muy despacio;
las velas se consumían. Ninguno de los dos sabía cuánto tiempo
había transcurrido desde que decidieran apartar el tapiz y abrir la
puerta secreta. No querían rendirse.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Crees que seguimos
en las mazmorras? —se atrevió a preguntar Silenia tiempo después,
su voz convertida en un susurro que a Eugene no le costó ningún
esfuerzo escuchar. Tenía la impresión de hallarse muy por debajo de
la ciudad, más aún, pensaba que ya ni siquiera se encontraban bajo
las calles de Räel Polita, sino que habían dejado ésta atrás y
sobre sus cabezas había campo y hierba, acaso un riachuelo. La
Música hablaba de agua y de soledad.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Eugene sacudió la
cabeza.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Cualquiera perdería
el sentido de la orientación aquí dentro —susurró a su vez—.
Creo que hemos estado descendiendo durante un buen trecho. Mira las
paredes, esto ya no es el Laberinto Subterráneo, esto es otra cosa.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Se detuvieron, y
Silenia alzó la vela para iluminar el túnel. El techo de la cueva
estaba húmedo, las paredes de roca lloraban y se formaban charcos
oscuros en el suelo que hacían que sus zapatos se mancharan de lodo.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Räel Polita era una
ciudad pacífica; si eran ciertas las historias de ladrones y
asesinos que vivían en la Sección Angor, éstos nunca eran
apresados, o bien recibían un castigo rápido como la muerte o bien
eran condenados al destierro; las mazmorras llevaban decenios vacías,
sus únicos moradores eran las ratas y las arañas, y no quedaban
restos de los últimos asesinos que habían hallado la muerte
encadenados a las paredes de piedra. El olor que se respiraba era un
tufo antiguo y húmedo, pero no se percibía el hedor de la
descomposición que los dos hermanos habían imaginado.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Pero las mazmorras
habían quedado atrás. Silenia ignoraba cuándo habían cruzado la
puerta que les había llevado a otra zona de los pasadizos que
discurría por debajo de un mundo que nunca habían visitado, y que
ya no eran las calles de Räel Polita. Eugene tenía razón, aquella
gruta era otra cosa. Y ella pensaba que el agua oscura que se
filtraba por el techo y chorreaba por las paredes de roca procedía
del foso que se encontraba por encima de ellos. Eso pensaba, si bien
no estaba segura y por esa razón no quiso decir nada.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Las dos llamitas no eran
luz suficiente para disipar las sombras. Eugene temía llegar a
perderse en aquel mundo subterráneo y no saber regresar. Silenia no
tenía miedo; para volver al castillo sólo tenían que dar media
vuelta y desandar el camino en línea recta y ascendente, atravesar
de nuevo las mazmorras y recorrer los pasillos que ya conocían hasta
llegar a la escalinata de piedra. Apretó la mano de su mellizo para
infundirle confianza y continuaron avanzando. Ella sabía algo que
Eugene desconocía. Sabía que la Música les ayudaría a no
perderse.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Mucho más adelante, las
paredes de la cueva se fueron estrechando hasta conformar un pasillo
por el que solo podían avanzar de uno en uno. Eugene agachó la
cabeza y abrió la marcha, y no fue hasta que se arrodilló sobre el
suelo de tierra reseca que comprendió que el techo se había
encogido. Gateó a lo largo de un conducto demasiado estrecho para un
adulto pero suficiente para dos niños de su estatura y complexión,
hasta que la sensación de claustrofobia se hizo excesiva para él y
le obligó a a detenerse.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Creo que deberíamos
dar la vuelta —dijo, preocupado e inquieto; apenas tenía espacio
para girar la cabeza hacia su hermana, que se había detenido detrás
de él—. Esto no parece llevar a ninguna parte, y si continúa
estrechándose nos quedaremos atascados aquí abajo y nadie nos
encontrará nunca.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Silenia oía la Música
que sonaba desde el final de ese pasillo. Las notas que hablaban de
libertad y de aire fresco la animaban a seguir. Estaba en el camino
correcto. No iba a rendirse.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Adelante, Eugene —le
ordenó—. No importa a dónde nos lleve este pequeño túnel, ha de
tener una salida y quiero llegar hasta ella. Sólo si salimos
podremos volver a entrar y desandar el camino. No tengo ninguna
intención de retroceder gateando de espaldas. Sigue, hermano mío,
la salida no puede estar lejos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Eugene no se atrevió a
replicar. Gateó durante varios metros más y cuando quiso darse
cuenta ya no estaba dentro de un conducto bajo y estrecho, sino en
una sala de piedra redonda y amplia que parecía marcar el final de
su aventura. Se puso de pie, iluminó la pared en cuya base había un
agujero como de chimenea por el que él había salido, y vio aparecer
la cabeza de su hermana. Silenia sonreía. La ayudó a incorporarse y
después alzó la vela para reconocer el terreno. Se le escapó una
exclamación de sorpresa e indignación.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Cómo es posible,
por todos los dioses? —preguntó, contrariado—. ¿Esto es todo?
Hemos llegado hasta aquí en línea recta por pasadizos oscuros y
húmedos, manchándonos de barro hasta las cejas, ¿y todo para nada?
¡Esto no conduce a ninguna parte! ¡Es un callejón sin salida!</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Aquella estancia que
parecía la entrada de alguna gruta era un muro abovedado, roca sobre
roca y oscuridad intensa. El techo tenía una altura de dos metros, y
había espacio suficiente para albergar a diez personas adultas. Pero
no llevaba a ninguna parte, como había dicho Eugene. Ninguna grieta
a la vista, ninguna puerta oculta en la pared, el mismo suelo de
tierra sin remover que habían tocado con las palmas al avanzar a
gatas. Ni una corriente de aire, ni un reguero de agua que les
mostrara indicios del exterior. Estaban encerrados bajo tierra. Su
excursión había sido en vano.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Eugene pateaba el suelo
y golpeaba las paredes, descargando así su frustración. Silenia le
ordenó guardar silencio. Miró la pared de roca, la recorrió con
las manos abiertas, pegó el oído. Tanta era su concentración, y
tan segura parecía de poder descubrir algo, que Eugene se limitó a
observar sus movimientos sin decir una sola palabra. La princesa
cerró los ojos y escuchó. Notas lejanas, notas más fuertes, notas
de una música que conocía: aire fresco, verde y agua, una canción
de vida y libertad. Y venía de la pared, del otro lado del muro de
piedra.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Qué oyes? —le
preguntó a su hermano, y a él le pareció de pronto misteriosa y
fantasmagórica—. ¿Qué ves?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
El muchacho miró en
derredor.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Silencio y oscuridad
—respondió, desanimado—. Hemos hecho un largo camino entre
sombras más negras que la misma noche buscando algo que sólo existe
en nuestra imaginación. Seguramente nos hemos perdido y nadie sabe
que estamos aquí. Lamento haberte metido en este lío.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Silenia le miró con
sorpresa.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Cómo?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Yo te dije lo de las
puertas —dijo Eugene, consternado—. Me creíste y bajaste aquí
conmigo. Lo lamento, hermana, me equivoqué.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Silenia volvió a mirar
la pared. ¿Era posible que Eugene no lo viera?</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—No te preocupes,
Gene, ha sido una aventura estupenda —dijo, mordiéndose la lengua
para no decir nada que pudiera delatarla—. Seguramente hay otras
puertas y no las hemos visto. Regresemos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Miró por última vez la
pared y reprimió una sonrisa. Se sorprendía de no haberla visto al
principio. Era maciza, ancha, baja, de hierro tan vetusto que se
había confundido con la roca, y seguramente llevaba siglos sin ser
abierta, pero era real, y estaba allí, como había supuesto, como
había deseado. Estaba allí, delante de ellos, y Eugene no podía
verla. Le habría gustado mostrársela a su hermano, compartir con él
la gloria del hallazgo, pero decidió callar. Si Eugene no sabía
que existía una salida, no pensaría que ella pretendía utilizarla.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—¿Y si nos hemos
perdido? —protestó Eugene con un poco de temor. No por él mismo,
sino por haber llevado a Silenia hasta allí.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La niña sonrió. No se
habían perdido. La música que la había guiado a través de los
túneles oscuros les devolvería al castillo, no tenía ninguna duda
y ningún temor.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
—Confía, Eugene, si
hemos sabido llegar hasta aquí, sabremos regresar.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hicieron el camino de
vuelta cogidos de la mano.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La siguiente vez que
Silenia llegó hasta la puerta secreta, lo hizo sola.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Era de día la primera
vez que abrió la puerta. Aeblir bañaba con su luz los arbustos
vacíos de flores y calentaba las aguas oscuras del foso. La música
que la había llevado hasta allí se dejaba oir con mayor intensidad
al abrir la puerta. Había encontrado el modo de salir. Esperaría el
momento para hacerlo.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La primera vez que cruzó
la puerta la recibió la plateada luz de la luna, el rumor de las
aguas del foso y el canto de los grillos que se preparaban para
afrontar el invierno.</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Habían transcurrido
diez meses desde que Ariiama le revelara su nombre."</div>
<br />Bea Magañahttp://www.blogger.com/profile/01911513551485750917noreply@blogger.com6