miércoles, 21 de agosto de 2013

El Cartógrafo


Hace algo más de un mes te dije que pronto podría enseñarte el nuevo mapa de Thèramon. Bien, por fin puedo cumplir mi promesa. Aunque no sé si te interesa verlo. Como te dije en mi última entrada, ignoro si sigues haciendo el viaje conmigo. La ausencia de comentarios me hace pensar que no sientes curiosidad, que no tienes especial interés. Que te da igual si te enseño el mapa o si me lo guardo para mí, que soy la única que todavía cree en Thèramon y en su futuro. Pero como también te dije en mi última entrada, vuelvo a escribir para mí, para mi propio regocijo, sin importar si no hay nadie esperando una historia. Me ha costado demasiado superar el Bloqueo como para dejar de respirar de nuevo porque a nadie le interese lo que tengo que contar.

Y, por si acaso sigues aquí, quiero compartir esta novedad contigo.

Si has visto las últimas actualizaciones de la página de Historias de Thèramon en Facebook sabrás que hace veinte días que el mapa quedó terminado. ¿Por qué he esperado tanto tiempo para volver a este lugar? Mi responsabilidad y mi prudencia tienen la culpa. Tenía dos correcciones y dos lecturas para valoración, y quería registrar el mapa antes de hacerlo público. Ayer, por fin, recibí la notificación del registro. Con los derechos de autor de la imagen en mi poder, ya puedo enseñarla.

Pero antes tengo que hacer una cosita. Porque seré muchas cosas malas, pero no soy una aprovechada, y tampoco una desagradecida.

Hace unos años, en mi trabajo, había un compañero que tenía el feo vicio de atribuirse el mérito del trabajo que hacíamos las demás. Cuando montábamos las mesas para los banquetes, él siempre se pavoneaba delante de mi jefe presumiendo de lo precioso que le había quedado el comedor. Las camareras nos habíamos encargado de mover las mesas y de vestirlas, habíamos puesto la vajilla y la cubertería y doblado las servilletas en forma de lazos, pero ese compañero nunca nos mencionaba cuando le mostraba al jefe el resultado final. Y él recibía los halagos y la palmadita en la espalda, cuando no había hecho otra cosa que pasearse mientras nosotras trabajábamos. Un aprovechado, como ves.

Yo no funciono así.

Si te mostrara el mapa sin hablarte primero del cartógrafo, me sentiría un fraude. Porque todo el mérito sería para mí. Y lo más que yo he hecho ha sido poner en un papel lo que visualizaba en mi cabeza. Todo el trabajo de dibujo, retoque, colorido y demás ha sido de Carlos Gran.

Carlos Gran es el autor de la Saga de los Tres Reinos, cuyo primer libro he tenido el honor de corregir; Averyn saldrá publicado dentro de un mes, y llevará en la contraportada una breve sinopsis escrita por mí. Doble honor que me hace, pues con una mención en la página de agradecimientos me sentía suficientemente pagada. Pero a Carlos se le ocurrió que podía devolverme el favor por la corrección, y decidió hacerme un mapa chulo para mis Historias de Thèramon.

Así que, aunque los derechos de la imagen los tenga yo, porque Carlos me la ha regalado, el aplauso ha de ser para él, que ha hecho un magnífico trabajo, primero a mano y luego con el ordenador. Además de la paciencia que ha tenido, porque no es nada fácil trabajar en un dibujo con las vagas indicaciones que le di al principio y que le hice retocar un millón de veces: aquí falta un río; esta ciudad va más a la derecha; esta montaña ha de ser más grande; ¿puedes poner dragones en las zonas en las que hay dragones?... No es fácil trabajar en equipo cuando las dos partes viven a cientos de kilómetros de distancia y se comunican por mensajes de Facebook, foto va, foto retocada y escaneada viene.

Deja que te hable un poco del proceso de dibujo del mapa. La primera vez que Carlos lo vio, era tal y como tú ya lo conoces, porque tiene su propia página aquí, en este blog. Compáralo con el diseño que fui capaz de hacer utilizando un programa llamado Mapper (no te rías mucho de mí, por favor, sé que es muy cutre; ambos mapas lo son, los dibujé yo, je)





Mi intención era ponerle montañas y árboles que parecieran montañas y árboles, como en los mapas de verdad. No me salió nada bien. Pero Carlos captó la idea. Y se inspiró en estos dos mapas para dibujar el mío.


Mapa de la Tierra Media.                                                               Mapa de Eragon 



El resultado, es lo que ves en esta muestra.



Carlos Gran es un artista. Ha conseguido que Thèramon tenga un mapa digno de las mejores novelas de fantasía épica.

Te prometo el mapa entero en mi siguiente entrada, no quiero que la imagen le robe protagonismo al cartógrafo, esta entrada está dedicada a él.


abrazo épico entre Averyn y Thèramon, Feria del Libro de Madrid 2013


Escritor, artista, compañero y amigo. Carlos Gran merece mi agradecimiento y tu aplauso.

lo que veo cuando leo lo que escribes

lo que veo cuando leo lo que escribes
Por Susana © Registrado por Bea Magaña

Mi primer premio bloggero

Mi primer premio bloggero

Conociendo blogs

Conociendo blogs
Grupo de facebook

Sleeping sun (Nightwish) ME INSPIRA

Legend of Zelda, Ocarina of Time ME INSPIRA

Meet me halfway (Black Eyed Peas) ME INSPIRA

Civilization (Justice). Este vídeo me inspira...